Por mi tipo de trabajo, tenemos un rol laboral de tres turnos; en la mañana, tarde y en la noche.
Yo tengo una compañera de trabajo, que está bien rica, la cual, por el horario que ella tiene, cuando labora en el horario de la tarde, sale a la 10:00 de la noche y al día siguiente entra a trabajar a las 06:00 de la mañana, por lo que se queda durmiendo en el trabajo, ya que ahí tenemos acondicionado para quedarse a dormir.
Cuando se queda, ella se levanta tipo 4:45 de la mañana y procede a bañarse, por lo que, desde hace tiempo he tratado de acondicionar el punto para poder samueliarla, por lo que hice un agujero en la puerta de dicho baño y lo camufla con un clavo.
El hecho es que no se me daba la oportunidad para poder hacer realidad mis intenciones, ya que siempre estaba presente el compañero que labora conmigo en la noche.
Hasta que una madrugada, dicho compañero tuvo que salir, como a las 3:00 de la madrugada, a realizar una diligencia del trabajo, quedándome solamentejunto con dicha compañera, y mi compañero se tardó en la diligenciarespectiva, a lo que el reloj marcó la hora de que la compañera tenía que meterse al baño, lo que procedió a hacer.
Llamé al compañero para saber en cuanto tiempo regresaría al lugar de trabajo, tratando de medir el tiempo y evitar ser cacharro espiando a la chica y él me dijo que tardaría un poco más.
Al escuchar dicha respuesta de este compañero y al escuchar, de forma inmediata, el agua de la regadera correr, aproveché para correr y quitar dicho clavo, quedándome una maravillosa vista del cuerpo desnudo de mi compañera, saboreando la vista de un exquisito mico, el cual lo tenía carnudito y con un poco de vello púbico, el cual provocaba chuparlo todo (y hasta morderlo).
No olvido esa imagen, la cual quedó grabada en mi mente, y menos al recordar que ella se ubicó a escasos 50 centímetros de la puerta, por lo que tuve ese riquísimo mico casi pegado en mi cara, y por el tipo de hueco que había hecho, la panorámica era de primera, en HD.
Ahora, cada vez que trabajo con ella, no puedo evitar el recordar, con lujo de detalles, toda esa zona sabrosa.
Costó que se me pudiera hacer realidad esa samueliada, pero valió la pena dicha espera.