¡Ay, Dios mío, qué bronca! La cosa se puso turbia en el Banco Central, porque parece que algunos pelones no anduvieron jugando limpio. Resulta que cuatro funcionarios de BCR SAFI, sí, la misma que administra los fondos, estarían metidos hasta el cuello en unas negociaciones raras con el exdiputado Humberto Vargas, calificado ya por la Fiscalía como el mero mero de una banda organizada. ¡Una torta!
La vaina salió a la luz gracias a unas denuncias de dos exgerentes, Laureano Verzola y Federico Herrera Oviedo, quienes echaron humo contándole a la Fiscalía cómo se manejaban las cosas ‘por fuera’ en el Fondo de Inversión Inmobiliario No Diversificado (FIIND). Entre las movidas sospechosas, destaca la compra del Parque Empresarial del Pacífico (PEP), donde, según los denunciantes, hubo un olor a chamaco muy fuerte.
Al parecer, Álvaro Camacho de la O y Juan Carlos Bolaños Azofeifa, que eran los jefes de Banca Corporativa, andaban armando juntas secretitas con Natalia Garro, exjefa de Proyectos de la SAFI, y Marlon Sequeira, exgerente de Negocios. ¡Imagínate la risa! Parece que estos señores andaban buscando ‘tranquilizar’ a los que preguntaban por los acuerdos con Vargas, el exdiputado que estuvo en la Asamblea entre 2018 y 2022. La bronca es que esos acuerdos parecían favorecerle demasiado, diay.
Lo más curioso es que, según el documento judicial, Camacho y Bolaños, aunque ya estaban en el Banco propiamente, seguían pidiendo ‘visto bueno’ a los viejos compañeros de la SAFI antes de tomar cualquier decisión. ¡Qué carga! Esto sugiere que no soltaban el control y seguían manejando las cosas a su antojo, limitando la participación de otros. Básicamente, se encerraron en su propia burbuja.
Y la compra del Parque Empresarial del Pacífico... ¡Uf! Según Verzola, cuando fueron a visitar el lugar en diciembre de 2019, apenas estaban levantadas unas estructuras de metal. Dice que parecía un descampao, con terreno sin compactar y sin materiales de lastre. ¡Un brete! Él mismo comenta que era raro comprar un inmueble así, especialmente porque el FIIND es para bienes raíces construidos, no para financiar desarrollos.
Para rematar, en 2021, ya con la compra hecha, descubrieron que le habían construido dos naves de bodegas sin permiso. Entonces, le preguntaron a Manrique Gutiérrez Loría, socio de Vargas, por qué hicieron eso. ¡Y la respuesta fue peor! Le dijeron que se las iban a “regalar”. ¡Qué sal! ¿Se imaginan? Pagamos por un pedazo de terreno baldío y encima nos dicen que nos regalaron unas construcciones ilegales. ¡Una verdadera torta!
Pero la vaina se pone aún más fea. Herrera Oviedo contó a la Fiscalía que en febrero de 2020 viajaron a México con Camacho, y ahí le ofrecieron ser gerente de la empresa Grupo SAMA, una consultora financiera. ¡A ojos cerrados, quisiéramos ir! Además, reveló que Marlon Sequeira recibía pagos por cheques desde Panamá, que tenía que recoger con un tal Mauricio Ramírez. ¡Una red más complicada que el metro de Nueva York!
Con todo esto, ¿usted cree que la Fiscalía va a llegar hasta el final con esta investigación? ¿Será que vamos a ver caer a los responsables de este desfalco o simplemente será otra telenovela política que termina en nada? ¡Dígame, mi gente, qué piensa usted! ¿Debería haber mayor transparencia en la gestión de los fondos públicos?
La vaina salió a la luz gracias a unas denuncias de dos exgerentes, Laureano Verzola y Federico Herrera Oviedo, quienes echaron humo contándole a la Fiscalía cómo se manejaban las cosas ‘por fuera’ en el Fondo de Inversión Inmobiliario No Diversificado (FIIND). Entre las movidas sospechosas, destaca la compra del Parque Empresarial del Pacífico (PEP), donde, según los denunciantes, hubo un olor a chamaco muy fuerte.
Al parecer, Álvaro Camacho de la O y Juan Carlos Bolaños Azofeifa, que eran los jefes de Banca Corporativa, andaban armando juntas secretitas con Natalia Garro, exjefa de Proyectos de la SAFI, y Marlon Sequeira, exgerente de Negocios. ¡Imagínate la risa! Parece que estos señores andaban buscando ‘tranquilizar’ a los que preguntaban por los acuerdos con Vargas, el exdiputado que estuvo en la Asamblea entre 2018 y 2022. La bronca es que esos acuerdos parecían favorecerle demasiado, diay.
Lo más curioso es que, según el documento judicial, Camacho y Bolaños, aunque ya estaban en el Banco propiamente, seguían pidiendo ‘visto bueno’ a los viejos compañeros de la SAFI antes de tomar cualquier decisión. ¡Qué carga! Esto sugiere que no soltaban el control y seguían manejando las cosas a su antojo, limitando la participación de otros. Básicamente, se encerraron en su propia burbuja.
Y la compra del Parque Empresarial del Pacífico... ¡Uf! Según Verzola, cuando fueron a visitar el lugar en diciembre de 2019, apenas estaban levantadas unas estructuras de metal. Dice que parecía un descampao, con terreno sin compactar y sin materiales de lastre. ¡Un brete! Él mismo comenta que era raro comprar un inmueble así, especialmente porque el FIIND es para bienes raíces construidos, no para financiar desarrollos.
Para rematar, en 2021, ya con la compra hecha, descubrieron que le habían construido dos naves de bodegas sin permiso. Entonces, le preguntaron a Manrique Gutiérrez Loría, socio de Vargas, por qué hicieron eso. ¡Y la respuesta fue peor! Le dijeron que se las iban a “regalar”. ¡Qué sal! ¿Se imaginan? Pagamos por un pedazo de terreno baldío y encima nos dicen que nos regalaron unas construcciones ilegales. ¡Una verdadera torta!
Pero la vaina se pone aún más fea. Herrera Oviedo contó a la Fiscalía que en febrero de 2020 viajaron a México con Camacho, y ahí le ofrecieron ser gerente de la empresa Grupo SAMA, una consultora financiera. ¡A ojos cerrados, quisiéramos ir! Además, reveló que Marlon Sequeira recibía pagos por cheques desde Panamá, que tenía que recoger con un tal Mauricio Ramírez. ¡Una red más complicada que el metro de Nueva York!
Con todo esto, ¿usted cree que la Fiscalía va a llegar hasta el final con esta investigación? ¿Será que vamos a ver caer a los responsables de este desfalco o simplemente será otra telenovela política que termina en nada? ¡Dígame, mi gente, qué piensa usted! ¿Debería haber mayor transparencia en la gestión de los fondos públicos?