¡Ay, pata! Quién lo diría, parece que Rodrigo Chaves tiene más seguidores que mosquitos en agosto. Según la gente de Opol Consultores, el presidente sigue gozando de un apoyo considerable, superando el 68%, a pesar del embate del Tribunal Supremo de Elecciones y todo aquel brete que le hayan metido.
Miren, la cosa va así: desde hace un buen rato, don Rodrigo anda en la mira del TSE por unos temas de campaña y el supuesto uso indebido de plata pública, pa’ favorecer a algún candidato. Un buen quilombo, si me preguntan. Ahora, los diputados tienen que decidir si le quitan o no la inmunidad, un trámite que se espera resolver antes de que se vayan de vacaciones al Caribe – ¡qué envidia!
La encuesta, hecha entre gallinas y huevos del 5 al 8 de diciembre, revela que casi siete de cada diez ticos todavía creen en el proyecto de Chaves. Eso sí, hay un 30% que ya le ha perdido la fe, que dicen que anda medio despistado con sus declaraciones y esas movidas políticas. Con un margen de error de 2.24 puntos, la vara está alta, mángue.
Ahora, para que le quiten la inmunidad al Presidente, necesitan 38 votos en la Asamblea Legislativa. Ahí es donde la cosa se pone interesante, porque ni el PUSC ni Nueva República parecen muy convencidos de apoyar la medida. Tendrán que sudarle la gota gorda para conseguir los números, porque el tiempo apremia y la paciencia, como dicen por acá, se agota rápido.
La comisión del Congreso ya le dio su visto bueno a quitarle la inmunidad, diciendo que hay pruebas sólidas contra él. Pero ahora la decisión final recae en los diputados, quienes seguramente tendrán sus propios intereses y agendas en juego. De entrada, esto huele a pelea, pura controversia y a que van a dar candela en el hemiciclo, diay.
Si al final le quitan la inmunidad, y luego lo encuentran culpable, Chaves podría meterse en un lío bien grande. Podrían inhabilitarlo de cuatro años para ejercer cargos públicos, o peor aún, mandarlo pa' casa directamente. Una caída libre, literalmente, ¡qué pena!
Pero a pesar de toda esta bronca legal, Chaves mantiene su base de apoyo intacta. Muchos ticos todavía creen en su discurso populista y en sus promesas de cambio. Otros, simplemente, ven en él una figura que desafía al establishment político tradicional, aunque se esté jalando unas tortas en el camino. El caso es que el mae tiene pegamento, no se puede negar.
En fin, la cosa está servida y los próximos días serán cruciales para el futuro político de Rodrigo Chaves. El TSE investiga, los diputados deliberan y nosotros, los ciudadanos, nos quedamos mirando este circo político con una mezcla de incredulidad y resignación. ¿Será que la polarización ha llegado para quedarse, o habrá alguna sorpresa que nos haga cambiar de opinión? Ustedes qué piensan, ¿creen que Chaves podrá salir ileso de este embrollo o estamos frente al principio del fin de su administración?
Miren, la cosa va así: desde hace un buen rato, don Rodrigo anda en la mira del TSE por unos temas de campaña y el supuesto uso indebido de plata pública, pa’ favorecer a algún candidato. Un buen quilombo, si me preguntan. Ahora, los diputados tienen que decidir si le quitan o no la inmunidad, un trámite que se espera resolver antes de que se vayan de vacaciones al Caribe – ¡qué envidia!
La encuesta, hecha entre gallinas y huevos del 5 al 8 de diciembre, revela que casi siete de cada diez ticos todavía creen en el proyecto de Chaves. Eso sí, hay un 30% que ya le ha perdido la fe, que dicen que anda medio despistado con sus declaraciones y esas movidas políticas. Con un margen de error de 2.24 puntos, la vara está alta, mángue.
Ahora, para que le quiten la inmunidad al Presidente, necesitan 38 votos en la Asamblea Legislativa. Ahí es donde la cosa se pone interesante, porque ni el PUSC ni Nueva República parecen muy convencidos de apoyar la medida. Tendrán que sudarle la gota gorda para conseguir los números, porque el tiempo apremia y la paciencia, como dicen por acá, se agota rápido.
La comisión del Congreso ya le dio su visto bueno a quitarle la inmunidad, diciendo que hay pruebas sólidas contra él. Pero ahora la decisión final recae en los diputados, quienes seguramente tendrán sus propios intereses y agendas en juego. De entrada, esto huele a pelea, pura controversia y a que van a dar candela en el hemiciclo, diay.
Si al final le quitan la inmunidad, y luego lo encuentran culpable, Chaves podría meterse en un lío bien grande. Podrían inhabilitarlo de cuatro años para ejercer cargos públicos, o peor aún, mandarlo pa' casa directamente. Una caída libre, literalmente, ¡qué pena!
Pero a pesar de toda esta bronca legal, Chaves mantiene su base de apoyo intacta. Muchos ticos todavía creen en su discurso populista y en sus promesas de cambio. Otros, simplemente, ven en él una figura que desafía al establishment político tradicional, aunque se esté jalando unas tortas en el camino. El caso es que el mae tiene pegamento, no se puede negar.
En fin, la cosa está servida y los próximos días serán cruciales para el futuro político de Rodrigo Chaves. El TSE investiga, los diputados deliberan y nosotros, los ciudadanos, nos quedamos mirando este circo político con una mezcla de incredulidad y resignación. ¿Será que la polarización ha llegado para quedarse, o habrá alguna sorpresa que nos haga cambiar de opinión? Ustedes qué piensan, ¿creen que Chaves podrá salir ileso de este embrollo o estamos frente al principio del fin de su administración?
