¡Ay, mae! Qué pena escribir esto, pero llegó la hora de decir adiós a Antonio “Tony” Cano, una leyenda viva de la radio costarricense. Tony, quien brilló como pocos en Monumental en los ’80 y luego llevó su talento a Voz de América, se fue a descansar en Estados Unidos, dejándonos un vacío enorme, especialmente a los que crecimos escuchándolo en la mañana.
Para los más jóvenes que no vivieron la época dorada de la radio en Costa Rica, imaginen esto: Monumental era EL lugar para estar informado y entretenido. Y Tony Cano era la cara (bueno, la voz) de esa experiencia. Con su estilo único, su energía contagiosa y su capacidad para conectar con la gente, él hacía que escuchar la radio fuera un verdadero placer, un ritual matutino que nadie se perdía. Era como tener un amigo en casa, te contaba las últimas noticias, te ponía música que levantaba el ánimo y hasta te sacaba unas carcajadas con sus ocurrencias.
La noticia, confirmada por Mario Méndez a través de sus redes sociales y lamentada por toda la familia Cano Mora, nos golpeó duro a todos los amantes de la radio. Su huella es imborrable, y aunque ahora reside en Washington D.C., su voz seguirá resonando en nuestros recuerdos, especialmente aquellos de nosotros que vivimos la época de los cassettes, las antenas enormes y las transmisiones en vivo desde la Avenida Central. ¡Imagínate!, ahí mismo, en el corazón de San José, él construyó su imperio de sonido.
Y no hablemos de su versatilidad. Tony no solo era un maestro de ceremonias, sino que también manejaba temas complejos con soltura, entrevistaba a personajes importantes y hasta improvisaba con gracia cuando algo salía mal. Ese era su don, ese era su sello personal. Él tomaba cualquier vara y la convertía en oro, en entretenimiento de calidad que conectaba con todos los rincones del país. ¡Un verdadero crack!
Muchos recuerdan con cariño sus programas matutinos en Monumental, donde mezclaba noticias, música, entrevistas y concursos de manera magistral. Era un show completo, una experiencia inolvidable que marcó a varias generaciones de costarricenses. Incluso, muchos artistas emergentes encontraron en su espacio una plataforma para darse a conocer, gracias a su apoyo incondicional y su visión innovadora. Ahí le echaba ganas, vaya si le echaba ganas, diay.
Más allá de su éxito profesional, Tony Cano era un hombre humilde, sencillo y cercano a la gente. Siempre dispuesto a ayudar a los demás, a compartir su conocimiento y a brindar su apoyo a quienes lo necesitaban. Por eso, tantas personas lo querían y lo admiraban. Era más que un locutor; era un amigo, un confidente, una inspiración. Un ícono de nuestra cultura, vamos.
Ahora, mientras la familia Cano Mora recibe nuestras más sinceras condolencias y se prepara para darle el último adiós en Washington D.C., nosotros, los que quedamos atrás, debemos honrar su memoria recordando su trabajo, su talento y su legado. Tony Cano dejó una marca indeleble en la radio costarricense, y su nombre vivirá para siempre en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de escucharlo y disfrutarlo. Será difícil encontrar otro igual, eso sí se puede decir.
Así que, pensando en todo esto, queridos lectores del Foro, me pregunto: ¿Cuál es su recuerdo más especial de Tony Cano? ¿Qué programa o momento en particular lo marcó y lo hizo sentir orgulloso de ser parte de esta radiosa nación?
Para los más jóvenes que no vivieron la época dorada de la radio en Costa Rica, imaginen esto: Monumental era EL lugar para estar informado y entretenido. Y Tony Cano era la cara (bueno, la voz) de esa experiencia. Con su estilo único, su energía contagiosa y su capacidad para conectar con la gente, él hacía que escuchar la radio fuera un verdadero placer, un ritual matutino que nadie se perdía. Era como tener un amigo en casa, te contaba las últimas noticias, te ponía música que levantaba el ánimo y hasta te sacaba unas carcajadas con sus ocurrencias.
La noticia, confirmada por Mario Méndez a través de sus redes sociales y lamentada por toda la familia Cano Mora, nos golpeó duro a todos los amantes de la radio. Su huella es imborrable, y aunque ahora reside en Washington D.C., su voz seguirá resonando en nuestros recuerdos, especialmente aquellos de nosotros que vivimos la época de los cassettes, las antenas enormes y las transmisiones en vivo desde la Avenida Central. ¡Imagínate!, ahí mismo, en el corazón de San José, él construyó su imperio de sonido.
Y no hablemos de su versatilidad. Tony no solo era un maestro de ceremonias, sino que también manejaba temas complejos con soltura, entrevistaba a personajes importantes y hasta improvisaba con gracia cuando algo salía mal. Ese era su don, ese era su sello personal. Él tomaba cualquier vara y la convertía en oro, en entretenimiento de calidad que conectaba con todos los rincones del país. ¡Un verdadero crack!
Muchos recuerdan con cariño sus programas matutinos en Monumental, donde mezclaba noticias, música, entrevistas y concursos de manera magistral. Era un show completo, una experiencia inolvidable que marcó a varias generaciones de costarricenses. Incluso, muchos artistas emergentes encontraron en su espacio una plataforma para darse a conocer, gracias a su apoyo incondicional y su visión innovadora. Ahí le echaba ganas, vaya si le echaba ganas, diay.
Más allá de su éxito profesional, Tony Cano era un hombre humilde, sencillo y cercano a la gente. Siempre dispuesto a ayudar a los demás, a compartir su conocimiento y a brindar su apoyo a quienes lo necesitaban. Por eso, tantas personas lo querían y lo admiraban. Era más que un locutor; era un amigo, un confidente, una inspiración. Un ícono de nuestra cultura, vamos.
Ahora, mientras la familia Cano Mora recibe nuestras más sinceras condolencias y se prepara para darle el último adiós en Washington D.C., nosotros, los que quedamos atrás, debemos honrar su memoria recordando su trabajo, su talento y su legado. Tony Cano dejó una marca indeleble en la radio costarricense, y su nombre vivirá para siempre en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de escucharlo y disfrutarlo. Será difícil encontrar otro igual, eso sí se puede decir.
Así que, pensando en todo esto, queridos lectores del Foro, me pregunto: ¿Cuál es su recuerdo más especial de Tony Cano? ¿Qué programa o momento en particular lo marcó y lo hizo sentir orgulloso de ser parte de esta radiosa nación?