¡Duro, duro! Resulta que el Presidente Rodrigo Chaves tendrá que ir a un careo en la Comisión de Desafuero de la Asamblea Legislativa. Esto, luego de que el Tribunal Supremo de Elecciones (TSE) le mandó la pelota al Congreso con quince denuncias por beligerancia política. ¡Ya van dos solicitudes consecutivas para sacarle el fuero!, esto sí que es un brete, diay.
Todo empezó con la petición formal del TSE, después de que varios ciudadanos y organizaciones presentaran quejas alegando que el Presidente ha usado un lenguaje agresivo y poco respetuoso hacia la oposición y otros actores políticos. No es ningún secreto que Chaves siempre ha sido directo hasta la brutalidad, pero parece que algunas declaraciones han cruzado la línea, generando estas fuertes reacciones. Algunos dicen que es persecución política, otros que es justificado.
La Comisión Especial, que analizan el caso, ya hizo sus movimientos. Después de una votación donde entraron las voces de Alejandra Larios (PLN), Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Daniel Vargas (oficialista), decidieron convocar al Presidente para dar la cara. Además, aprobaron una enmienda para que las sesiones de la comisión sean los viernes a las nueve de la mañana –pa’ echarle pila al asunto, porque esto promete ser largo y pesado–. Parece que quieren acelerar el proceso, buscando resolverlo pronto.
Este no es el primer baile del Presidente con la comisión. Ya había comparecido el 22 de agosto pasado, en relación con la denuncia por concusión en el caso BCIE-Cariñitos. En aquella ocasión, acudió al Congreso, pero luego decidió no presentarse ante el Plenario para exponer públicamente sus argumentos. Ahora, con esta nueva solicitud de desafuero, la presión es aún mayor y la expectativa es que participe activamente en el careo.
Vanessa Castro, presidenta interina del Congreso, tuvo que darle continuidad a este proceso debido a la ausencia temporal de Rodrigo Arias, quien se recupera de una cirugía. La comisión ahora tiene un plazo de 20 días naturales, con posibilidad de una prórroga igual de larga, para analizar la documentación, escuchar a las partes involucradas y finalmente recomendar si se levanta o no el fuero presidencial. ¡Eso es mucho tiempo pa’ armar tortas!
Recordemos que, si el desafuero fuera aprobado, el caso pasaría al ente electoral, abriendo la puerta al retiro de las credenciales del Presidente e incluso a su inhabilitación para ocupar cargos públicos por un periodo máximo de cuatro años. Es decir, estaría perdiendo el gallito y tendría que buscar otro chunche para seguir trabajando. Este panorama es bastante serio y podría tener consecuencias importantes para el país. El caso BCIE-Cariñitos ya dejó secuelas y parece que este nuevo capítulo no va a ser diferente.
Si nos remontamos al proceso anterior, también relacionado con el caso BCIE-Cariñitos, la Comisión escuchó al Presidente en agosto, pero el Plenario rechazó levantarle el fuero en septiembre con 34 votos a favor y 21 en contra. Se necesitaban 38 para aprobarlo, así que se fue al lote. Esta vez, la apuesta es alta y el ambiente político está cargado de tensiones. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el futuro del Presidente y, posiblemente, el rumbo del país.
Y ahora la gran pregunta, mi gente: ¿Creen que el Presidente va a poder defenderse en el careo y evitar que le levanten el fuero, o estamos viendo los primeros pasos hacia su salida del poder? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios! ¿Es un ataque político injustificado o el Presidente realmente se ha pasado de la raya?
Todo empezó con la petición formal del TSE, después de que varios ciudadanos y organizaciones presentaran quejas alegando que el Presidente ha usado un lenguaje agresivo y poco respetuoso hacia la oposición y otros actores políticos. No es ningún secreto que Chaves siempre ha sido directo hasta la brutalidad, pero parece que algunas declaraciones han cruzado la línea, generando estas fuertes reacciones. Algunos dicen que es persecución política, otros que es justificado.
La Comisión Especial, que analizan el caso, ya hizo sus movimientos. Después de una votación donde entraron las voces de Alejandra Larios (PLN), Rocío Alfaro (Frente Amplio) y Daniel Vargas (oficialista), decidieron convocar al Presidente para dar la cara. Además, aprobaron una enmienda para que las sesiones de la comisión sean los viernes a las nueve de la mañana –pa’ echarle pila al asunto, porque esto promete ser largo y pesado–. Parece que quieren acelerar el proceso, buscando resolverlo pronto.
Este no es el primer baile del Presidente con la comisión. Ya había comparecido el 22 de agosto pasado, en relación con la denuncia por concusión en el caso BCIE-Cariñitos. En aquella ocasión, acudió al Congreso, pero luego decidió no presentarse ante el Plenario para exponer públicamente sus argumentos. Ahora, con esta nueva solicitud de desafuero, la presión es aún mayor y la expectativa es que participe activamente en el careo.
Vanessa Castro, presidenta interina del Congreso, tuvo que darle continuidad a este proceso debido a la ausencia temporal de Rodrigo Arias, quien se recupera de una cirugía. La comisión ahora tiene un plazo de 20 días naturales, con posibilidad de una prórroga igual de larga, para analizar la documentación, escuchar a las partes involucradas y finalmente recomendar si se levanta o no el fuero presidencial. ¡Eso es mucho tiempo pa’ armar tortas!
Recordemos que, si el desafuero fuera aprobado, el caso pasaría al ente electoral, abriendo la puerta al retiro de las credenciales del Presidente e incluso a su inhabilitación para ocupar cargos públicos por un periodo máximo de cuatro años. Es decir, estaría perdiendo el gallito y tendría que buscar otro chunche para seguir trabajando. Este panorama es bastante serio y podría tener consecuencias importantes para el país. El caso BCIE-Cariñitos ya dejó secuelas y parece que este nuevo capítulo no va a ser diferente.
Si nos remontamos al proceso anterior, también relacionado con el caso BCIE-Cariñitos, la Comisión escuchó al Presidente en agosto, pero el Plenario rechazó levantarle el fuero en septiembre con 34 votos a favor y 21 en contra. Se necesitaban 38 para aprobarlo, así que se fue al lote. Esta vez, la apuesta es alta y el ambiente político está cargado de tensiones. Las próximas semanas serán cruciales para determinar el futuro del Presidente y, posiblemente, el rumbo del país.
Y ahora la gran pregunta, mi gente: ¿Creen que el Presidente va a poder defenderse en el careo y evitar que le levanten el fuero, o estamos viendo los primeros pasos hacia su salida del poder? ¡Déjenme saber sus opiniones en los comentarios! ¿Es un ataque político injustificado o el Presidente realmente se ha pasado de la raya?
