¡Aguante, Puntarenas! Después de años de esperar y promesas rotas, la Sala Constitucional le dio caña al AyA y ordenó a toda prisa construir un nuevo sistema de alcantarillado y una planta de tratamiento de aguas residuales. Esto significa que, por fin, podríamos dejar atrás ese sistema prehistórico del ’43 que está echando a perder nuestro estero y poniendo en riesgo nuestra salud.
La bronca empezó hace tiempo, con el regidor Mario Rodríguez liderando el reclamo. Él presentó un recurso de amparo porque resulta que nos cobran en la factura del AyA por el servicio de alcantarillado y el tratamiento de las aguas, pero en la práctica, esas aguas simplemente se van directas al estero. ¡Un despache total!
Rodríguez, con toda la razón del mundo, se acercó al AyA buscando saber si tenían algún plan, alguna luz al final del túnel. Le dijeron que sí, que tenían aprobado un presupuesto de unos 30 palos para cambiar el alcantarillado, pero sin fechas ni compromisos reales. Ahí entendió que la única manera de hacerlos mover era a través de la justicia.
Y vaya que funcionó. La Sala Constitucional, como bien dicen, le puso el acelerador al AyA, dándole plazos claros: seis meses para tomar medidas urgentes para proteger la salud de los puntarenenses, tres años para terminar la construcción del nuevo alcantarillado, y cinco años para levantar la planta de tratamiento. ¡Una definición clara, pa’ que no anden jugando con nosotros!
Ahora, claro, algunos dirán que cinco años es mucho tiempo, pero teniendo en cuenta el historial del AyA, es un avance significativo. Por lo menos, ahora sabemos que tienen que cumplir, y podemos estar pendiente de que cumplan con lo que prometieron. Además, recordemos la bronca que tuvieron con el Mercado Municipal, donde el Ministerio de Salud ya había emitido órdenes sanitarias por la contaminación del estero, pero la situación siguió estancada.
Lo interesante es que Rodríguez destaca que la contaminación del estero no viene principalmente del mercado, que apenas funciona a la mitad de su capacidad. Según él, el verdadero culpable es el Estado, y específicamente el AyA, por no haber hecho lo que debía hacer hace décadas. “Si el AyA tuviera una planta de tratamiento y el mercado se conectara ahí, no habría problema,” afirmó.
Esta resolución es una victoria para todos los puntarenenses, quienes durante años han tenido que lidiar con un sistema deficiente que afecta su calidad de vida y el medio ambiente. Ya no vamos a quedar inciertos sobre el futuro; ahora tenemos plazos establecidos y la esperanza de que, finalmente, se solucione este problema histórico. ¡Ahora a vigilar que el AyA cumpla con lo que le pidieron!
Con todo esto, me pregunto... ¿creemos que el AyA cumplirá con estos plazos o seguiremos esperando otros cinco años para ver una planta de tratamiento funcionando? ¿Y qué medidas de emergencia podrían tomar en esos primeros seis meses para mitigar el daño al estero?
La bronca empezó hace tiempo, con el regidor Mario Rodríguez liderando el reclamo. Él presentó un recurso de amparo porque resulta que nos cobran en la factura del AyA por el servicio de alcantarillado y el tratamiento de las aguas, pero en la práctica, esas aguas simplemente se van directas al estero. ¡Un despache total!
Rodríguez, con toda la razón del mundo, se acercó al AyA buscando saber si tenían algún plan, alguna luz al final del túnel. Le dijeron que sí, que tenían aprobado un presupuesto de unos 30 palos para cambiar el alcantarillado, pero sin fechas ni compromisos reales. Ahí entendió que la única manera de hacerlos mover era a través de la justicia.
Y vaya que funcionó. La Sala Constitucional, como bien dicen, le puso el acelerador al AyA, dándole plazos claros: seis meses para tomar medidas urgentes para proteger la salud de los puntarenenses, tres años para terminar la construcción del nuevo alcantarillado, y cinco años para levantar la planta de tratamiento. ¡Una definición clara, pa’ que no anden jugando con nosotros!
Ahora, claro, algunos dirán que cinco años es mucho tiempo, pero teniendo en cuenta el historial del AyA, es un avance significativo. Por lo menos, ahora sabemos que tienen que cumplir, y podemos estar pendiente de que cumplan con lo que prometieron. Además, recordemos la bronca que tuvieron con el Mercado Municipal, donde el Ministerio de Salud ya había emitido órdenes sanitarias por la contaminación del estero, pero la situación siguió estancada.
Lo interesante es que Rodríguez destaca que la contaminación del estero no viene principalmente del mercado, que apenas funciona a la mitad de su capacidad. Según él, el verdadero culpable es el Estado, y específicamente el AyA, por no haber hecho lo que debía hacer hace décadas. “Si el AyA tuviera una planta de tratamiento y el mercado se conectara ahí, no habría problema,” afirmó.
Esta resolución es una victoria para todos los puntarenenses, quienes durante años han tenido que lidiar con un sistema deficiente que afecta su calidad de vida y el medio ambiente. Ya no vamos a quedar inciertos sobre el futuro; ahora tenemos plazos establecidos y la esperanza de que, finalmente, se solucione este problema histórico. ¡Ahora a vigilar que el AyA cumpla con lo que le pidieron!
Con todo esto, me pregunto... ¿creemos que el AyA cumplirá con estos plazos o seguiremos esperando otros cinco años para ver una planta de tratamiento funcionando? ¿Y qué medidas de emergencia podrían tomar en esos primeros seis meses para mitigar el daño al estero?