¡Ay, Dios mío! El PLN está pasando chinchorreo, mijos. En menos de un mes, han perdido a tres figuras clave de su juventud y campaña, dejando a muchos preguntándose qué onda está pasando dentro del partido. Esto sí que es un brete, porque justo ahora necesitan conectar con los jóvenes para darle un aire fresco a la campaña de Don Álvaro.
La fuga comenzó con María Paula Montano, exvicepresidenta nacional de Juventud, y Nicolás Garita, líder juvenil del cantón central de San José. Ambos dijeron adiós al PLN argumentando que el partido había perdido el norte y que faltaba inspiración en el liderazgo de Ramos. ¡Qué cargada!, porque esto ocurre justo cuando estaban tratando de renovar la planilla con gente fresca.
Pero la cereza del pastel llegó con Mia Fink Uleth, una joven de apenas 19 años que decidió dejar la campaña de Ramos con bombo y platillo. Fink explotó en redes sociales, acusando a un candidato a un puesto de elección popular de pedirle que “bajara el tono” a sus críticas sobre la situación en Palestina. ¡Imagínate la bronca!, así no se puede llevar una campaña democrática.
Montano, en su carta de renuncia, no se anduvo con rodeos. Dijo que Ramos carecía de un liderazgo claro y que no lograba inspirar el trabajo colectivo que el país necesita. "No me siento representada ni motivada", sentenció la exdirigente juvenil. ¡Qué diay!, si hasta una vaca ve que la cosa no pinta bien. Garita, por su parte, afirmó que el PLN había cambiado demasiado y que ya no era “su trinchera”. Según él, “ya no se gana con esfuerzo, sino con plata.”
El caso de Fink fue particularmente explosivo porque puso encima de la mesa temas delicados como la libertad de expresión y la presión política. La joven aseguró estar dispuesta a asumir las consecuencias de su decisión, reafirmando su compromiso con los valores socialdemócratas. ¡Esto sí que es tener huevos!, defender lo que uno cree a pesar de todo. Hubiera sido más fácil callar la boca y seguir en la campaña, pero ella prefirió irse con dignidad.
Desde CR Hoy hemos intentado contactar al PLN y al comando de campaña de Ramos para obtener una respuesta oficial a estas renuncias, pero hasta el momento, silencio roto. Parece que están más preocupados por tapar el sol con la mano que por enfrentar la realidad. Esta falta de transparencia solo alimenta las especulaciones y refuerza la percepción de que algo raro está pasando en el interior del partido. Por cierto, ¿dónde quedó la promesa de transparencia que hicieron hace unas semanas?
Y hablando de jóvenes, esto me recuerda que el PLN siempre ha tenido problemas para retener talento joven. Siempre se van corriendo a otras opciones, buscando espacios donde puedan aportar ideas frescas y sentirse valorados. No sé si es culpa de la vieja guardia aferrada al poder o de la falta de oportunidades reales para los jóvenes, pero el resultado es el mismo: un partido envejecido y desconectado de las nuevas generaciones. Un pena, porque los jóvenes tienen mucho que ofrecer.
Con todo esto, no puedo evitar preguntarme: ¿Estamos viendo el principio del fin de la influencia juvenil en el PLN? ¿Podrá Don Álvaro recuperar la confianza de los jóvenes o seguirá perdiendo terreno frente a otras alternativas políticas? ¡Denme su opinión, mijos! ¿Creen que el PLN se va a achicar o todavía tiene oportunidad de remontar la partida?
La fuga comenzó con María Paula Montano, exvicepresidenta nacional de Juventud, y Nicolás Garita, líder juvenil del cantón central de San José. Ambos dijeron adiós al PLN argumentando que el partido había perdido el norte y que faltaba inspiración en el liderazgo de Ramos. ¡Qué cargada!, porque esto ocurre justo cuando estaban tratando de renovar la planilla con gente fresca.
Pero la cereza del pastel llegó con Mia Fink Uleth, una joven de apenas 19 años que decidió dejar la campaña de Ramos con bombo y platillo. Fink explotó en redes sociales, acusando a un candidato a un puesto de elección popular de pedirle que “bajara el tono” a sus críticas sobre la situación en Palestina. ¡Imagínate la bronca!, así no se puede llevar una campaña democrática.
Montano, en su carta de renuncia, no se anduvo con rodeos. Dijo que Ramos carecía de un liderazgo claro y que no lograba inspirar el trabajo colectivo que el país necesita. "No me siento representada ni motivada", sentenció la exdirigente juvenil. ¡Qué diay!, si hasta una vaca ve que la cosa no pinta bien. Garita, por su parte, afirmó que el PLN había cambiado demasiado y que ya no era “su trinchera”. Según él, “ya no se gana con esfuerzo, sino con plata.”
El caso de Fink fue particularmente explosivo porque puso encima de la mesa temas delicados como la libertad de expresión y la presión política. La joven aseguró estar dispuesta a asumir las consecuencias de su decisión, reafirmando su compromiso con los valores socialdemócratas. ¡Esto sí que es tener huevos!, defender lo que uno cree a pesar de todo. Hubiera sido más fácil callar la boca y seguir en la campaña, pero ella prefirió irse con dignidad.
Desde CR Hoy hemos intentado contactar al PLN y al comando de campaña de Ramos para obtener una respuesta oficial a estas renuncias, pero hasta el momento, silencio roto. Parece que están más preocupados por tapar el sol con la mano que por enfrentar la realidad. Esta falta de transparencia solo alimenta las especulaciones y refuerza la percepción de que algo raro está pasando en el interior del partido. Por cierto, ¿dónde quedó la promesa de transparencia que hicieron hace unas semanas?
Y hablando de jóvenes, esto me recuerda que el PLN siempre ha tenido problemas para retener talento joven. Siempre se van corriendo a otras opciones, buscando espacios donde puedan aportar ideas frescas y sentirse valorados. No sé si es culpa de la vieja guardia aferrada al poder o de la falta de oportunidades reales para los jóvenes, pero el resultado es el mismo: un partido envejecido y desconectado de las nuevas generaciones. Un pena, porque los jóvenes tienen mucho que ofrecer.
Con todo esto, no puedo evitar preguntarme: ¿Estamos viendo el principio del fin de la influencia juvenil en el PLN? ¿Podrá Don Álvaro recuperar la confianza de los jóvenes o seguirá perdiendo terreno frente a otras alternativas políticas? ¡Denme su opinión, mijos! ¿Creen que el PLN se va a achicar o todavía tiene oportunidad de remontar la partida?