Bueno, pues fíjate tú, parece que el panorama para viajar a Estados Unidos este feriado de Acción de Gracias no pinta nada pretty. Resulta que el secretario de Transporte de allá, un tal Sean Duffy, soltó la bomba: el tráfico aéreo podría ir bajando a pasos de tortuga. ¡Imagínate la bronca!
Todo esto por culpa del cierre del gobierno federal, esa vainera que llevan años arrastrando por allá. Parece que a algunos políticos les gusta jugar con el bolsillo de la gente y ahora estamos pagándolo caro. Han tenido que reducir vuelos en como cuarenta aeropuertos para evitar aún más problemas, porque nomás no tienen suficiente personal, incluyendo esos controladores aéreos que son clave para que todo funcione bien.
Y ojo, mae, que Duffy no anda jugando. Dice que la cosa se va a poner peor y peor a medida que se acerca el Día de Acción de Gracias. Quién sabe, podríamos estar viendo escenas dignas de pelicula de desastres en los aeropuertos. Ya te imaginas: familias varadas, carreras perdidas, reservas echadas a perder... ¡Una verdadera carga!
Según datos de FlightAware, ya vamos por encima de mil trescientos vuelos cancelados o atrasados solamente este domingo. Y eso apenas comienza. Los aeropuertos de Nueva York, Chicago y Atlanta son los que más están sufriendo, pero a nadie le va a escapar ileso de esta, ni aunque te robes. Así que si tenías planeado visitar a tus primos en Miami, mejor empieza a buscar alternativas, diay.
Lo que más preocupa es que esta vainera podría durar hasta después de Acción de Gracias si demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo y solucionan este brete presupuestario. No sé ustedes, pero yo creo que deberían tomarse en serio las cosas y dejar de andar peleándose por tonterías mientras la gente está tratando de llegar a casa para celebrar con sus seres queridos. ¡Es una falta de respeto!
Esto nos afecta directamente, mándale duro. Muchos ticos tenemos familiares allá, otros planeábamos ir de vacaciones. Ahora toca agarrar la calculadora, ver cuánto nos costará cambiar los planes y esperar que la situación no se complique más. Además, imagina el impacto económico que tendrá para el turismo y el comercio bilateral. Una verdadera espina clavada.
Y hablando de economía, no olvidemos que Estados Unidos es uno de nuestros principales socios comerciales. Un problema así en su infraestructura aérea puede tener consecuencias negativas para nuestra propia economía, aunque no sean tan directas. Vamos, que entre más lento ande la maquinaria gringa, más nos afecta a nosotros también. Es como si le pusieran freno a un chunche que necesita moverse rápido.
En fin, toda esta historia nos deja pensando: ¿hasta dónde llegará el gobierno estadounidense para solucionar este lío y permitir que la gente pueda volar tranquila este feriado? ¿Será que al final tendremos que conformarnos con pasar el Día de Acción de Gracias aquí en Costa Rica, disfrutando de nuestro clima y nuestras playas? Déjanme saber qué piensas tú, ¿crees que encontrarán una solución a tiempo o deberíamos empezar a aceptar que este viaje se fue al traste?
Todo esto por culpa del cierre del gobierno federal, esa vainera que llevan años arrastrando por allá. Parece que a algunos políticos les gusta jugar con el bolsillo de la gente y ahora estamos pagándolo caro. Han tenido que reducir vuelos en como cuarenta aeropuertos para evitar aún más problemas, porque nomás no tienen suficiente personal, incluyendo esos controladores aéreos que son clave para que todo funcione bien.
Y ojo, mae, que Duffy no anda jugando. Dice que la cosa se va a poner peor y peor a medida que se acerca el Día de Acción de Gracias. Quién sabe, podríamos estar viendo escenas dignas de pelicula de desastres en los aeropuertos. Ya te imaginas: familias varadas, carreras perdidas, reservas echadas a perder... ¡Una verdadera carga!
Según datos de FlightAware, ya vamos por encima de mil trescientos vuelos cancelados o atrasados solamente este domingo. Y eso apenas comienza. Los aeropuertos de Nueva York, Chicago y Atlanta son los que más están sufriendo, pero a nadie le va a escapar ileso de esta, ni aunque te robes. Así que si tenías planeado visitar a tus primos en Miami, mejor empieza a buscar alternativas, diay.
Lo que más preocupa es que esta vainera podría durar hasta después de Acción de Gracias si demócratas y republicanos no se ponen de acuerdo y solucionan este brete presupuestario. No sé ustedes, pero yo creo que deberían tomarse en serio las cosas y dejar de andar peleándose por tonterías mientras la gente está tratando de llegar a casa para celebrar con sus seres queridos. ¡Es una falta de respeto!
Esto nos afecta directamente, mándale duro. Muchos ticos tenemos familiares allá, otros planeábamos ir de vacaciones. Ahora toca agarrar la calculadora, ver cuánto nos costará cambiar los planes y esperar que la situación no se complique más. Además, imagina el impacto económico que tendrá para el turismo y el comercio bilateral. Una verdadera espina clavada.
Y hablando de economía, no olvidemos que Estados Unidos es uno de nuestros principales socios comerciales. Un problema así en su infraestructura aérea puede tener consecuencias negativas para nuestra propia economía, aunque no sean tan directas. Vamos, que entre más lento ande la maquinaria gringa, más nos afecta a nosotros también. Es como si le pusieran freno a un chunche que necesita moverse rápido.
En fin, toda esta historia nos deja pensando: ¿hasta dónde llegará el gobierno estadounidense para solucionar este lío y permitir que la gente pueda volar tranquila este feriado? ¿Será que al final tendremos que conformarnos con pasar el Día de Acción de Gracias aquí en Costa Rica, disfrutando de nuestro clima y nuestras playas? Déjanme saber qué piensas tú, ¿crees que encontrarán una solución a tiempo o deberíamos empezar a aceptar que este viaje se fue al traste?