¡Ay, Dios mío, qué bronca! La tranquilidad de Alajuelita se fue al diablo con la noticia del asesinato de Toño y Mauren, la pareja que todos conocíamos. Unos días atrás, estaban atendiendo felices en su restaurante, y ahora… bueno, ahora la cosa está más turbia que café corrido.
Como bien saben, Antonio Badilla y Mauren Molina aparecieron sin vida el domingo pasado en su propia casa, en Santa Marta. El OIJ anda buscando pistas a mil por hora, pero la gente ya empezó a hablar y las versiones van dando vueltas como trompo mareado. El caso ha dejado a la comunidad entera con el corazón roto y llena de preguntas.
Según Marjorie Retana, una vecina muy cercana y amiga de la pareja, la versión que más suena entre los vecinos –y que le contó el mismo hermano de Toño– es que el sospechoso sería un tipo extranjero al que precisamente habían estado ayudando. Aparentemente, lo tenían chambeando en el restaurante, dándole una oportunidad porque necesitaba una vara. Pero parece que la cosa terminó fatal.
“El hermano me dijo que hay varias versiones, pero la que más circula es la del extranjero. Lo tenían trabajando ahí, le estaban echando una mano, pero parece que hubo un problema,” nos contó Marjorie con la voz quebrada. Ella recalcó que esto son solamente rumores y que el OIJ es quien tiene que determinar qué pasó realmente. Pero, vamos a ser honestos, el ambiente está tenso y la especulación va por las nubes.
A ver, mándenme flores, porque decir esto duele como chorreado, pero Toño y Mauren eran pura gente buena. Una pareja humilde, trabajadora, siempre dispuesta a echar una mano. Eran de esos que te saludaban en la calle con una sonrisa y te hacían sentir como en casa. Conocerlos era conocer a dos ángeles disfrazados de humanos.
Y no solo eran buenos con la gente, sino también con sus empleados. Su restaurante, ‘Sabores de Alajuelita’, era reconocido por su comida deliciosa y el trato amable que les daban a todos sus clientes. Siempre había música, risas y un ambiente familiar que hacía que uno quisiera quedarse ahí hasta que cerraran. Ahora, imaginen la tristeza que sienten los trabajadores y los fieles comensales... ¡qué pena!
El OIJ no ha dado muchas luces sobre el caso, pero sí confirmó que están investigando todas las líneas posibles. Se están revisando cámaras de seguridad, entrevistando a testigos y analizando evidencias para tratar de esclarecer qué fue exactamente lo que sucedió en la casa de Toño y Mauren. Dicen que el brete es complicado, pero confían en que encontrarán al responsable.
Esta tragedia nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega nuestra capacidad de ayudar a otros sin poner en riesgo nuestra propia seguridad? ¿Deberíamos ser más cautelosos con las personas que recibimos en nuestros hogares, incluso si necesitan una mano? En fin, qué cosas pasan, ¿verdad? Me gustaría saber qué piensan ustedes, compas del foro. ¿Les da miedo ayudar a alguien necesitado por temor a que pueda pasar algo así?
Como bien saben, Antonio Badilla y Mauren Molina aparecieron sin vida el domingo pasado en su propia casa, en Santa Marta. El OIJ anda buscando pistas a mil por hora, pero la gente ya empezó a hablar y las versiones van dando vueltas como trompo mareado. El caso ha dejado a la comunidad entera con el corazón roto y llena de preguntas.
Según Marjorie Retana, una vecina muy cercana y amiga de la pareja, la versión que más suena entre los vecinos –y que le contó el mismo hermano de Toño– es que el sospechoso sería un tipo extranjero al que precisamente habían estado ayudando. Aparentemente, lo tenían chambeando en el restaurante, dándole una oportunidad porque necesitaba una vara. Pero parece que la cosa terminó fatal.
“El hermano me dijo que hay varias versiones, pero la que más circula es la del extranjero. Lo tenían trabajando ahí, le estaban echando una mano, pero parece que hubo un problema,” nos contó Marjorie con la voz quebrada. Ella recalcó que esto son solamente rumores y que el OIJ es quien tiene que determinar qué pasó realmente. Pero, vamos a ser honestos, el ambiente está tenso y la especulación va por las nubes.
A ver, mándenme flores, porque decir esto duele como chorreado, pero Toño y Mauren eran pura gente buena. Una pareja humilde, trabajadora, siempre dispuesta a echar una mano. Eran de esos que te saludaban en la calle con una sonrisa y te hacían sentir como en casa. Conocerlos era conocer a dos ángeles disfrazados de humanos.
Y no solo eran buenos con la gente, sino también con sus empleados. Su restaurante, ‘Sabores de Alajuelita’, era reconocido por su comida deliciosa y el trato amable que les daban a todos sus clientes. Siempre había música, risas y un ambiente familiar que hacía que uno quisiera quedarse ahí hasta que cerraran. Ahora, imaginen la tristeza que sienten los trabajadores y los fieles comensales... ¡qué pena!
El OIJ no ha dado muchas luces sobre el caso, pero sí confirmó que están investigando todas las líneas posibles. Se están revisando cámaras de seguridad, entrevistando a testigos y analizando evidencias para tratar de esclarecer qué fue exactamente lo que sucedió en la casa de Toño y Mauren. Dicen que el brete es complicado, pero confían en que encontrarán al responsable.
Esta tragedia nos deja pensando: ¿Hasta dónde llega nuestra capacidad de ayudar a otros sin poner en riesgo nuestra propia seguridad? ¿Deberíamos ser más cautelosos con las personas que recibimos en nuestros hogares, incluso si necesitan una mano? En fin, qué cosas pasan, ¿verdad? Me gustaría saber qué piensan ustedes, compas del foro. ¿Les da miedo ayudar a alguien necesitado por temor a que pueda pasar algo así?
