¡Ay, Dios mío, qué vaina! Aquí estamos otra vez hablando de cómo nos quieren quitar hasta el ranfla. Resulta que ahora algunos políticos andan pensando en dejar que retiremos todos los fondos de nuestras pensiones complementarias, ¡en un tirón!, como si fuera rifa. Pero ojo, que un economista serio, don Ronulfo Jiménez, está diciendo que eso es puro despiche, pura jugada turbia que nos va a salir cara.
Para ponerle pausa a la cosa, Jiménez, que entiende un montón de estos temas de pensiones y economía, explica que nuestro sistema de pensiones acá en Costa Rica siempre ha sido como una comida completa: tienes el INSU, la Jupema, y luego está este ROPC, que era para darle un buen empujoncito extra a la jubilación. Nunca se pensó que íbamos a sacar todo el pastel de una vez, ¡eso sí que no!
El señor Jiménez, que anda metido en estas cosas de empleo, pobreza y ver cómo le vamos haciendo a la gente, advierte que si nos dejan sacar todo ese dinero de golpe, muchos van a irse de viaje rapidísimo y no les alcanzará ni para el café diario en la vejez. ¿Se imaginan? Sacándonos el hueso a nosotros, los que trabajamos honestamente toda la vida. ¡No, gracias!
Y no es cuento, dice que en Perú ya vivieron esto y salió todo torcido. Después del primer retiro, ¡casi la mitad de la gente se quedó sin nada! Otros dejaron el dinero en el banco generando cero interés, y los pocos que supieron ahorrar poquito, igual no les alcanzó para vivir tranquilos. Así que, ¿para qué repetimos los errores de nuestros vecinos?
El problema, según el economista, es que nosotros, los humanos, somos así de fáciles de caer en trampas psicológicas. Preferimos gastarnos el dinero ahorita mismo, aunque eso signifique arruinar nuestro futuro. Nos dejamos llevar por el “quiero tenerlo ya” y olvidamos que la jubilación está a la vuelta de la esquina. ¡Un chunche hoy vale más que la seguridad mañana, dicen!
Estos sesgos, como le llaman ellos, nos hacen valorar más un viaje a México que un futuro tranquilo pagando las cuentas. A veces no le damos importancia a lo que realmente importa, y nos vemos comiéndonos las manos cuando llega el momento de decir ‘ya me jubilé’ y no tengo ni pa’ el pan.
Entonces, ¿qué pasa ahora? Pues resulta que algunos diputados están intentando meter leyes para que podamos retirar todo el dinero. Pero Jiménez, con toda la razón del mundo, dice que no hay ninguna prueba de que esto vaya a funcionar en Costa Rica. Que somos igual de susceptibles a caernos en estas, y que al final, el sistema de pensiones entero podría irse al traste. ¡Imagínate el bronca!
¿Será que necesitamos más educación financiera para entender que el ahorro para la vejez no es un lujo, sino una necesidad? ¿O simplemente estamos condenados a repetir los mismos errores económicos generación tras generación? ¡Dime tú, compa, qué piensas de todo esto? ¿Te animarías a retirar todo el dinero de tu ROPC o prefieres mantenerlo seguro para el futuro?
Para ponerle pausa a la cosa, Jiménez, que entiende un montón de estos temas de pensiones y economía, explica que nuestro sistema de pensiones acá en Costa Rica siempre ha sido como una comida completa: tienes el INSU, la Jupema, y luego está este ROPC, que era para darle un buen empujoncito extra a la jubilación. Nunca se pensó que íbamos a sacar todo el pastel de una vez, ¡eso sí que no!
El señor Jiménez, que anda metido en estas cosas de empleo, pobreza y ver cómo le vamos haciendo a la gente, advierte que si nos dejan sacar todo ese dinero de golpe, muchos van a irse de viaje rapidísimo y no les alcanzará ni para el café diario en la vejez. ¿Se imaginan? Sacándonos el hueso a nosotros, los que trabajamos honestamente toda la vida. ¡No, gracias!
Y no es cuento, dice que en Perú ya vivieron esto y salió todo torcido. Después del primer retiro, ¡casi la mitad de la gente se quedó sin nada! Otros dejaron el dinero en el banco generando cero interés, y los pocos que supieron ahorrar poquito, igual no les alcanzó para vivir tranquilos. Así que, ¿para qué repetimos los errores de nuestros vecinos?
El problema, según el economista, es que nosotros, los humanos, somos así de fáciles de caer en trampas psicológicas. Preferimos gastarnos el dinero ahorita mismo, aunque eso signifique arruinar nuestro futuro. Nos dejamos llevar por el “quiero tenerlo ya” y olvidamos que la jubilación está a la vuelta de la esquina. ¡Un chunche hoy vale más que la seguridad mañana, dicen!
Estos sesgos, como le llaman ellos, nos hacen valorar más un viaje a México que un futuro tranquilo pagando las cuentas. A veces no le damos importancia a lo que realmente importa, y nos vemos comiéndonos las manos cuando llega el momento de decir ‘ya me jubilé’ y no tengo ni pa’ el pan.
Entonces, ¿qué pasa ahora? Pues resulta que algunos diputados están intentando meter leyes para que podamos retirar todo el dinero. Pero Jiménez, con toda la razón del mundo, dice que no hay ninguna prueba de que esto vaya a funcionar en Costa Rica. Que somos igual de susceptibles a caernos en estas, y que al final, el sistema de pensiones entero podría irse al traste. ¡Imagínate el bronca!
¿Será que necesitamos más educación financiera para entender que el ahorro para la vejez no es un lujo, sino una necesidad? ¿O simplemente estamos condenados a repetir los mismos errores económicos generación tras generación? ¡Dime tú, compa, qué piensas de todo esto? ¿Te animarías a retirar todo el dinero de tu ROPC o prefieres mantenerlo seguro para el futuro?
