¡Ay, Dios mío! Esto sí que se puso interesante. Resulta que Uber, la app que nos facilita movernos por la ciudad, anda con el agua al cuello acá en Costa Rica. Después de un fallo judicial que le cayó como balde de agua fría, ahora enfrentan la posibilidad de que embarguen sus bienes para cubrirle la papa a un exconductor.
Todo esto viene de raíz, ¿eh? Un chofer se echó un buen churro legal contra Uber argumentando que, aunque trabajaba bajo su plataforma, era un empleado más y tenía todos los derechos laborales que les corresponden a los nacionales. Después de batallar en los tribunales, el Juzgado de Trabajo le dio la razón al conductor, declarándolo con toda justicia que había sido despedidito sin previo aviso y sin cumplirle a cabalidad con la ley.
Y ahí no quedó la cosa, güevitos. El abogado del conductor, con astucia bien tica, pidió un embargo preventivo. ¿Qué significa eso? Pues que quieren congelarle unos cuantos activos a Uber para asegurarse de que van a cobrarle lo que le corresponde al señor. Imaginen la escena: jueces revisando las oficinas de Uber, haciendo inventario de todo… ¡Qué tremenda vara!
El embargo apuntaría a varias propiedades y negocios de Uber en Costa Rica, incluyendo el lujoso complejo Bambú Eco Urbano, las oficinas en Vía Lindora y hasta algunos pedazos en Marina Village, en Los Sueños. Se trata de asegurar que Uber no se vaya a hacer la mosca y trate de evadir el pago. Porque ya saben cómo son algunas empresas, siempre buscando las vueltas para no cumplir con sus obligaciones.
Lo curioso de este caso es que no es la primera vez que Uber se mete en problemas judiciales por temas laborales en Costa Rica. Ya hubo otro juicio similar que salió favorable al trabajador, estableciendo un precedente importantísimo. Esto demuestra que nuestros jueces están poniendo lupa a estas plataformas digitales y no se van a dejar amedrentar por los abogados listos de Uber.
Esto marca un antes y un después en la forma en que se ven estos trabajos “independientes” en Costa Rica. Parece que el concepto de ‘colaborador’ o ‘socio’ no va a servir para escudarse y evadir las responsabilidades laborales. Nuestros tribunales están diciendo claro: si hay relación de dependencia, si te pagan y si te dicen qué hacer, ¡eres empleado y tienes derecho a todo lo que la ley te garantiza!
El fallo judicial indica que Uber controla a los conductores a través de algoritmos, calificaciones y otros incentivos, lo cual en la práctica equivale a subordinación laboral. Ahí queda claro que no es tan simple como decir que son ‘socios’ que trabajan por cuenta propia. El judge calificó toda esa movida como un despido injustificado, dejando a Uber bien en la cuerda floja y obligándolos a pagar cesantías, aguinaldos atrasados, vacaciones, salarios caídos y hasta una compensación por los daños y perjuicios causados al conductor. ¡Una verdadera torta!
Ahora, me pregunto: ¿cree usted que este fallo sienta un precedente suficiente para proteger los derechos de los trabajadores de plataformas digitales en Costa Rica, o Uber buscará otras formas de evadir sus responsabilidades? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!
Todo esto viene de raíz, ¿eh? Un chofer se echó un buen churro legal contra Uber argumentando que, aunque trabajaba bajo su plataforma, era un empleado más y tenía todos los derechos laborales que les corresponden a los nacionales. Después de batallar en los tribunales, el Juzgado de Trabajo le dio la razón al conductor, declarándolo con toda justicia que había sido despedidito sin previo aviso y sin cumplirle a cabalidad con la ley.
Y ahí no quedó la cosa, güevitos. El abogado del conductor, con astucia bien tica, pidió un embargo preventivo. ¿Qué significa eso? Pues que quieren congelarle unos cuantos activos a Uber para asegurarse de que van a cobrarle lo que le corresponde al señor. Imaginen la escena: jueces revisando las oficinas de Uber, haciendo inventario de todo… ¡Qué tremenda vara!
El embargo apuntaría a varias propiedades y negocios de Uber en Costa Rica, incluyendo el lujoso complejo Bambú Eco Urbano, las oficinas en Vía Lindora y hasta algunos pedazos en Marina Village, en Los Sueños. Se trata de asegurar que Uber no se vaya a hacer la mosca y trate de evadir el pago. Porque ya saben cómo son algunas empresas, siempre buscando las vueltas para no cumplir con sus obligaciones.
Lo curioso de este caso es que no es la primera vez que Uber se mete en problemas judiciales por temas laborales en Costa Rica. Ya hubo otro juicio similar que salió favorable al trabajador, estableciendo un precedente importantísimo. Esto demuestra que nuestros jueces están poniendo lupa a estas plataformas digitales y no se van a dejar amedrentar por los abogados listos de Uber.
Esto marca un antes y un después en la forma en que se ven estos trabajos “independientes” en Costa Rica. Parece que el concepto de ‘colaborador’ o ‘socio’ no va a servir para escudarse y evadir las responsabilidades laborales. Nuestros tribunales están diciendo claro: si hay relación de dependencia, si te pagan y si te dicen qué hacer, ¡eres empleado y tienes derecho a todo lo que la ley te garantiza!
El fallo judicial indica que Uber controla a los conductores a través de algoritmos, calificaciones y otros incentivos, lo cual en la práctica equivale a subordinación laboral. Ahí queda claro que no es tan simple como decir que son ‘socios’ que trabajan por cuenta propia. El judge calificó toda esa movida como un despido injustificado, dejando a Uber bien en la cuerda floja y obligándolos a pagar cesantías, aguinaldos atrasados, vacaciones, salarios caídos y hasta una compensación por los daños y perjuicios causados al conductor. ¡Una verdadera torta!
Ahora, me pregunto: ¿cree usted que este fallo sienta un precedente suficiente para proteger los derechos de los trabajadores de plataformas digitales en Costa Rica, o Uber buscará otras formas de evadir sus responsabilidades? Déjeme saber su opinión en los comentarios, ¡me interesa saber qué piensa el pueblo!
