¡Ay, Dios mío! Ya estamos viendo más humo digital que árboles en Escazú. Según el Ministerio Público, los estafadores están usando el hackeo de WhatsApp pa’ robarle hasta el rancho a la gente. Parece que la cosa se puso peor este año, y si no te proteges, puedes terminar llorando encima de la mesa buscando dónde sacar plata pa’ pagar las deudas.
La Fiscalía contra la Ciberdelincuencia nos ha echado una mano con algunos consejos, y vaya que los necesitamos. Melissa Quirós, la jefa de la Fiscalía, nos explicó en Radio Colombia que esto ya es una moda entre los delincuentes. Lo que ellos hacen es simple, pero efectivo: te piden un código de verificación y luego... ¡zas!, tienen acceso a todos tus chats y contactos. ¡Una verdadera torta!
El truco es que te contactan desde otro celular y te convencen de que son WhatsApp mismo, pidiendo ese código para “reactivar” tu cuenta. ¡Pero ojo! WhatsApp nunca te pide códigos por mensaje. Si recibes algo así, ignóralo como si fuera correo basura de algún político prometiendo el paraíso. No le des bola, mae. Es pura trampa.
Y hablando de trampas, los fiscales explican que una vez que esos vándalos digitales entran a tu WhatsApp, empiezan a contactar a tus amigos y familiares pidiendo ayuda urgente, o te ofrecen dólaritos a precio de regalo. ¡Claro que sí! Con esa onda te clavan el changarro. Piensa que pueden estar contactando a tu abuela ofreciéndole comprarle una casa en Miami con diez mil colones.
Las estadísticas no pintan nada bonito. Al corte del 20 de octubre, ya van 1057 denuncias por estafas informáticas a nivel nacional, ¡más de 200 más que el año pasado! Y eso que todavía faltan meses para que termine el año. Si sigue así, vamos a doblarnos los números, y eso no es precisamente una celebración. ¡Qué sal!
Para evitar caer en estas trampas, primero, jamás compartas tu código de registro ni tu PIN con nadie, ni siquiera con tu mejor amigo. Segundo, ponle un código difícil de adivinar. Que no sea tu fecha de cumpleaños ni el número de tu cédula. Tercero, revisa siempre qué dispositivos están conectados a tu cuenta. Si ves algo raro, desconéctalo rápido como alma que lleva diablo.
Además, ten cuidado con los correos electrónicos sospechosos que te pidan actualizar tu información. WhatsApp nunca hace eso por correo. Y si te sale el mensaje de que alguien ha registrado tu número en un nuevo dispositivo, ¡actúa rápido! Toca “Volver a iniciar sesión” y continúa. Así aseguras que tú sigues siendo el dueño de tu WhatsApp, y esos pillastres no puedan meter sus narices ahí.
Bueno, ahora dime, compa: ¿ya te dio cosita pensar en cuántos de tus contactos podrían haber caído en estas redes? ¿Crees que las autoridades deberían poner más esfuerzo en educar a la gente sobre estos riesgos, o prefieres que cada quien aprenda a las malas? ¡Déjame tu opinión en los comentarios, quiero saber qué piensas sobre esta bronca digital!
La Fiscalía contra la Ciberdelincuencia nos ha echado una mano con algunos consejos, y vaya que los necesitamos. Melissa Quirós, la jefa de la Fiscalía, nos explicó en Radio Colombia que esto ya es una moda entre los delincuentes. Lo que ellos hacen es simple, pero efectivo: te piden un código de verificación y luego... ¡zas!, tienen acceso a todos tus chats y contactos. ¡Una verdadera torta!
El truco es que te contactan desde otro celular y te convencen de que son WhatsApp mismo, pidiendo ese código para “reactivar” tu cuenta. ¡Pero ojo! WhatsApp nunca te pide códigos por mensaje. Si recibes algo así, ignóralo como si fuera correo basura de algún político prometiendo el paraíso. No le des bola, mae. Es pura trampa.
Y hablando de trampas, los fiscales explican que una vez que esos vándalos digitales entran a tu WhatsApp, empiezan a contactar a tus amigos y familiares pidiendo ayuda urgente, o te ofrecen dólaritos a precio de regalo. ¡Claro que sí! Con esa onda te clavan el changarro. Piensa que pueden estar contactando a tu abuela ofreciéndole comprarle una casa en Miami con diez mil colones.
Las estadísticas no pintan nada bonito. Al corte del 20 de octubre, ya van 1057 denuncias por estafas informáticas a nivel nacional, ¡más de 200 más que el año pasado! Y eso que todavía faltan meses para que termine el año. Si sigue así, vamos a doblarnos los números, y eso no es precisamente una celebración. ¡Qué sal!
Para evitar caer en estas trampas, primero, jamás compartas tu código de registro ni tu PIN con nadie, ni siquiera con tu mejor amigo. Segundo, ponle un código difícil de adivinar. Que no sea tu fecha de cumpleaños ni el número de tu cédula. Tercero, revisa siempre qué dispositivos están conectados a tu cuenta. Si ves algo raro, desconéctalo rápido como alma que lleva diablo.
Además, ten cuidado con los correos electrónicos sospechosos que te pidan actualizar tu información. WhatsApp nunca hace eso por correo. Y si te sale el mensaje de que alguien ha registrado tu número en un nuevo dispositivo, ¡actúa rápido! Toca “Volver a iniciar sesión” y continúa. Así aseguras que tú sigues siendo el dueño de tu WhatsApp, y esos pillastres no puedan meter sus narices ahí.
Bueno, ahora dime, compa: ¿ya te dio cosita pensar en cuántos de tus contactos podrían haber caído en estas redes? ¿Crees que las autoridades deberían poner más esfuerzo en educar a la gente sobre estos riesgos, o prefieres que cada quien aprenda a las malas? ¡Déjame tu opinión en los comentarios, quiero saber qué piensas sobre esta bronca digital!