¡Ay, Dios mío! Esto sí que está calito. La temporada alta turística, que debería ser nuestro salvavidas económico, parece estar metiéndose en un brete enorme. Los panas del Proimagen, la cámara de turismo, están encendidos porque el dólar sigue dando patadas al aire y nos estamos quedando sin competitividad. ¡Qué carga!
Desde mediados del 2022, la moneda gringa ha caído un 25%, y aunque a algunos les parezca que eso es bueno, la realidad es que a nosotros, los que vivimos del turismo, nos está pegando duro. Los precios de nuestros servicios y productos se ven más altos para los extranjeros, y eso hace que prefieran irse a otros lados donde les cueste menos.
Imagínate, los hoteles económicos son los primeros en sentir el pinchazo. Ese turista que busca el paquete más barato, pues se va buscando otro destino. Los hoteles de lujo, claro, tienen un colchoncito más grueso, pero hasta ellos empiezan a notar el efecto dominó. No se puede negar, esto no pinta nada bien si queremos mantenernos firmes en el mapa turístico mundial. La situación es delicada, diay.
Y no es solo el bolsillo del turista; miles de empleos se están viendo amenazados. Según datos de la Cámara de Turismo Guanacasteca, hemos perdido cerca de 22 mil empleos en el sector desde el tercer trimestre de 2024. Eso, sumado al aumento de los costos operativos gracias a este colón fortalecido y una pequeña caída en la visita, nos tiene a todos preocupadísimos.
Pero no todo está perdido. Los empresarios están pidiendo a gritos que se abra una “mesa de diálogo técnica”. Quieren sentarse a conversar con las autoridades para buscar soluciones concretas, algo que realmente pueda ayudar a frenar esta sangría económica. Necesitamos que el gobierno entienda la gravedad de la situación y tome cartas en el asunto, ¡pronto!
Algunos expertos dicen que el problema es complejo, que hay factores externos e internos que influyen en el tipo de cambio. Otros señalan que la política monetaria del Banco Central necesita un ajuste. Lo cierto es que necesitamos actuar rápido antes de que la cosa se complique aún más. ¡No podemos permitirnos perder el tren!
La verdad, cuesta entender por qué no se ha tomado medidas antes. Ya llevamos casi dos años viendo cómo el dólar se deprecia y cómo eso nos afecta. Parece que tenemos que llegar al límite para que alguien reaccione. Que no digan luego que no sabían, ¡porque estamos gritándolo desde hace tiempo!
Ahora bien, considerando todas estas variables, y pensando en el futuro del turismo en Costa Rica, ¿cree usted que la creación de esta mesa de diálogo técnica será suficiente para revertir esta tendencia negativa o deberíamos considerar otras alternativas más drásticas? Comparta sus ideas y veamos qué sale entre todos.
Desde mediados del 2022, la moneda gringa ha caído un 25%, y aunque a algunos les parezca que eso es bueno, la realidad es que a nosotros, los que vivimos del turismo, nos está pegando duro. Los precios de nuestros servicios y productos se ven más altos para los extranjeros, y eso hace que prefieran irse a otros lados donde les cueste menos.
Imagínate, los hoteles económicos son los primeros en sentir el pinchazo. Ese turista que busca el paquete más barato, pues se va buscando otro destino. Los hoteles de lujo, claro, tienen un colchoncito más grueso, pero hasta ellos empiezan a notar el efecto dominó. No se puede negar, esto no pinta nada bien si queremos mantenernos firmes en el mapa turístico mundial. La situación es delicada, diay.
Y no es solo el bolsillo del turista; miles de empleos se están viendo amenazados. Según datos de la Cámara de Turismo Guanacasteca, hemos perdido cerca de 22 mil empleos en el sector desde el tercer trimestre de 2024. Eso, sumado al aumento de los costos operativos gracias a este colón fortalecido y una pequeña caída en la visita, nos tiene a todos preocupadísimos.
Pero no todo está perdido. Los empresarios están pidiendo a gritos que se abra una “mesa de diálogo técnica”. Quieren sentarse a conversar con las autoridades para buscar soluciones concretas, algo que realmente pueda ayudar a frenar esta sangría económica. Necesitamos que el gobierno entienda la gravedad de la situación y tome cartas en el asunto, ¡pronto!
Algunos expertos dicen que el problema es complejo, que hay factores externos e internos que influyen en el tipo de cambio. Otros señalan que la política monetaria del Banco Central necesita un ajuste. Lo cierto es que necesitamos actuar rápido antes de que la cosa se complique aún más. ¡No podemos permitirnos perder el tren!
La verdad, cuesta entender por qué no se ha tomado medidas antes. Ya llevamos casi dos años viendo cómo el dólar se deprecia y cómo eso nos afecta. Parece que tenemos que llegar al límite para que alguien reaccione. Que no digan luego que no sabían, ¡porque estamos gritándolo desde hace tiempo!
Ahora bien, considerando todas estas variables, y pensando en el futuro del turismo en Costa Rica, ¿cree usted que la creación de esta mesa de diálogo técnica será suficiente para revertir esta tendencia negativa o deberíamos considerar otras alternativas más drásticas? Comparta sus ideas y veamos qué sale entre todos.