¡Aguante, pura vida! Parece que el volcán Tenorio no quiere dormir tranquilo y seguimos sintiendo cositas. Después del buenazo del sismo del sábado pasado, ahora tenemos un enjambre sísmico que no da paz. Según el Ovsicori, ¡más de 600 réplicas hasta las ocho de la mañana de hoy!, y eso, mis panas, no es poca cosa.
Marino Protti, el sismólogo de Ovsicori, nos explica que esto es porque la zona se está “fracturando intensamente”. Dice que estos fallamientos son comunes en todo el arco volcánico centroamericano, ¡pero acá estamos nosotros sintiéndolo en carne propia! Imagínense, toda esa energía moviéndose debajo de nuestros pies... qué pelada.
Lo bueno, si es que podemos decir que hay algo bueno, es que la actividad parece estar bajando un poquito. La frecuencia y la magnitud de los temblores se han ido calmando, dicen los técnicos. Pero ojo, que no significa que vayamos a dejar de sentir cosas. Lo que sí queda claro es que el Tenorio tiene reservas de energía que ni nos imaginamos. El sismo principal, con sus 4.7 de magnitud, se sintió en varias zonas, desde Tierras Morenas hasta Nuevo Arenal y Bijagua, y eso les habla del alcance de la cosa.
Ahora, lo interesante es que estos temblores no son nuevos. La Red Sismológica Nacional (RSN) nos recuerda que ya tuvimos situaciones similares el año pasado, con temblores de hasta 4.9, e incluso en 2018 llegamos a ver unos de 5.3. Eso demuestra que la falla Chiripa, que mide cerca de 30 kilómetros, es propensa a estas ráfagas sísmicas. Esta falla tiene un rumbo entre el norte y noroeste y, según la RSN, principalmente transcurre, pero cambia de comportamiento en algunas curvas.
Pero la cosa se pone aún más interesante si miramos la historia. Resulta que hace más de cien años, en 1911, ocurrió un terremoto en Guatuso con una magnitud de 6.5, y otro en Tilarán en 1973, también de 6.5. Esos temblores afectaron a comunidades de Alajuela y Guanacaste, así que no es para tomárnoslo a broma. Esa información nos pone un poco nerviosos, ¿verdad?
Expertos explican que la mayoría de los temblores se han concentrado en la falda sureste del volcán Tenorio durante este mes de octubre. No saben exactamente por qué, pero están monitoreando la situación de cerca. La Red Sismológica Nacional está trabajando día y noche para entender qué está pasando y avisarnos si hay algún cambio importante. Por suerte, hasta ahora no hay ningún peligro inminente, pero siempre es bueno estar informados y preparados. Pura precaución, mi gente, pura precaución.
Y hablando de preparativos, recordemos que Costa Rica es un país sísmico. Tenemos volcanes activos y fallas geológicas por todas partes. Estar informado sobre qué hacer en caso de un terremoto es fundamental. Revisen sus planes familiares, aseguren sus muebles y tengan a mano una mochila con lo esencial. Así, si las cosas se ponen feas, estaremos listos para enfrentar cualquier eventualidad. ¡No nos pongamos a jalarle una torta a la naturaleza!
Con todo esto, me pregunto… ¿Estamos realmente preparados como país para afrontar un terremoto de mayor magnitud en una zona densamente poblada como la del volcán Tenorio? ¿Ustedes creen que las medidas preventivas actuales son suficientes, o necesitamos reforzar la educación pública y mejorar la infraestructura antisísmica? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, que quiero saber qué piensa la gente!
Marino Protti, el sismólogo de Ovsicori, nos explica que esto es porque la zona se está “fracturando intensamente”. Dice que estos fallamientos son comunes en todo el arco volcánico centroamericano, ¡pero acá estamos nosotros sintiéndolo en carne propia! Imagínense, toda esa energía moviéndose debajo de nuestros pies... qué pelada.
Lo bueno, si es que podemos decir que hay algo bueno, es que la actividad parece estar bajando un poquito. La frecuencia y la magnitud de los temblores se han ido calmando, dicen los técnicos. Pero ojo, que no significa que vayamos a dejar de sentir cosas. Lo que sí queda claro es que el Tenorio tiene reservas de energía que ni nos imaginamos. El sismo principal, con sus 4.7 de magnitud, se sintió en varias zonas, desde Tierras Morenas hasta Nuevo Arenal y Bijagua, y eso les habla del alcance de la cosa.
Ahora, lo interesante es que estos temblores no son nuevos. La Red Sismológica Nacional (RSN) nos recuerda que ya tuvimos situaciones similares el año pasado, con temblores de hasta 4.9, e incluso en 2018 llegamos a ver unos de 5.3. Eso demuestra que la falla Chiripa, que mide cerca de 30 kilómetros, es propensa a estas ráfagas sísmicas. Esta falla tiene un rumbo entre el norte y noroeste y, según la RSN, principalmente transcurre, pero cambia de comportamiento en algunas curvas.
Pero la cosa se pone aún más interesante si miramos la historia. Resulta que hace más de cien años, en 1911, ocurrió un terremoto en Guatuso con una magnitud de 6.5, y otro en Tilarán en 1973, también de 6.5. Esos temblores afectaron a comunidades de Alajuela y Guanacaste, así que no es para tomárnoslo a broma. Esa información nos pone un poco nerviosos, ¿verdad?
Expertos explican que la mayoría de los temblores se han concentrado en la falda sureste del volcán Tenorio durante este mes de octubre. No saben exactamente por qué, pero están monitoreando la situación de cerca. La Red Sismológica Nacional está trabajando día y noche para entender qué está pasando y avisarnos si hay algún cambio importante. Por suerte, hasta ahora no hay ningún peligro inminente, pero siempre es bueno estar informados y preparados. Pura precaución, mi gente, pura precaución.
Y hablando de preparativos, recordemos que Costa Rica es un país sísmico. Tenemos volcanes activos y fallas geológicas por todas partes. Estar informado sobre qué hacer en caso de un terremoto es fundamental. Revisen sus planes familiares, aseguren sus muebles y tengan a mano una mochila con lo esencial. Así, si las cosas se ponen feas, estaremos listos para enfrentar cualquier eventualidad. ¡No nos pongamos a jalarle una torta a la naturaleza!
Con todo esto, me pregunto… ¿Estamos realmente preparados como país para afrontar un terremoto de mayor magnitud en una zona densamente poblada como la del volcán Tenorio? ¿Ustedes creen que las medidas preventivas actuales son suficientes, o necesitamos reforzar la educación pública y mejorar la infraestructura antisísmica? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, que quiero saber qué piensa la gente!
