Tengo a un Acusador Dentro de mí

Dentro de mí, en el tribunal de mi conciencia, un acusador sagaz con lengua de espada, me acusa en todo momento. Me acusa con la verdad que duele, a veces pienso que soy yo mismo, saboteandome; otras veces pienso que es mi verdad, evitando que me mienta a mi mismo.

Si una mujer me atrae y me gusta, y quiero pensar que la amo, ahí está mi acusador. Me acusa, me reclama, me desnuda diciendome: "Falso, mentiroso, hipocrita. No es amor, es solo atracción sexual. Simple y vulgar deseo de fornicar. No hay nada más en el fondo de tus sentimientos."

Si me ciento bien con mi generosidad, dando a quien no tiene en esta navidad, mi acusador arremete: "Falso, despreciable. No te importa esa persona. Solo quieres satisfacer tu ego de buena persona".

Si decido no ir a la una fiesta, por el covid, digo yo; mi acusador me encara. "Te quieres mentir a ti mismo, pero no lo harás con migo. No vas porque no te da la gana. Mucho te place tener al covid para esquivar una fiesta de cumpleaños. ¿A quien crees que engañas? Ya eres un ermitaño, ya esquibavas estas cosas antes del covid."

Y ahí esta mi acusador, desnudandome solo frente a mi alma, revelando mis verdades incómodas. A "él" no puedo engañarlo, "él" sabe que finjo amor, que soy egoista y mentiroso. "él" sabe eso y más.