¡Ay, Dios mío! Este domingo nos tocó sudar la gota gorda. La Comisión Nacional de Emergencias (CNE) soltó la bomba: 64 incidentes por inundación en el Pacífico Central y Sur. Parece que el cielo se le vino encima a varios cantones, y la cosa pinta más que apretadita para los vecinos.
Si bien las lluvias son parte del clima tropical que tanto amamos, esta vez fueron como ‘puñal’, dejando familias enteras afectadas y propiedades bajo agua. Según la CNE, los cantones más golpeados fueron Puerto Jiménez y Osa en Puntarenas, Garabito también en esa provincia, y Santa Cruz en Guanacaste. ¡Un tripleta de problemas!
En Osa, el CME reporta que varias comunidades en los distritos de Sierpe y Drake están sufriendo las consecuencias. Barrios como San Juan, La Bonita, Sábalo, Rancho Quemado, Banegas y Las Minas amanecieron con calles convertidas en ríos. Imagínate el panorama, ¡qué torta! Gente tratando de salvar sus cosas mientras el agua sube. Se dice que hasta los monos del Parque Nacional estaban buscando terrenos más altos, ¡pobre fauna!
Garabito tampoco se quedó atrás. Jacó y Herradura vieron cómo sus sistemas de alcantarillado se ahogaban, provocando inundaciones que pusieron a prueba la paciencia de los residentes. Además, Paquera y Lepanto también tuvieron su cuota de sufrimiento, con aguas negras corriendo por todas partes. ¡Qué sal! Definitivamente no era el fin de semana relajante que muchos esperaban.
Y ahora vayamos a Santa Cruz, donde la quebrada El Llano decidió desbordarse y hacer de las suyas. Comunidades como El Llano, Bejuco de Tempate, Tamarindo y Villarreal quedaron varadas, con calles intransitables y casas inundadas. Doce incidentes por inundación en total, dicen... ¡Una barbaridad!
Lo que más preocupa es que todo esto es consecuencia directa del cambio climático, un brete que tenemos que enfrentar como país. La intensificación de las lluvias es una realidad que ya estamos viviendo en carne propia, y necesitamos soluciones urgentes para proteger a nuestras comunidades más vulnerables. No podemos seguir esperando que el agua llegue al cuello para movernos, ¡necesitamos actuar ahora mismo!
Además de los daños materiales, hay que pensar en el impacto emocional que esto tiene en las familias afectadas. Perder pertenencias, verse desplazados de sus hogares… ¡Qué carga! Requiere de apoyo psicológico y social para superar esta adversidad. En estos momentos, la solidaridad y el compañerismo son más necesarios que nunca. La gente necesita saber que no está sola, que hay alguien ahí para tenderle una mano.
Ahora, dime tú, ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades costeras? ¿Deberíamos invertir más en infraestructura resiliente, educar a la población sobre riesgos climáticos, o fortalecer los programas de ayuda a las zonas afectadas? ¡Vamos a debatirlo en el foro!
	
		
			
		
		
	
				
			Si bien las lluvias son parte del clima tropical que tanto amamos, esta vez fueron como ‘puñal’, dejando familias enteras afectadas y propiedades bajo agua. Según la CNE, los cantones más golpeados fueron Puerto Jiménez y Osa en Puntarenas, Garabito también en esa provincia, y Santa Cruz en Guanacaste. ¡Un tripleta de problemas!
En Osa, el CME reporta que varias comunidades en los distritos de Sierpe y Drake están sufriendo las consecuencias. Barrios como San Juan, La Bonita, Sábalo, Rancho Quemado, Banegas y Las Minas amanecieron con calles convertidas en ríos. Imagínate el panorama, ¡qué torta! Gente tratando de salvar sus cosas mientras el agua sube. Se dice que hasta los monos del Parque Nacional estaban buscando terrenos más altos, ¡pobre fauna!
Garabito tampoco se quedó atrás. Jacó y Herradura vieron cómo sus sistemas de alcantarillado se ahogaban, provocando inundaciones que pusieron a prueba la paciencia de los residentes. Además, Paquera y Lepanto también tuvieron su cuota de sufrimiento, con aguas negras corriendo por todas partes. ¡Qué sal! Definitivamente no era el fin de semana relajante que muchos esperaban.
Y ahora vayamos a Santa Cruz, donde la quebrada El Llano decidió desbordarse y hacer de las suyas. Comunidades como El Llano, Bejuco de Tempate, Tamarindo y Villarreal quedaron varadas, con calles intransitables y casas inundadas. Doce incidentes por inundación en total, dicen... ¡Una barbaridad!
Lo que más preocupa es que todo esto es consecuencia directa del cambio climático, un brete que tenemos que enfrentar como país. La intensificación de las lluvias es una realidad que ya estamos viviendo en carne propia, y necesitamos soluciones urgentes para proteger a nuestras comunidades más vulnerables. No podemos seguir esperando que el agua llegue al cuello para movernos, ¡necesitamos actuar ahora mismo!
Además de los daños materiales, hay que pensar en el impacto emocional que esto tiene en las familias afectadas. Perder pertenencias, verse desplazados de sus hogares… ¡Qué carga! Requiere de apoyo psicológico y social para superar esta adversidad. En estos momentos, la solidaridad y el compañerismo son más necesarios que nunca. La gente necesita saber que no está sola, que hay alguien ahí para tenderle una mano.
Ahora, dime tú, ¿crees que el gobierno está haciendo lo suficiente para mitigar los efectos del cambio climático y proteger a las comunidades costeras? ¿Deberíamos invertir más en infraestructura resiliente, educar a la población sobre riesgos climáticos, o fortalecer los programas de ayuda a las zonas afectadas? ¡Vamos a debatirlo en el foro!
 
	 
 
		 
  
 
		 
  
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		 
 
		