¡Ay, Dios mío, qué bronca! Aquí estamos otra vez, a unas semanas de las elecciones y la cosa más que encendida. Resulta que, pa' colmo, ahora quieren armar una mega alianza de 19 partidos. Sí, así mismo lo escuchaste, diecinueve. ¿Pa' qué? Pa' “blindar” el voto, dicen ellos. Pero todos sabemos que huele raro, ¿verdad?
La candidata del CDS, Ana Virginia Calzada, lanzó la bomba este miércoles, pidiendo una “Alianza Nacional para la Defensa del Voto”. Según ella, necesitamos unirnos porque hay demasiada dispersión política y existe el temor de que el oficialismo se aproveche de eso para manipular las cosas. Básicamente, quiere que todos los partidos opositores se pongan de acuerdo para poner “ojos en todas partes”, como dice ella.
Imagínate la escena: miles de delegados moviéndose por todo el país, revisando que todo esté bien en cada junta receptora de votos. Suena lindo en teoría, pero ¿de verdad creen que 19 partidos diferentes van a poder trabajar juntos sin pelear por quién manda? Esto parece sacado de una telenovela, mae. Entre egos y agendas políticas, va a ser un brete mantener esto unido.
Calzada fue más allá y metió mano al discurso ético, diciendo que esto es una batalla entre “la moral o la patanería”. Pura verdades, ¿eh? Porque si no vigilamos de cerca, se nos pueden llevar la elección por pura manipulación. El mae ese del gobierno siempre anda buscando cómo meter las manos donde no le corresponden.
El verdadero problema es que, aunque la idea de tener fiscales en todas las JRVs suena excelente, lograr que estos partidos, que hasta hace poco se estaban tirando piedra unos a otros, trabajen en armonía, es como tratar de juntar agua y aceite. Imagina las reuniones, las negociaciones… ¡Qué torta! Todo para evitar que alguien se 'jalé una torta' durante el conteo.
Y ahí radica el análisis profundo, ¿verdad? No basta con querer proteger el voto; se necesita una coordinación impecable, recursos suficientes y, sobre todo, una gran dosis de buena voluntad. Porque si no, terminaremos discutiéndonos entre nosotros mientras el que realmente quiere hacer trampa se ríe a carcajadas. Sería como darle munición al enemigo, diay.
Claro, algunos dirán que esto es una pérdida de tiempo, que es imposible unir a tantos partidos con tantas diferencias. Pero también hay que reconocer que Calzada dio en el clavo: la confianza en el sistema electoral está por los suelos. Si queremos que la gente crea que sus votos cuentan, tenemos que demostrar que somos capaces de cuidarlos. De lo contrario, seguiremos viviendo en esta chincha de incertidumbre y desconfianza.
En fin, la pelota está en el tejado de los partidos opositores. ¿Serán capaces de dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos por un bien mayor? ¿Podrán realmente formar esta “mega alianza” y defender el voto costarricense? Yo, sinceramente, estoy medio escéptico, pero me encantaría equivocarme. Ahora dime, vos qué opinas: ¿Crees que esta alianza tiene posibilidades reales de funcionar, o es solo humo para ganar votos?
La candidata del CDS, Ana Virginia Calzada, lanzó la bomba este miércoles, pidiendo una “Alianza Nacional para la Defensa del Voto”. Según ella, necesitamos unirnos porque hay demasiada dispersión política y existe el temor de que el oficialismo se aproveche de eso para manipular las cosas. Básicamente, quiere que todos los partidos opositores se pongan de acuerdo para poner “ojos en todas partes”, como dice ella.
Imagínate la escena: miles de delegados moviéndose por todo el país, revisando que todo esté bien en cada junta receptora de votos. Suena lindo en teoría, pero ¿de verdad creen que 19 partidos diferentes van a poder trabajar juntos sin pelear por quién manda? Esto parece sacado de una telenovela, mae. Entre egos y agendas políticas, va a ser un brete mantener esto unido.
Calzada fue más allá y metió mano al discurso ético, diciendo que esto es una batalla entre “la moral o la patanería”. Pura verdades, ¿eh? Porque si no vigilamos de cerca, se nos pueden llevar la elección por pura manipulación. El mae ese del gobierno siempre anda buscando cómo meter las manos donde no le corresponden.
El verdadero problema es que, aunque la idea de tener fiscales en todas las JRVs suena excelente, lograr que estos partidos, que hasta hace poco se estaban tirando piedra unos a otros, trabajen en armonía, es como tratar de juntar agua y aceite. Imagina las reuniones, las negociaciones… ¡Qué torta! Todo para evitar que alguien se 'jalé una torta' durante el conteo.
Y ahí radica el análisis profundo, ¿verdad? No basta con querer proteger el voto; se necesita una coordinación impecable, recursos suficientes y, sobre todo, una gran dosis de buena voluntad. Porque si no, terminaremos discutiéndonos entre nosotros mientras el que realmente quiere hacer trampa se ríe a carcajadas. Sería como darle munición al enemigo, diay.
Claro, algunos dirán que esto es una pérdida de tiempo, que es imposible unir a tantos partidos con tantas diferencias. Pero también hay que reconocer que Calzada dio en el clavo: la confianza en el sistema electoral está por los suelos. Si queremos que la gente crea que sus votos cuentan, tenemos que demostrar que somos capaces de cuidarlos. De lo contrario, seguiremos viviendo en esta chincha de incertidumbre y desconfianza.
En fin, la pelota está en el tejado de los partidos opositores. ¿Serán capaces de dejar de lado sus diferencias y trabajar juntos por un bien mayor? ¿Podrán realmente formar esta “mega alianza” y defender el voto costarricense? Yo, sinceramente, estoy medio escéptico, pero me encantaría equivocarme. Ahora dime, vos qué opinas: ¿Crees que esta alianza tiene posibilidades reales de funcionar, o es solo humo para ganar votos?