¡Ay, Dios mío! Resulta que allá en Estados Unidos se armó un buen chinche con el cierre del gobierno. Parece que la cosa está tan fea que tuvieron que reducir un 10% los vuelos en cuarenta aeropuertos. Imagínate el estrés de la gente que tenía planes, ¡qué lata!
La bronca es que la Administración Federal de Aviación (FAA) anda muy escasa de personal debido a esta situación. Dicen que el secretario de Transporte tuvo que anunciar esta reducción para tratar de ponerle calma al asunto. CNN andaba tirando la onda de que las aerolíneas más grandes ya habían empezado a cancelar vuelos, lo cual te imaginarás qué movida.
Pero aquí en Costa Rica, relax total, compa'. Tanto Aeris, los encargados del aeropuerto Juan Santamaría (SJO), como los del Aeropuerto de Guanacaste (LIR) nos aseguran que todo va tranquilo. No hay cancelaciones ni suspensos por culpa de este brete gringo, así que podemos seguir disfrutando de nuestras vacaciones y recibiendo a esos turistas que nos echan pa’ arriba.
Claro que se han visto algunas demoras, dicen, pero parece que no tienen nada que ver con la falla allá. Aeris, para tranquilizarnos, explica que sus técnicos ya analizaron la vaina y todo apunta a que los atrasos son cosas aparte, no producto del cierre del gobierno estadounidense. Mejor así, ¿verdad?
Para darle más contexto, imagínate la importancia de Estados Unidos para nosotros. Son nuestros visitantes número uno, así que cualquier problema allá puede afectarnos. Por eso, la tranquilidad que nos dan los aeropuertos es una bocanada de aire fresco. Nos permite respirar y enfocarnos en otras cosas, como disfrutar del sol, el mar y la pura vida.
Muchos se preguntarán qué significa esto para el turismo nacional. Pues, básicamente, que no vamos a sentir un golpe grave de inmediato. Claro, si la situación allá se prolonga mucho, podría haber efectos a largo plazo, pero por ahora estamos a salvo. Eso sí, es bueno estar pendientes de cómo evoluciona la cosa en Estados Unidos, porque nunca se sabe cuándo la vaina se nos puede complicar.
Y hablando de complicados, recordemos otros momentos en los que hemos tenido que enfrentar situaciones difíciles en el ámbito internacional. Hemos salido adelante siempre, con resiliencia y creatividad, demostrando que somos un pueblo trabajador y capaz de superar cualquier obstáculo. Esa es la actitud que nos caracteriza, ¿no?
En fin, parece que este cierre del gobierno estadounidense no nos va a afectar directamente, al menos por ahora. Pero dime, compa’, ¿crees que deberíamos estar preparando algún plan alternativo por si la situación se agrava y empieza a afectar nuestro turismo? ¿O confiamos plenamente en que las cosas se resolverán rápido y podremos seguir recibiendo a nuestros hermanos yanquis sin problemas?
La bronca es que la Administración Federal de Aviación (FAA) anda muy escasa de personal debido a esta situación. Dicen que el secretario de Transporte tuvo que anunciar esta reducción para tratar de ponerle calma al asunto. CNN andaba tirando la onda de que las aerolíneas más grandes ya habían empezado a cancelar vuelos, lo cual te imaginarás qué movida.
Pero aquí en Costa Rica, relax total, compa'. Tanto Aeris, los encargados del aeropuerto Juan Santamaría (SJO), como los del Aeropuerto de Guanacaste (LIR) nos aseguran que todo va tranquilo. No hay cancelaciones ni suspensos por culpa de este brete gringo, así que podemos seguir disfrutando de nuestras vacaciones y recibiendo a esos turistas que nos echan pa’ arriba.
Claro que se han visto algunas demoras, dicen, pero parece que no tienen nada que ver con la falla allá. Aeris, para tranquilizarnos, explica que sus técnicos ya analizaron la vaina y todo apunta a que los atrasos son cosas aparte, no producto del cierre del gobierno estadounidense. Mejor así, ¿verdad?
Para darle más contexto, imagínate la importancia de Estados Unidos para nosotros. Son nuestros visitantes número uno, así que cualquier problema allá puede afectarnos. Por eso, la tranquilidad que nos dan los aeropuertos es una bocanada de aire fresco. Nos permite respirar y enfocarnos en otras cosas, como disfrutar del sol, el mar y la pura vida.
Muchos se preguntarán qué significa esto para el turismo nacional. Pues, básicamente, que no vamos a sentir un golpe grave de inmediato. Claro, si la situación allá se prolonga mucho, podría haber efectos a largo plazo, pero por ahora estamos a salvo. Eso sí, es bueno estar pendientes de cómo evoluciona la cosa en Estados Unidos, porque nunca se sabe cuándo la vaina se nos puede complicar.
Y hablando de complicados, recordemos otros momentos en los que hemos tenido que enfrentar situaciones difíciles en el ámbito internacional. Hemos salido adelante siempre, con resiliencia y creatividad, demostrando que somos un pueblo trabajador y capaz de superar cualquier obstáculo. Esa es la actitud que nos caracteriza, ¿no?
En fin, parece que este cierre del gobierno estadounidense no nos va a afectar directamente, al menos por ahora. Pero dime, compa’, ¿crees que deberíamos estar preparando algún plan alternativo por si la situación se agrava y empieza a afectar nuestro turismo? ¿O confiamos plenamente en que las cosas se resolverán rápido y podremos seguir recibiendo a nuestros hermanos yanquis sin problemas?