¡Pero qué alivio, raza! Después de años de andar planchándonos con la restricción vehicular, parece que este año sí vamos a poder movernos con más libertad por San José durante las fiestas. El MOPT nos soltó la bomba hace unos días: ¡ya no habrá restricción vehicular ni por número de placa!
Para los que no andan al día, esto significa que desde el lunes 22 de diciembre y hasta el 2 de enero, todos podemos conducir nuestros carros, motos, busetas… lo que tengamos, ¡sin importar el último dígito de la placa! Imaginen la movida, los choques leves que se van a evitar, la gente llegando a tiempo a sus reuniones familiares... ¡una bendición!
Claro, no todo es miel sobre hojuelas. Con tanta libertad pa’ rodar, seguramente vamos a ver más tráfico pesado de lo normal, especialmente en las horas pico y en las principales vías de acceso a la ciudad. Hay que ponerle cuidado extra, mae, porque los distraídos siempre aparecen, y nadie quiere irse al traste por culpa de otro.
El MOPT ha estado insistiendo a través de sus redes sociales para recordarles a to’os que ya quedó eso atrás, así que si los ven bombardeándote con anuncios, ya saben, no es paranoia, es información importante. Están tratando de prepararnos para el tsunami de carros que se viene encima, y con razón. Imagínense llegar tarde a la cena de Navidad o perderse la tradicional gallina asada… ¡qué vara!
Muchos se preguntan, ¿por qué ahora sí y antes no? Bueno, según el gobierno, es parte de una estrategia para dinamizar el comercio y el turismo durante las fiestas. Dicen que la restricción vehicular estaba afectando a muchos negocios y que quitarla podría impulsar la economía. Suena lindo en teoría, pero esperemos que no termine siendo un problema mayor en las calles.
Además, hay que tener presente que esta medida es temporal, eh. Una vez pasen las fiestas, la restricción vuelve a regir como siempre. Así que disfruten de esta libertad mientras dure, pero no se confíen demasiado. Ya saben cómo cambian las cosas de repente, diay…
Y hablando de cambios repentinos, algunos expertos advierten que esta medida podría aumentar la contaminación ambiental en la ciudad. Con más carros circulando, inevitablemente, vamos a respirar más gases contaminantes. Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y implementen medidas para mitigar este impacto negativo. Porque a final de cuentas, cuidar nuestro ambiente también es responsabilidad de to’os.
Ahora bien, con toda esta flexibilidad para moverse por la ciudad, ¿creen que realmente bajarán los problemas de tráfico o simplemente se volverá un caos aún peor? ¿Será que deberíamos haber mantenido la restricción vehicular, aunque fuera un fastidio, para evitar congestiones masivas y proteger el medio ambiente?
Para los que no andan al día, esto significa que desde el lunes 22 de diciembre y hasta el 2 de enero, todos podemos conducir nuestros carros, motos, busetas… lo que tengamos, ¡sin importar el último dígito de la placa! Imaginen la movida, los choques leves que se van a evitar, la gente llegando a tiempo a sus reuniones familiares... ¡una bendición!
Claro, no todo es miel sobre hojuelas. Con tanta libertad pa’ rodar, seguramente vamos a ver más tráfico pesado de lo normal, especialmente en las horas pico y en las principales vías de acceso a la ciudad. Hay que ponerle cuidado extra, mae, porque los distraídos siempre aparecen, y nadie quiere irse al traste por culpa de otro.
El MOPT ha estado insistiendo a través de sus redes sociales para recordarles a to’os que ya quedó eso atrás, así que si los ven bombardeándote con anuncios, ya saben, no es paranoia, es información importante. Están tratando de prepararnos para el tsunami de carros que se viene encima, y con razón. Imagínense llegar tarde a la cena de Navidad o perderse la tradicional gallina asada… ¡qué vara!
Muchos se preguntan, ¿por qué ahora sí y antes no? Bueno, según el gobierno, es parte de una estrategia para dinamizar el comercio y el turismo durante las fiestas. Dicen que la restricción vehicular estaba afectando a muchos negocios y que quitarla podría impulsar la economía. Suena lindo en teoría, pero esperemos que no termine siendo un problema mayor en las calles.
Además, hay que tener presente que esta medida es temporal, eh. Una vez pasen las fiestas, la restricción vuelve a regir como siempre. Así que disfruten de esta libertad mientras dure, pero no se confíen demasiado. Ya saben cómo cambian las cosas de repente, diay…
Y hablando de cambios repentinos, algunos expertos advierten que esta medida podría aumentar la contaminación ambiental en la ciudad. Con más carros circulando, inevitablemente, vamos a respirar más gases contaminantes. Esperemos que las autoridades tomen cartas en el asunto y implementen medidas para mitigar este impacto negativo. Porque a final de cuentas, cuidar nuestro ambiente también es responsabilidad de to’os.
Ahora bien, con toda esta flexibilidad para moverse por la ciudad, ¿creen que realmente bajarán los problemas de tráfico o simplemente se volverá un caos aún peor? ¿Será que deberíamos haber mantenido la restricción vehicular, aunque fuera un fastidio, para evitar congestiones masivas y proteger el medio ambiente?
