¡Ay, qué tristeza nos cayó la noticia! Resulta que los padrecitos de una bebita de apenas diez meses la encontraron sin pulso en una finca en Frailes de Desamparados. El OIJ ya anda picoteando el caso buscando entender cómo pasó esto, porque, díganle a quien diganle, es un golpe bajo para cualquier familia.
Según cuentan las malas lenguas, la familia es de Panamá y llegó al país apenas quince días atrás, buscando nuevos aires. Se habían echado a rentar una casita por allá en Desamparados y ahora esto… ¡qué sal! Parece que estaban empezando una nueva vida y las cosas se torcieron de manera terrible. Uno nunca sabe cuándo te cae encima una vara así, ¿verdad?
Lo primero que hicieron los papás, desesperados, fue avisarle al dueño de la finca, imagínate la impresión que les debió quedar a todos. Las autoridades llegaron prontito al lugar y comenzaron la investigación. Hasta ahora, no han encontrado ni rastro de violencia, ni nada que sugiera que alguien le haya hecho daño a la nena. Esto hace que el misterio sea aún más hondo, porque si no hay golpes ni heridas, ¿cómo pudo pasar esto?
Los forenses ya están haciendo autopsias para tratar de averiguar la causa exacta de la muerte. Le tomaron muestras, van a hacer exámenes y toda la onda para tratar de llegar a alguna conclusión. Esperemos que puedan encontrar respuestas pronto, porque los papás deben estar destrozados, buscando una explicación lógica a esta tragedia. Es que perder a un hijito así, de tan pequeño… no hay palabras para describir el dolor.
Las autoridades han sido bastante cuidadosas en no soltar mucha información para no entorpecer la investigación. Entendemos que no quieren andar dando datos a medias que luego resulten ser incorrectos y generen falsas esperanzas o especulaciones. Mejor ir con calma y esperar a que tengan pruebas sólidas para poder hablar con claridad.
Y hablando de especulaciones, ya se empiezan a escuchar algunas teorías extrañas por ahí. Algunos dicen que podría haber sido un problema de salud preexistente que nadie conocía. Otros hablan de intoxicaciones o accidentes domésticos. Pero hasta que los resultados de la autopsia no salgan, todo eso son solo habladurías. Hay que darle crédito a la ciencia y esperar a que nos den la verdad.
Este tipo de tragedias siempre nos dejan pensando en lo frágil que es la vida, especialmente cuando hablamos de niños pequeños. Uno trata de protegerlos a toda costa, de brindarles lo mejor, pero a veces, simplemente, las cosas escapan de nuestras manos. Te das cuenta de que por más que te esfuerces, puedes tener un brete de problemas inesperados.
Es una situación horrible y es fácil ponerse en el lugar de esos padres. Imaginen el dolor, la angustia... Una pérdida irreparable. Me pregunto, ¿crees tú que el Estado debería ofrecer más apoyo psicológico a familias que enfrentan situaciones tan devastadoras como ésta, o consideras que la responsabilidad recae únicamente en la familia y la comunidad cercana?
Según cuentan las malas lenguas, la familia es de Panamá y llegó al país apenas quince días atrás, buscando nuevos aires. Se habían echado a rentar una casita por allá en Desamparados y ahora esto… ¡qué sal! Parece que estaban empezando una nueva vida y las cosas se torcieron de manera terrible. Uno nunca sabe cuándo te cae encima una vara así, ¿verdad?
Lo primero que hicieron los papás, desesperados, fue avisarle al dueño de la finca, imagínate la impresión que les debió quedar a todos. Las autoridades llegaron prontito al lugar y comenzaron la investigación. Hasta ahora, no han encontrado ni rastro de violencia, ni nada que sugiera que alguien le haya hecho daño a la nena. Esto hace que el misterio sea aún más hondo, porque si no hay golpes ni heridas, ¿cómo pudo pasar esto?
Los forenses ya están haciendo autopsias para tratar de averiguar la causa exacta de la muerte. Le tomaron muestras, van a hacer exámenes y toda la onda para tratar de llegar a alguna conclusión. Esperemos que puedan encontrar respuestas pronto, porque los papás deben estar destrozados, buscando una explicación lógica a esta tragedia. Es que perder a un hijito así, de tan pequeño… no hay palabras para describir el dolor.
Las autoridades han sido bastante cuidadosas en no soltar mucha información para no entorpecer la investigación. Entendemos que no quieren andar dando datos a medias que luego resulten ser incorrectos y generen falsas esperanzas o especulaciones. Mejor ir con calma y esperar a que tengan pruebas sólidas para poder hablar con claridad.
Y hablando de especulaciones, ya se empiezan a escuchar algunas teorías extrañas por ahí. Algunos dicen que podría haber sido un problema de salud preexistente que nadie conocía. Otros hablan de intoxicaciones o accidentes domésticos. Pero hasta que los resultados de la autopsia no salgan, todo eso son solo habladurías. Hay que darle crédito a la ciencia y esperar a que nos den la verdad.
Este tipo de tragedias siempre nos dejan pensando en lo frágil que es la vida, especialmente cuando hablamos de niños pequeños. Uno trata de protegerlos a toda costa, de brindarles lo mejor, pero a veces, simplemente, las cosas escapan de nuestras manos. Te das cuenta de que por más que te esfuerces, puedes tener un brete de problemas inesperados.
Es una situación horrible y es fácil ponerse en el lugar de esos padres. Imaginen el dolor, la angustia... Una pérdida irreparable. Me pregunto, ¿crees tú que el Estado debería ofrecer más apoyo psicológico a familias que enfrentan situaciones tan devastadoras como ésta, o consideras que la responsabilidad recae únicamente en la familia y la comunidad cercana?
