¡Qué barbaridad, mael!
Un sujeto identificado como Chinchilla, va a pasar unos buenos añitos tras las rejas, directo al bote. El Tribunal Penal de San José le cayó con toda, mandándolo a cumplir 14 años y 7 meses de prisión por un montón de broncas que le armó a su pareja: violación, allanamiento de morada, maltrato y amenazas, ¡una combinación bien salada!
Según la Fiscalía Adjunta contra la Violencia de Género, todo este brete ocurrió durante el año pasado, mientras él y la dama mantenían una relación sentimental. Parece que el pobre Juancho se dejó llevar por los celos o qué sé yo, porque decidió que la mejor manera de demostrar su “amor” era meterse a su casa sin permiso y empezar a darle candela.
La cosa no paró ahí, chunches. La Fiscalía presentó pruebas contundentes que demuestran cómo el señor Chinchilla aprovechó la confianza de la víctima para colarse a su hogar y cometer todos estos crímenes. El juez no tuvo contemplaciones y lo declaró culpado de todas las acusaciones, dejando claro que en Costa Rica no hay lugar para estas varas de violencia doméstica.
Y ni hablar de la intención. Este mae no andaba jugando; la fiscalía demostró que sus acciones fueron intencionales y causaron un daño emocional profundo a la señora. Se trata de una conducta reprobable que atenta contra la integridad física y psicológica de las mujeres, y que merecía todo el rigor de la ley.
Ahora, mientras se define la condena, el Tribunal ha ordenado que Chinchilla permanezca preso preventivamente. O sea, que no piensa soltarlo tan fácil. Así que digamos que ya empezó a disfrutar de su nuevo hogar… el sistema penitenciario, diay.
Este caso nos recuerda, otra vez, lo grave que es la violencia de género en nuestro país. Pura torta ver cómo algunos hombres todavía creen que tienen derecho a controlar y agredir a sus parejas. Tenemos que seguir luchando para crear una cultura de respeto e igualdad, donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y violencia.
La verdad, este tipo debería estar llorándose las lágrimas, porque se echó una torta de campeonato. Pero bueno, así pasa cuando te crees el rey del mambo y decides faltarle el respeto a una mujer. Confiemos en que la justicia haga lo correcto y que sirva de ejemplo para otros que piensen actuar igual. Ojalá que esto ayude a concienciar a más personas sobre este problema tan serio que afecta a muchas familias ticas.
¿Ustedes qué opinan, compañeros del Foro? ¿Consideran que la sentencia es justa, o creen que debería haber sido mayor? ¿Qué medidas adicionales deberían tomarse para prevenir la violencia de género en nuestras comunidades?
Un sujeto identificado como Chinchilla, va a pasar unos buenos añitos tras las rejas, directo al bote. El Tribunal Penal de San José le cayó con toda, mandándolo a cumplir 14 años y 7 meses de prisión por un montón de broncas que le armó a su pareja: violación, allanamiento de morada, maltrato y amenazas, ¡una combinación bien salada!
Según la Fiscalía Adjunta contra la Violencia de Género, todo este brete ocurrió durante el año pasado, mientras él y la dama mantenían una relación sentimental. Parece que el pobre Juancho se dejó llevar por los celos o qué sé yo, porque decidió que la mejor manera de demostrar su “amor” era meterse a su casa sin permiso y empezar a darle candela.
La cosa no paró ahí, chunches. La Fiscalía presentó pruebas contundentes que demuestran cómo el señor Chinchilla aprovechó la confianza de la víctima para colarse a su hogar y cometer todos estos crímenes. El juez no tuvo contemplaciones y lo declaró culpado de todas las acusaciones, dejando claro que en Costa Rica no hay lugar para estas varas de violencia doméstica.
Y ni hablar de la intención. Este mae no andaba jugando; la fiscalía demostró que sus acciones fueron intencionales y causaron un daño emocional profundo a la señora. Se trata de una conducta reprobable que atenta contra la integridad física y psicológica de las mujeres, y que merecía todo el rigor de la ley.
Ahora, mientras se define la condena, el Tribunal ha ordenado que Chinchilla permanezca preso preventivamente. O sea, que no piensa soltarlo tan fácil. Así que digamos que ya empezó a disfrutar de su nuevo hogar… el sistema penitenciario, diay.
Este caso nos recuerda, otra vez, lo grave que es la violencia de género en nuestro país. Pura torta ver cómo algunos hombres todavía creen que tienen derecho a controlar y agredir a sus parejas. Tenemos que seguir luchando para crear una cultura de respeto e igualdad, donde las mujeres puedan vivir libres de miedo y violencia.
La verdad, este tipo debería estar llorándose las lágrimas, porque se echó una torta de campeonato. Pero bueno, así pasa cuando te crees el rey del mambo y decides faltarle el respeto a una mujer. Confiemos en que la justicia haga lo correcto y que sirva de ejemplo para otros que piensen actuar igual. Ojalá que esto ayude a concienciar a más personas sobre este problema tan serio que afecta a muchas familias ticas.
¿Ustedes qué opinan, compañeros del Foro? ¿Consideran que la sentencia es justa, o creen que debería haber sido mayor? ¿Qué medidas adicionales deberían tomarse para prevenir la violencia de género en nuestras comunidades?