¡Ay, Dios mío! Esto sí que está que arde. El TSE, nuestra querida institución encargada de mantener el orden democrático, anda en modo ‘defensa total’ ante una campaña de desprestigio que parece sacada de película. Entre montajes fotográficos dignos de Hollywood y citas inventadas que le atribuyen cosas a figuras internacionales, la cosa está bien fea. Y todo esto, por supuesto, en pleno conflicto por la inmunidad del Presidente Chaves... ¡qué brete!
Según fuentes internas del TSE, la estrategia va dirigida a socavar la confianza pública en la institución, pintándolos como unos jueces amaños y buscando crear un clima de tensión antes de tomar decisiones clave. La movida, dicen algunos analistas políticos, busca presionar a la Asamblea Legislativa para que les quite la inmunidad al Presidente, aunque eso sea meterse en un lío aún mayor. Parece que la política nacional se puso más picante que salsilla.
El primer golpe bajo vino de un medio digital llamado ACR – Noticias Costa Rica, donde publicaron una nota acusando a un jurista de demandar al TSE por supuestos excesos. Lo peor de todo es que acompañaron la noticia con una foto retocada de Eugenia Zamora, la presidenta del TSE. ¡Imagínate!, le pusieron un blazer verde y blanco que ella jamás ha usado. ¿Quién se creyó que era Photoshop? Que descaro, mae.
Pero la cosa no termina ahí. En Facebook, alguien creó una página anónima llamada “El Oráculo de Costa Rica” (como si fuera Nostradamus, pero con noticias falsas), y allí le atribuyeron unas declaraciones escandalosas a José Thompson Jiménez, una figura respetadísima internacionalmente en temas de derechos humanos y procesos electorales. Thompson, rápido de reflejos, salió a negar rotundamente haber dicho esas barbaridades. ¡Qué sal, eh! Inventarse cosas así es atreverse con el diablo.
Gustavo Román Jacobo, director general del TSE, no se anduvo con rodeos: calificó la situación como una “narrativa concertada de difamación” que busca demonizarlos y provocar a la gente. Dijo que la campaña funciona a varios niveles, usando diferentes formatos y actores, pero siempre repitiendo las mismas mentiras. Y agregó algo que me pareció muy importante: buscan proyectar una “imagen de arbitrariedad del TSE” para sembrar la discordia entre los costarricenses. ¡Esto ya suena a conspiración!
El TSE, entendiblemente, ha pedido a todos los medios de comunicación y a la ciudadanía en general que verifiquen la información antes de compartirla, especialmente en tiempos como estos. Han insistido en que seguirán vigilando de cerca cualquier intento de deslegitimar su trabajo y denunciarán públicamente a quienes se dedican a difundir noticias falsas. Necesitamos más responsabilidad social en redes, ¡qué pena que haya tanta gente que comparte cosas sin pensar!
Ahora, hablando claro, creo que esto nos plantea un problema serio como sociedad. Vivimos en una época donde cualquiera puede crear noticias falsas y compartirlas con facilidad, y eso pone en riesgo la estabilidad democrática de nuestro país. Tenemos que aprender a discernir entre la verdad y la mentira, y a exigir a los medios de comunicación que sean responsables con la información que publican. La manipulación informativa es una herramienta peligrosa, y debemos combatirla con inteligencia y sentido común. Pero… ¿hasta qué punto somos nosotros, los ciudadanos, responsables de verificar la información que consumimos?
Y acá les dejo la pregunta para que se les caliente el coco: Con la proliferación de noticias falsas y campañas de desinformación en redes sociales, ¿cree usted que el TSE debería tomar medidas más drásticas para combatir estas acciones, como censurar ciertos contenidos o perseguir legalmente a quienes los difunden? Déjenme sus comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas del foro!
Según fuentes internas del TSE, la estrategia va dirigida a socavar la confianza pública en la institución, pintándolos como unos jueces amaños y buscando crear un clima de tensión antes de tomar decisiones clave. La movida, dicen algunos analistas políticos, busca presionar a la Asamblea Legislativa para que les quite la inmunidad al Presidente, aunque eso sea meterse en un lío aún mayor. Parece que la política nacional se puso más picante que salsilla.
El primer golpe bajo vino de un medio digital llamado ACR – Noticias Costa Rica, donde publicaron una nota acusando a un jurista de demandar al TSE por supuestos excesos. Lo peor de todo es que acompañaron la noticia con una foto retocada de Eugenia Zamora, la presidenta del TSE. ¡Imagínate!, le pusieron un blazer verde y blanco que ella jamás ha usado. ¿Quién se creyó que era Photoshop? Que descaro, mae.
Pero la cosa no termina ahí. En Facebook, alguien creó una página anónima llamada “El Oráculo de Costa Rica” (como si fuera Nostradamus, pero con noticias falsas), y allí le atribuyeron unas declaraciones escandalosas a José Thompson Jiménez, una figura respetadísima internacionalmente en temas de derechos humanos y procesos electorales. Thompson, rápido de reflejos, salió a negar rotundamente haber dicho esas barbaridades. ¡Qué sal, eh! Inventarse cosas así es atreverse con el diablo.
Gustavo Román Jacobo, director general del TSE, no se anduvo con rodeos: calificó la situación como una “narrativa concertada de difamación” que busca demonizarlos y provocar a la gente. Dijo que la campaña funciona a varios niveles, usando diferentes formatos y actores, pero siempre repitiendo las mismas mentiras. Y agregó algo que me pareció muy importante: buscan proyectar una “imagen de arbitrariedad del TSE” para sembrar la discordia entre los costarricenses. ¡Esto ya suena a conspiración!
El TSE, entendiblemente, ha pedido a todos los medios de comunicación y a la ciudadanía en general que verifiquen la información antes de compartirla, especialmente en tiempos como estos. Han insistido en que seguirán vigilando de cerca cualquier intento de deslegitimar su trabajo y denunciarán públicamente a quienes se dedican a difundir noticias falsas. Necesitamos más responsabilidad social en redes, ¡qué pena que haya tanta gente que comparte cosas sin pensar!
Ahora, hablando claro, creo que esto nos plantea un problema serio como sociedad. Vivimos en una época donde cualquiera puede crear noticias falsas y compartirlas con facilidad, y eso pone en riesgo la estabilidad democrática de nuestro país. Tenemos que aprender a discernir entre la verdad y la mentira, y a exigir a los medios de comunicación que sean responsables con la información que publican. La manipulación informativa es una herramienta peligrosa, y debemos combatirla con inteligencia y sentido común. Pero… ¿hasta qué punto somos nosotros, los ciudadanos, responsables de verificar la información que consumimos?
Y acá les dejo la pregunta para que se les caliente el coco: Con la proliferación de noticias falsas y campañas de desinformación en redes sociales, ¿cree usted que el TSE debería tomar medidas más drásticas para combatir estas acciones, como censurar ciertos contenidos o perseguir legalmente a quienes los difunden? Déjenme sus comentarios, ¡quiero saber qué piensan mis compas del foro!
