¡Ay, Dios mío! Parece que el caso de José Luis Liu, alias 'Byron', el hombre de negocios que anda moviéndose con gente importante y produciendo cáñamo, ha dado un giro inesperado. Después de un año entero de seguimientos sigilosos por parte del OIJ, el asunto parece haberse quedado en nada… bueno, casi.
Todo comenzó con una denuncia anónima que sacudió la esfera política, acusando a Liu de financiar campañas electorales con fondos turbios, específicamente de los diputados Johanna Obando y Luis Diego Vargas. La Sección Especializada de Legitimación de Capitales del OIJ se puso manos a la obra, revisando cuentas, indagando contactos y tratando de descifrar qué onda con este personaje. Parecía que íbamos a tener un escándalo bomba, un verdadero tortilla nacional.
Pero, sorpresa, el informe del OIJ, fechado en enero del año pasado, no halló pruebas contundentes de actividades ilícitas. Sí, encontraron que el señor tiene propiedades valuadas en unos jugosos 120 millones de colones – ¡una barbaridad!, pero eso no significa necesariamente que sea narco. Una casa en Zaragoza de Palmares por 16 millones y otra en Tierras Morenas de Tilarán, por ¡más de 100!
Y ahí viene la parte interesante: resulta que Liu se codea con varios diputados. Fotos en redes sociales lo muestran compartiendo charlas con Luis Diego Vargas, Pedro Rojas, Manuel Morales y, claro, Johanna Obando. ¡Imagínate la conversación! Ya sabemos cómo son las cosas en el Congreso... siempre hay alguien buscando una mano amiga, diay. Incluso hubo investigaciones previas sobre Obando y Vargas, producto de la misma denuncia, pero terminaron siendo desestimadas por la Fiscalía por falta de pruebas. Un alivio para ellos, pero deja un sabor amargo en la boca, ¿verdad?
Lo curioso es que, según la CCSS, el salario de Liu nunca superó los 700 mil colones y su última planilla data de 2021. Su actividad comercial, si es que podemos llamarla así, aparece como ‘Abastecedores, pulperías o minisúper’ pero inactiva desde agosto de 2023. Es como si hubiera salido de circulación, dejándonos con más preguntas que respuestas. ¿Cómo hace para mantener esos bienes con esas ganancias, eh?
Además, el reporte revela que Liu viajó al extranjero en tres ocasiones entre 2011 y 2023, incluyendo un viaje reciente a Colombia. Y figuraba en varias sociedades mercantiles, incluyendo Tetrah de Costa Rica, cuya descripción suena tan amplia (“dedicarse al comercio en general”) que da espacio para todo tipo de interpretaciones. Se pone raro, ¿no?
Ante la insistencia de CRHoy, el Ministerio Público confirmó que sí abrió una investigación formal contra Liu (la causa 23-000064-0033-PE), pero la cerraron en noviembre de 2024, solicitando su desestimación. Parece que al final, no encontraron nada que pudiera sostener una acusación sólida. El propio Liu se defendió negando vínculos con actividades ilícitas, pero prefirió esperar a hablar con su abogado antes de soltar más información. Eso ya te dice algo, chunche.
Con todo esto, uno se queda pensando: ¿fue todo un malentendido, una campaña de desprestigio o realmente hay algo más detrás de esta historia? Considerando todos estos datos, ¿cree usted que la Fiscalía debería reabrir la investigación sobre José Luis Liu o deberíamos dejarlo tranquilo y pasarle factura con la vara de medir que le aplicamos a todos los demás?
Todo comenzó con una denuncia anónima que sacudió la esfera política, acusando a Liu de financiar campañas electorales con fondos turbios, específicamente de los diputados Johanna Obando y Luis Diego Vargas. La Sección Especializada de Legitimación de Capitales del OIJ se puso manos a la obra, revisando cuentas, indagando contactos y tratando de descifrar qué onda con este personaje. Parecía que íbamos a tener un escándalo bomba, un verdadero tortilla nacional.
Pero, sorpresa, el informe del OIJ, fechado en enero del año pasado, no halló pruebas contundentes de actividades ilícitas. Sí, encontraron que el señor tiene propiedades valuadas en unos jugosos 120 millones de colones – ¡una barbaridad!, pero eso no significa necesariamente que sea narco. Una casa en Zaragoza de Palmares por 16 millones y otra en Tierras Morenas de Tilarán, por ¡más de 100!
Y ahí viene la parte interesante: resulta que Liu se codea con varios diputados. Fotos en redes sociales lo muestran compartiendo charlas con Luis Diego Vargas, Pedro Rojas, Manuel Morales y, claro, Johanna Obando. ¡Imagínate la conversación! Ya sabemos cómo son las cosas en el Congreso... siempre hay alguien buscando una mano amiga, diay. Incluso hubo investigaciones previas sobre Obando y Vargas, producto de la misma denuncia, pero terminaron siendo desestimadas por la Fiscalía por falta de pruebas. Un alivio para ellos, pero deja un sabor amargo en la boca, ¿verdad?
Lo curioso es que, según la CCSS, el salario de Liu nunca superó los 700 mil colones y su última planilla data de 2021. Su actividad comercial, si es que podemos llamarla así, aparece como ‘Abastecedores, pulperías o minisúper’ pero inactiva desde agosto de 2023. Es como si hubiera salido de circulación, dejándonos con más preguntas que respuestas. ¿Cómo hace para mantener esos bienes con esas ganancias, eh?
Además, el reporte revela que Liu viajó al extranjero en tres ocasiones entre 2011 y 2023, incluyendo un viaje reciente a Colombia. Y figuraba en varias sociedades mercantiles, incluyendo Tetrah de Costa Rica, cuya descripción suena tan amplia (“dedicarse al comercio en general”) que da espacio para todo tipo de interpretaciones. Se pone raro, ¿no?
Ante la insistencia de CRHoy, el Ministerio Público confirmó que sí abrió una investigación formal contra Liu (la causa 23-000064-0033-PE), pero la cerraron en noviembre de 2024, solicitando su desestimación. Parece que al final, no encontraron nada que pudiera sostener una acusación sólida. El propio Liu se defendió negando vínculos con actividades ilícitas, pero prefirió esperar a hablar con su abogado antes de soltar más información. Eso ya te dice algo, chunche.
Con todo esto, uno se queda pensando: ¿fue todo un malentendido, una campaña de desprestigio o realmente hay algo más detrás de esta historia? Considerando todos estos datos, ¿cree usted que la Fiscalía debería reabrir la investigación sobre José Luis Liu o deberíamos dejarlo tranquilo y pasarle factura con la vara de medir que le aplicamos a todos los demás?