¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con movidas que dan risa y pena a partes iguales. Resulta que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le mandó parar bolas al Gobierno de Rodrigo Chaves, específicamente a quitarle de encima la campaña "Cayó la Mordaza". Parece que esto del tema electoral va tomando tintes más interesantes de lo esperado, ¿verdad?
Todo empezó con Angie Cruickshank, la defensora de los habitantes, quien llevó el caso al TSE alegando que el Gobierno estaba usando plata pública para hacer proselitismo. Según ella, estaban tirando la casa por la ventana –o mejor dicho, usando las redes sociales de varios ministerios– para publicar una imagen del Presidente Chaves con la boca tapada, justo ahí donde debería estar hablando. Una jugada poco elegante, para decir lo menos.
¿Y qué decía el reclamo exactamente? Pues que eso era una clara violación del derecho a la información veraz y completa, y que además estaba poniendo en riesgo la estabilidad democrática del país. ¡Imagínate!, presionar al sistema judicial y a la Fuerza Pública con mensajes políticos durante la época de veda electoral... ¡Eso sí que es apuro!
La Defensoría argumentaba que, con la Fuerza Pública ahora bajo el mando de la policía, cualquier intento de influencia política es aún más delicado. Se supone que estos lugares debieron permanecer neutrales durante este periodo electoral. La cosa se puso seria cuando la defensora remarcó que esta actuación constituía una forma de presión política institucionalizada sobre el sistema democrático, sumándole que la gravedad aumentaba gracias a la difusión en los canales oficiales de Seguridad Pública y la Fuerza Pública, precisamente donde más debía prevalecer la neutralidad.
El TSE, después de evaluar el caso, decidió admitirlo y ahora tanto Chaves como el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, tendrán que rendir cuentas bajo juramento. Si no lo hacen dentro del plazo estipulado, se asumirá que todo lo dicho por Cruickshank es verdad. ¡Esto ya huele a caldo podrido, mae!
Pero lo más rápido fue la medida cautelar: el TSE les ordenó retirar la campaña de todas las redes sociales del gobierno. Y vaya que lo hicieron rapidito, unas horitas después de que se hiciera viral. Aunque al final lo sacaron, el TSE ya marcó el territorio, demostrando que el Poder Ejecutivo no puede actuar a su antojo, especialmente cuando se trata de temas electorales.
Este es el primer choque legal entre el Gobierno y el TSE desde que Chaves llegó a la Casa Amarilla, y la verdad es que pinta interesante. Ya hemos visto otras polémicas, pero esta parece que tiene más sustancia. Ahora hay que esperar a ver cómo responden Chaves y Zamora a las acusaciones y si esto afectará su popularidad en la próxima elección. Al parecer, vamos a tener bastante material para comentar en el Foro en las próximas semanas.
Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno realmente cometió una falta grave o simplemente se trató de una campaña publicitaria desafortunada? ¿Deberían haber sido más cuidadosos con el mensaje y la imagen utilizada, o es exagerado considerarlo una amenaza a la democracia?
Todo empezó con Angie Cruickshank, la defensora de los habitantes, quien llevó el caso al TSE alegando que el Gobierno estaba usando plata pública para hacer proselitismo. Según ella, estaban tirando la casa por la ventana –o mejor dicho, usando las redes sociales de varios ministerios– para publicar una imagen del Presidente Chaves con la boca tapada, justo ahí donde debería estar hablando. Una jugada poco elegante, para decir lo menos.
¿Y qué decía el reclamo exactamente? Pues que eso era una clara violación del derecho a la información veraz y completa, y que además estaba poniendo en riesgo la estabilidad democrática del país. ¡Imagínate!, presionar al sistema judicial y a la Fuerza Pública con mensajes políticos durante la época de veda electoral... ¡Eso sí que es apuro!
La Defensoría argumentaba que, con la Fuerza Pública ahora bajo el mando de la policía, cualquier intento de influencia política es aún más delicado. Se supone que estos lugares debieron permanecer neutrales durante este periodo electoral. La cosa se puso seria cuando la defensora remarcó que esta actuación constituía una forma de presión política institucionalizada sobre el sistema democrático, sumándole que la gravedad aumentaba gracias a la difusión en los canales oficiales de Seguridad Pública y la Fuerza Pública, precisamente donde más debía prevalecer la neutralidad.
El TSE, después de evaluar el caso, decidió admitirlo y ahora tanto Chaves como el ministro de Seguridad Pública, Mario Zamora, tendrán que rendir cuentas bajo juramento. Si no lo hacen dentro del plazo estipulado, se asumirá que todo lo dicho por Cruickshank es verdad. ¡Esto ya huele a caldo podrido, mae!
Pero lo más rápido fue la medida cautelar: el TSE les ordenó retirar la campaña de todas las redes sociales del gobierno. Y vaya que lo hicieron rapidito, unas horitas después de que se hiciera viral. Aunque al final lo sacaron, el TSE ya marcó el territorio, demostrando que el Poder Ejecutivo no puede actuar a su antojo, especialmente cuando se trata de temas electorales.
Este es el primer choque legal entre el Gobierno y el TSE desde que Chaves llegó a la Casa Amarilla, y la verdad es que pinta interesante. Ya hemos visto otras polémicas, pero esta parece que tiene más sustancia. Ahora hay que esperar a ver cómo responden Chaves y Zamora a las acusaciones y si esto afectará su popularidad en la próxima elección. Al parecer, vamos a tener bastante material para comentar en el Foro en las próximas semanas.
Con todo este panorama, me pregunto: ¿cree usted que el gobierno realmente cometió una falta grave o simplemente se trató de una campaña publicitaria desafortunada? ¿Deberían haber sido más cuidadosos con el mensaje y la imagen utilizada, o es exagerado considerarlo una amenaza a la democracia?