¡Ay, Dios mío! Se armó un bronco en el Congreso, raza. Resulta que quieren meterle mano a cómo funciona el Poder Ejecutivo, y esta vez, el asunto es proteger a esos funcionarios que tienen el don de decir la verdad, aunque eso les cueste la chamba. Parece que algunos jerarcas no aguantan que les digan que la vaca está flaca y prefieren congelarlos en sus puestos.
La idea, que ahora va rumbo a convertirse en proyecto de ley, es ponerle freno a lo que llaman “congelamiento”. ¿Y qué es eso, se preguntarán? Pues básicamente, es cuando te asignan trabas, tareas sin importancia o te quitan todo poder para que te sientas como si estuvieras de sobra, todo porque expresaste una opinión técnica que no le gustó a alguien de arriba. Un verdadero despiche, diay.
Este nuevo intento legislativo propone que ya basta de esas jugadas sucias. Directamente prohíben que te congelen por dar tu criterio técnico, por más incómodo que sea para los mandamases. Además, dicen que si te van a cambiar de puesto, pues que tengan una razón bien clara y que se ajuste a lo que tú sabes hacer, ¡y que te avisen, por favor! Nada de reasignaciones improvisadas y a la chingada, ¿me entienden?
Pero no solo eso, también buscan meterles susto a los jefes que se dedican a jugar con la gente. Si te ven congelando a alguien por expresar su opinión, prepárense porque la Inspección de Trabajo les va a caer encima con todo. Y no solo eso, podrían hasta perder el puesto si la cosa se pone fea. ¡A nadie le gusta quedar fregado, eh!
Para que todos sepan dónde echar cuentas, el proyecto incluye la creación de un protocolo secreto dentro del Ministerio de Trabajo. Así, los funcionarios pueden denunciar si sienten que los están tratando injustamente, sin miedo a que les lleguen indirectas. ¡Que sepan los patanes que nos estamos poniendo las pilas para defender nuestros derechos, chunches!
Y ojo, porque si te congelaron y te hicieron la vida imposible, la ley dice que tienes derecho a volver a tu puesto original o a uno similar, con el mismo nivel o incluso mejor. Así que si estás pasando por esto, ¡no te quedes callado! Defiende lo tuyo, mae.
Ahora bien, hay que aclarar que este proyecto solo aplica a los ministerios y oficinas directamente bajo control del Poder Ejecutivo. Los otros poderes de la República y las instituciones autónomas quedan fuera de este juego. O sea, que todavía tenemos mucho brete por delante, pero al menos es un paso importante en la dirección correcta. Es como intentar arreglar el techo con una bota... poco a poco, se hace.
En fin, parece que esto podría ser un alivio para muchos funcionarios que han tenido que pasar por momentos difíciles por decir la verdad. Pero me pregunto… ¿Será realmente efectivo este proyecto para evitar que sigan congelando a los que piensan diferente? ¿O simplemente será otro papelito que se queda guardado en un cajón, diay? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
La idea, que ahora va rumbo a convertirse en proyecto de ley, es ponerle freno a lo que llaman “congelamiento”. ¿Y qué es eso, se preguntarán? Pues básicamente, es cuando te asignan trabas, tareas sin importancia o te quitan todo poder para que te sientas como si estuvieras de sobra, todo porque expresaste una opinión técnica que no le gustó a alguien de arriba. Un verdadero despiche, diay.
Este nuevo intento legislativo propone que ya basta de esas jugadas sucias. Directamente prohíben que te congelen por dar tu criterio técnico, por más incómodo que sea para los mandamases. Además, dicen que si te van a cambiar de puesto, pues que tengan una razón bien clara y que se ajuste a lo que tú sabes hacer, ¡y que te avisen, por favor! Nada de reasignaciones improvisadas y a la chingada, ¿me entienden?
Pero no solo eso, también buscan meterles susto a los jefes que se dedican a jugar con la gente. Si te ven congelando a alguien por expresar su opinión, prepárense porque la Inspección de Trabajo les va a caer encima con todo. Y no solo eso, podrían hasta perder el puesto si la cosa se pone fea. ¡A nadie le gusta quedar fregado, eh!
Para que todos sepan dónde echar cuentas, el proyecto incluye la creación de un protocolo secreto dentro del Ministerio de Trabajo. Así, los funcionarios pueden denunciar si sienten que los están tratando injustamente, sin miedo a que les lleguen indirectas. ¡Que sepan los patanes que nos estamos poniendo las pilas para defender nuestros derechos, chunches!
Y ojo, porque si te congelaron y te hicieron la vida imposible, la ley dice que tienes derecho a volver a tu puesto original o a uno similar, con el mismo nivel o incluso mejor. Así que si estás pasando por esto, ¡no te quedes callado! Defiende lo tuyo, mae.
Ahora bien, hay que aclarar que este proyecto solo aplica a los ministerios y oficinas directamente bajo control del Poder Ejecutivo. Los otros poderes de la República y las instituciones autónomas quedan fuera de este juego. O sea, que todavía tenemos mucho brete por delante, pero al menos es un paso importante en la dirección correcta. Es como intentar arreglar el techo con una bota... poco a poco, se hace.
En fin, parece que esto podría ser un alivio para muchos funcionarios que han tenido que pasar por momentos difíciles por decir la verdad. Pero me pregunto… ¿Será realmente efectivo este proyecto para evitar que sigan congelando a los que piensan diferente? ¿O simplemente será otro papelito que se queda guardado en un cajón, diay? ¡Déjenme sus opiniones en el foro!
