Maes, diay, a veces uno lee unas varas en las noticias que de verdad no sabe si reír o llorar. Esta es una de esas. Pónganle atención a este enredo, porque tiene de todo: contradicciones, plata que no aparece y decisiones que simplemente no tienen el más mínimo sentido. Resulta que el mero director de la Academia de Guardacostas, un señor llamado Edson Rodríguez, se fue de jupa y le dijo a los diputados en la Asamblea que la versión del Ministerio de Seguridad (MSP) sobre el traslado de la academia es “absolutamente falsa”. O sea, el propio jefe del chunche diciendo que sus jefazos están hablando paja.
Para los que no están al tanto del chisme: en marzo del año pasado, a algún genio en el MSP, específicamente al viceministro Jiménez Steller, se le ocurrió la brillante idea de mover la Academia de Guardacostas. ¿De dónde? De Quepos, un lugar con... bueno, con mar, que es como lo lógico, ¿no? ¿Hacia dónde? Hacia Pococí. Sí, leyeron bien. A La Rita de Pococí, un lugar que está como a dos horas de la playa más cercana. ¡Qué despiche de decisión! Es como si decidieran poner la escuela de esquí alpino en Puntarenas. La justificación del Ministerio fue que las instalaciones en Quepos estaban en mal estado, pero ahora sale don Edson a decir que eso es mentira, que todo estaba en condiciones óptimas y que, peor aún, ahora los estudiantes "no se están capacitando donde debe ser, en el mar".
Pero espérense, que la vara se pone mejor. Como si mandar a los futuros guardacostas a entrenar lejos del océano no fuera suficiente torta, también hay un detalle financiero que huele feo. Rodríguez les contó a los diputados que el gobierno de Estados Unidos donó $146,000 para mejoras en la academia de Quepos. ¿Y qué pasó con esa platica? El director, con toda la calma del mundo, soltó un: “No sé, habría que preguntarle a los jerarcas”. ¡Así como lo oyen! La plata simplemente se hizo humo, o al menos nadie a cargo del brete sabe dónde está. Uno se pregunta si el plan era hacer una playa artificial en Pococí con esa harina, porque de otra forma no se entiende.
Como era de esperarse, este tema se puso color de hormiga en la Asamblea. La diputada Sofía Guillén, que ha estado encima de este caso, prácticamente se subió a la mesa. Después de escuchar al director, no se anduvo por las ramas y tildó a los jerarcas, al ministro Zamora y al viceministro Steller, de ser "unos mentirosos". Así, en actas y todo. Y es que el MSP sigue defendiendo el traslado, diciendo que en Pococí tienen una piscina (¡una piscina para entrenar guardacostas!) y que cuando ocupan ir al mar, pues, los montan en una buseta y los llevan. Una solución que suena a puro parche y a un gasto de recursos increíblemente ineficiente. Toda esta movida, sumada a otras decisiones raras como mover la base de Bahía Drake, ya tiene a todo el mundo con la ceja levantada.
Al final, lo que queda es una sensación de que nos están tomando el pelo. Se desarma una academia funcional y estratégica en la costa, se gasta un platal en moverla a un lugar sin sentido logístico, se pierde el rastro de una donación importante y las explicaciones oficiales son tan débiles que el propio director del programa las desmiente en público. Es un desorden por donde se le vea. La formación de la gente que cuida nuestras costas y lucha contra el narcotráfico en el mar se está viendo comprometida por una decisión que, en el mejor de los casos, es incompetente.
Maes, en serio, ¿ustedes qué opinan de todo este enredo? ¿Es pura ineptitud, hay algo más turbio detrás con esa plata perdida, o es que uno ya no entiende la lógica con la que se toman las decisiones en este país? ¡Los leo en los comentarios!
Para los que no están al tanto del chisme: en marzo del año pasado, a algún genio en el MSP, específicamente al viceministro Jiménez Steller, se le ocurrió la brillante idea de mover la Academia de Guardacostas. ¿De dónde? De Quepos, un lugar con... bueno, con mar, que es como lo lógico, ¿no? ¿Hacia dónde? Hacia Pococí. Sí, leyeron bien. A La Rita de Pococí, un lugar que está como a dos horas de la playa más cercana. ¡Qué despiche de decisión! Es como si decidieran poner la escuela de esquí alpino en Puntarenas. La justificación del Ministerio fue que las instalaciones en Quepos estaban en mal estado, pero ahora sale don Edson a decir que eso es mentira, que todo estaba en condiciones óptimas y que, peor aún, ahora los estudiantes "no se están capacitando donde debe ser, en el mar".
Pero espérense, que la vara se pone mejor. Como si mandar a los futuros guardacostas a entrenar lejos del océano no fuera suficiente torta, también hay un detalle financiero que huele feo. Rodríguez les contó a los diputados que el gobierno de Estados Unidos donó $146,000 para mejoras en la academia de Quepos. ¿Y qué pasó con esa platica? El director, con toda la calma del mundo, soltó un: “No sé, habría que preguntarle a los jerarcas”. ¡Así como lo oyen! La plata simplemente se hizo humo, o al menos nadie a cargo del brete sabe dónde está. Uno se pregunta si el plan era hacer una playa artificial en Pococí con esa harina, porque de otra forma no se entiende.
Como era de esperarse, este tema se puso color de hormiga en la Asamblea. La diputada Sofía Guillén, que ha estado encima de este caso, prácticamente se subió a la mesa. Después de escuchar al director, no se anduvo por las ramas y tildó a los jerarcas, al ministro Zamora y al viceministro Steller, de ser "unos mentirosos". Así, en actas y todo. Y es que el MSP sigue defendiendo el traslado, diciendo que en Pococí tienen una piscina (¡una piscina para entrenar guardacostas!) y que cuando ocupan ir al mar, pues, los montan en una buseta y los llevan. Una solución que suena a puro parche y a un gasto de recursos increíblemente ineficiente. Toda esta movida, sumada a otras decisiones raras como mover la base de Bahía Drake, ya tiene a todo el mundo con la ceja levantada.
Al final, lo que queda es una sensación de que nos están tomando el pelo. Se desarma una academia funcional y estratégica en la costa, se gasta un platal en moverla a un lugar sin sentido logístico, se pierde el rastro de una donación importante y las explicaciones oficiales son tan débiles que el propio director del programa las desmiente en público. Es un desorden por donde se le vea. La formación de la gente que cuida nuestras costas y lucha contra el narcotráfico en el mar se está viendo comprometida por una decisión que, en el mejor de los casos, es incompetente.
Maes, en serio, ¿ustedes qué opinan de todo este enredo? ¿Es pura ineptitud, hay algo más turbio detrás con esa plata perdida, o es que uno ya no entiende la lógica con la que se toman las decisiones en este país? ¡Los leo en los comentarios!