¡Ay, Dios mío! Quién lo diría, la Universidad de Costa Rica (UCR) andaba con el agua al cuello, y ahora sale a relucir que tenían guardaditos unos billetes para pagar esas anualidades que estaban generando tanto quilombo. Resulta que el rector Carlos Araya soltó la bomba de que todo se va a solucionar con los “ahorros” de la propia universidad, un alivio, vaya. Pero bueno, aquí en Costa Rica sabemos que siempre hay un pero, ¿verdad?
Para refrescarles la memoria a los más despistados, la movida de las anualidades es un aumentito salarial que le dan al personal de la UCR basado en su tiempo y experiencia. Según la convención colectiva, deberían estar recibiendo eso todos los años, pero desde hace rato se había aplicado una ley que bajaba esos porcentajes, digamos que la plata estaba dura por ahí. De repente, el Consejo Universitario (CU) decide devolverle el gusto al personal y aprobar una modificación presupuestaria para reactivar esas anualidades del 3,75%, y se abre otro pandemonio.
Y aquí es donde entra la parte curiosa. Antes de anunciar que iban a echarle mano a los ahorros, se mandaron a publicar una circular medio rara que decía que tenían que multiplicar las anualidades por cinco años, ¡qué despiche! Esto obviamente causó un revuelo enorme porque parecía que iban a sacar una lana descomunal. Menos mal que corrigieron el error rapidito, aunque ya la gente andaba comentando que parecía sacado de un capítulo de ‘Los Simpson’.
Ahora bien, según el rector, todo esto se va a cubrir con los ahorros generados gracias a cambios en los regímenes salariales, tanto globales como académicos. Dice que lograron reducir costos significativos en la masa salarial, y que con esos dineros van a poder pagar al menos la mitad de la deuda acumulada desde 2020. ¡Imagínate!, parece que la austeridad sí dio sus frutos, aunque siempre dudamos un poquito de estas cosas, ¿no les parece?
Lo que más preocupa es que todavía queda un buen pedazo de la deuda por pagar, casi el 50%. ¿Cómo piensan taparle ese agujero? Porque si empiezan a recortar en becas o en proyectos de investigación, la cosa se pone fea. Ya saben cómo son las cosas por acá, siempre buscando dónde apretar para salir del apuro. Esperemos que no afecte directamente a los estudiantes, que son los que realmente salen perjudicados en estos casos.
Araya recalcó que el pago de las anualidades corresponde solamente a la diferencia del año 2020, y que para los años siguientes todavía no hay una claridad legal total sobre qué hacer. Esto suena a que todavía pueden surgir sorpresas, y que la solución a largo plazo no está tan clara como quieren hacernos creer. Además, hay que tener en cuenta que la Contraloría Universitaria también ha puesto ojo avante, así que seguramente habrá revisiones constantes para asegurarse de que todo esté en regla.
En fin, la UCR parece haber esquivado el tiro por poco, pero la incertidumbre sigue latente. Al final del día, lo importante es que el personal de la universidad reciba lo que les corresponde, pero también es crucial que la institución mantenga su estabilidad financiera y pueda seguir ofreciendo educación de calidad. Una cosa lleva a la otra, ¿entienden?
Después de todo este rollo, me pregunto: ¿Creen que estos "ahorros" son suficientes para resolver definitivamente el problema de las anualidades en la UCR, o estamos ante una solución temporal que terminará trayendo más dolores de cabeza en el futuro? ¡Déjenme saber qué opinan en los comentarios!
Para refrescarles la memoria a los más despistados, la movida de las anualidades es un aumentito salarial que le dan al personal de la UCR basado en su tiempo y experiencia. Según la convención colectiva, deberían estar recibiendo eso todos los años, pero desde hace rato se había aplicado una ley que bajaba esos porcentajes, digamos que la plata estaba dura por ahí. De repente, el Consejo Universitario (CU) decide devolverle el gusto al personal y aprobar una modificación presupuestaria para reactivar esas anualidades del 3,75%, y se abre otro pandemonio.
Y aquí es donde entra la parte curiosa. Antes de anunciar que iban a echarle mano a los ahorros, se mandaron a publicar una circular medio rara que decía que tenían que multiplicar las anualidades por cinco años, ¡qué despiche! Esto obviamente causó un revuelo enorme porque parecía que iban a sacar una lana descomunal. Menos mal que corrigieron el error rapidito, aunque ya la gente andaba comentando que parecía sacado de un capítulo de ‘Los Simpson’.
Ahora bien, según el rector, todo esto se va a cubrir con los ahorros generados gracias a cambios en los regímenes salariales, tanto globales como académicos. Dice que lograron reducir costos significativos en la masa salarial, y que con esos dineros van a poder pagar al menos la mitad de la deuda acumulada desde 2020. ¡Imagínate!, parece que la austeridad sí dio sus frutos, aunque siempre dudamos un poquito de estas cosas, ¿no les parece?
Lo que más preocupa es que todavía queda un buen pedazo de la deuda por pagar, casi el 50%. ¿Cómo piensan taparle ese agujero? Porque si empiezan a recortar en becas o en proyectos de investigación, la cosa se pone fea. Ya saben cómo son las cosas por acá, siempre buscando dónde apretar para salir del apuro. Esperemos que no afecte directamente a los estudiantes, que son los que realmente salen perjudicados en estos casos.
Araya recalcó que el pago de las anualidades corresponde solamente a la diferencia del año 2020, y que para los años siguientes todavía no hay una claridad legal total sobre qué hacer. Esto suena a que todavía pueden surgir sorpresas, y que la solución a largo plazo no está tan clara como quieren hacernos creer. Además, hay que tener en cuenta que la Contraloría Universitaria también ha puesto ojo avante, así que seguramente habrá revisiones constantes para asegurarse de que todo esté en regla.
En fin, la UCR parece haber esquivado el tiro por poco, pero la incertidumbre sigue latente. Al final del día, lo importante es que el personal de la universidad reciba lo que les corresponde, pero también es crucial que la institución mantenga su estabilidad financiera y pueda seguir ofreciendo educación de calidad. Una cosa lleva a la otra, ¿entienden?
Después de todo este rollo, me pregunto: ¿Creen que estos "ahorros" son suficientes para resolver definitivamente el problema de las anualidades en la UCR, o estamos ante una solución temporal que terminará trayendo más dolores de cabeza en el futuro? ¡Déjenme saber qué opinan en los comentarios!