¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir... Después del bache tremendo que nos dimos con la quebrada Los Negritos desbordándose y esa alerta de un personaje moviéndose raro por los alrededores, la UCR se recompuso como si nada. Este sábado volvimos a ver rostros conocidos entre los pasillos, aunque con un poco más de precaución, pues vaya sustito nos pegamos.
Como saben, el panorama era medio turbio ayer. La combinación del temporal con el río bravo saliendo de su cauce y esos rumores de alguien rondando por los campus generando pánico generalizado puso a todos en modo ‘ojo avizor’. Hubo quien decía que era un ex alumno resentido, otros que algún tipo de bromista de manual. Pero da igual, la verdad es que la cosa se puso tensa rapidito y hasta los estudiantes más tranquilos estaban con el corazón en la boca.
Por fortuna, las autoridades universitarias actuaron rápido. Reforzaron la seguridad en todos los campus, metieron más vigilantes y hasta pidieron apoyo a la policía. Se habilitaron puntos de información y atención psicológica para quienes andaban más alterados, porque créame, había gente que no dormía ni en bobo desde que escuchó la primera alarma. Pura tensión, diay.
Ahora, la UCR respira tranquila, al menos por ahora. Anuncian que hoy, sábado, van a tomar algunas evaluaciones programadas, así que muchos estudiantes ya están corriendo para ponerse al día con todo lo perdido. Las decanaturas, mientras tanto, están echándole un ojo técnico a los edificios que sufrieron daños por la lluvia para ver qué ajustes hay que hacer. No quieren sorpresas desagradables, eso sí.
Y hablando de ajustes, los directivos de la UCR le piden a toda la comunidad universitaria que mantengan la calma y confíen en las decisiones institucionales. Lo dicen ellos, pero la verdad es que después de este par de días movidos, uno se queda pensando qué demonios va a pasar mañana. Uno nunca sabe cuándo la Pachamama decide sacudirnos un poquito, ¿verdad?
Para los que viven lejos y estaban preocupados, les cuento que todas las sedes, recintos y fincas experimentales volverán a operar con total normalidad desde el lunes. Eso quiere decir que ya podemos retomar nuestras rutinas habituales, aunque siempre con un pie atrás, para estar atentos a cualquier cosita que pueda salir mal. Porque aquí en Costa Rica, uno nunca descarta nada, ni siquiera el chaparrón sorpresa de media tarde.
Claro que esto también nos recuerda lo importante que es cuidar nuestro entorno. Ese desborde de la quebrada Los Negritos no fue una casualidad. La deforestación y la construcción indiscriminada cerca de los ríos tienen consecuencias, y estas pueden ser bastante graves. Esperemos que esta experiencia sirva para reflexionar y tomar medidas preventivas antes de que nos llevemos otro susto de estos.
Bueno, señores y señoras, ¿qué opinan ustedes? Después de todo este lío, ¿creen que la UCR debería invertir más en sistemas de alerta temprana y planes de evacuación ante emergencias? ¿O deberían enfocarse en campañas de concientización sobre la importancia de proteger nuestros recursos naturales? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo!
Como saben, el panorama era medio turbio ayer. La combinación del temporal con el río bravo saliendo de su cauce y esos rumores de alguien rondando por los campus generando pánico generalizado puso a todos en modo ‘ojo avizor’. Hubo quien decía que era un ex alumno resentido, otros que algún tipo de bromista de manual. Pero da igual, la verdad es que la cosa se puso tensa rapidito y hasta los estudiantes más tranquilos estaban con el corazón en la boca.
Por fortuna, las autoridades universitarias actuaron rápido. Reforzaron la seguridad en todos los campus, metieron más vigilantes y hasta pidieron apoyo a la policía. Se habilitaron puntos de información y atención psicológica para quienes andaban más alterados, porque créame, había gente que no dormía ni en bobo desde que escuchó la primera alarma. Pura tensión, diay.
Ahora, la UCR respira tranquila, al menos por ahora. Anuncian que hoy, sábado, van a tomar algunas evaluaciones programadas, así que muchos estudiantes ya están corriendo para ponerse al día con todo lo perdido. Las decanaturas, mientras tanto, están echándole un ojo técnico a los edificios que sufrieron daños por la lluvia para ver qué ajustes hay que hacer. No quieren sorpresas desagradables, eso sí.
Y hablando de ajustes, los directivos de la UCR le piden a toda la comunidad universitaria que mantengan la calma y confíen en las decisiones institucionales. Lo dicen ellos, pero la verdad es que después de este par de días movidos, uno se queda pensando qué demonios va a pasar mañana. Uno nunca sabe cuándo la Pachamama decide sacudirnos un poquito, ¿verdad?
Para los que viven lejos y estaban preocupados, les cuento que todas las sedes, recintos y fincas experimentales volverán a operar con total normalidad desde el lunes. Eso quiere decir que ya podemos retomar nuestras rutinas habituales, aunque siempre con un pie atrás, para estar atentos a cualquier cosita que pueda salir mal. Porque aquí en Costa Rica, uno nunca descarta nada, ni siquiera el chaparrón sorpresa de media tarde.
Claro que esto también nos recuerda lo importante que es cuidar nuestro entorno. Ese desborde de la quebrada Los Negritos no fue una casualidad. La deforestación y la construcción indiscriminada cerca de los ríos tienen consecuencias, y estas pueden ser bastante graves. Esperemos que esta experiencia sirva para reflexionar y tomar medidas preventivas antes de que nos llevemos otro susto de estos.
Bueno, señores y señoras, ¿qué opinan ustedes? Después de todo este lío, ¿creen que la UCR debería invertir más en sistemas de alerta temprana y planes de evacuación ante emergencias? ¿O deberían enfocarse en campañas de concientización sobre la importancia de proteger nuestros recursos naturales? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo!