¡Ay, Dios mío! El caso del alcalde de San Carlos, Juan Diego González, y su petición al candidato del PLN, Álvaro Ramos, de no pisar tierras sancarleñas, se ha vuelto el churri del momento. Resulta que el alcalde, recién huido del PLN para abrazar las filas del oficialismo, le habría dicho a Ramos que si aparecía por San Carlos, el Gobierno les cortaría el agua, digo, el presupuesto. Un bronca tremenda, ¿eh?
Todo comenzó hace unas semanas, cuando se estaba organizando una visita de Ramos a San Carlos como parte de sus recorridos de campaña liberacionista. Según cuenta Ramos en un video que circuló como pan caliente, el propio González se comunicó con él para pedirle que se abstuviera de ir. “Nos dijo ‘por favor no vengan, el Gobierno nos ha dicho que si aparecemos ahora, nos quitarán presupuesto, nos dejarán sin dinero para los sancarleños’”, relató Ramos, quien quedó más sorprendido que gallo en Navidad.
Ahora, entiendo que la política es un brete complicado, pero esto ya parece novela venezolana. Resulta que el alcalde justificó su petición argumentando que el Gobierno le había advertido que recortaría fondos destinados a San Carlos si Ramos hacía acto de presencia. ¡Imagínate la presión que debió sentir el pobre hombre! Parece que le estaban echando mano a la lana del cantón, aunque él diga que no. Un verdadero apuro político, ¡qué lata!
Pero la cosa no terminó ahí. Después de que se hizo pública la renuncia de González al PLN y se reveló este episodio, Ramos no pudo quedarse callado. Desató una furia contenida contra el alcalde y el partido de gobierno. “Me da pesar ver a Juan Diego irse con los mismos que lo amenazaron, que estuvieron dispuestos a perjudicar a los sancarleños solo por fines políticos. ¡No se vale!”, exclamó Ramos, visiblemente molesto. Pues sí, mae, la cosa pinta fea para el oficialismo.
Para sorpresa de muchos, el PLN salió en defensa de su excandidato, alegando que todo se trata de una campaña difamatoria. El Comité Cantonal de San Carlos incluso emitió una carta expresando su respaldo a Ramos, una jugada estratégica para recuperar terreno en la zona. En la misiva también aparece la firma de Diana Murillo, candidata a la provincia de Alajuela, lo cual demuestra que el asunto va más allá de un simple percance local; hay intereses mayores en juego, chunches importantes moviéndose detrás de cámaras.
Intentamos hablar con el alcalde González para obtener su versión de la historia, pero, ¡vaya sorpresa!, ni contesta el teléfono ni responde los mensajes. ¿Será que se siente acorralado o simplemente prefiere ignorar el problema? En fin, su silencio solo alimenta las especulaciones y aumenta la incertidumbre sobre lo que realmente pasó. Uno se queda pensando qué estará tramando este personaje. Definitivamente, un caso digno de analizar a fondo, pues huele raro, muy raro.
Este escándalo llega en un momento crucial de la campaña electoral, y podría tener consecuencias significativas en la carrera de Ramos y en el futuro político de San Carlos. La población está dividida entre quienes defienden al alcalde y quienes critican su decisión de abandonar el PLN y aliarse con el oficialismo. Además, la promesa de recorte presupuestario ha generado preocupación y desconfianza entre los sancarleños, quienes temen verse afectados por las disputas políticas. Una verdadera pena que la política tenga que meterse hasta en los bolsillos de la gente, ¡qué despiche!
Después de todo este drama, me pregunto... ¿Cree usted que el alcalde González actuó correctamente al priorizar la estabilidad financiera de San Carlos sobre sus principios políticos, o debería haber defendido sus ideales a pesar de las posibles consecuencias? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente sobre este mamarracho. ¡A darle duro al debate!
Todo comenzó hace unas semanas, cuando se estaba organizando una visita de Ramos a San Carlos como parte de sus recorridos de campaña liberacionista. Según cuenta Ramos en un video que circuló como pan caliente, el propio González se comunicó con él para pedirle que se abstuviera de ir. “Nos dijo ‘por favor no vengan, el Gobierno nos ha dicho que si aparecemos ahora, nos quitarán presupuesto, nos dejarán sin dinero para los sancarleños’”, relató Ramos, quien quedó más sorprendido que gallo en Navidad.
Ahora, entiendo que la política es un brete complicado, pero esto ya parece novela venezolana. Resulta que el alcalde justificó su petición argumentando que el Gobierno le había advertido que recortaría fondos destinados a San Carlos si Ramos hacía acto de presencia. ¡Imagínate la presión que debió sentir el pobre hombre! Parece que le estaban echando mano a la lana del cantón, aunque él diga que no. Un verdadero apuro político, ¡qué lata!
Pero la cosa no terminó ahí. Después de que se hizo pública la renuncia de González al PLN y se reveló este episodio, Ramos no pudo quedarse callado. Desató una furia contenida contra el alcalde y el partido de gobierno. “Me da pesar ver a Juan Diego irse con los mismos que lo amenazaron, que estuvieron dispuestos a perjudicar a los sancarleños solo por fines políticos. ¡No se vale!”, exclamó Ramos, visiblemente molesto. Pues sí, mae, la cosa pinta fea para el oficialismo.
Para sorpresa de muchos, el PLN salió en defensa de su excandidato, alegando que todo se trata de una campaña difamatoria. El Comité Cantonal de San Carlos incluso emitió una carta expresando su respaldo a Ramos, una jugada estratégica para recuperar terreno en la zona. En la misiva también aparece la firma de Diana Murillo, candidata a la provincia de Alajuela, lo cual demuestra que el asunto va más allá de un simple percance local; hay intereses mayores en juego, chunches importantes moviéndose detrás de cámaras.
Intentamos hablar con el alcalde González para obtener su versión de la historia, pero, ¡vaya sorpresa!, ni contesta el teléfono ni responde los mensajes. ¿Será que se siente acorralado o simplemente prefiere ignorar el problema? En fin, su silencio solo alimenta las especulaciones y aumenta la incertidumbre sobre lo que realmente pasó. Uno se queda pensando qué estará tramando este personaje. Definitivamente, un caso digno de analizar a fondo, pues huele raro, muy raro.
Este escándalo llega en un momento crucial de la campaña electoral, y podría tener consecuencias significativas en la carrera de Ramos y en el futuro político de San Carlos. La población está dividida entre quienes defienden al alcalde y quienes critican su decisión de abandonar el PLN y aliarse con el oficialismo. Además, la promesa de recorte presupuestario ha generado preocupación y desconfianza entre los sancarleños, quienes temen verse afectados por las disputas políticas. Una verdadera pena que la política tenga que meterse hasta en los bolsillos de la gente, ¡qué despiche!
Después de todo este drama, me pregunto... ¿Cree usted que el alcalde González actuó correctamente al priorizar la estabilidad financiera de San Carlos sobre sus principios políticos, o debería haber defendido sus ideales a pesar de las posibles consecuencias? Dejen sus opiniones en el foro, quiero saber qué piensa la gente sobre este mamarracho. ¡A darle duro al debate!
