¡Aguántense! Esto sí que es irónico, imaginen... Después de que nos comimos el sapo y quedamos fuera del mundial, resultan que Alemania e Inglaterra quieren venir a jugar con nuestra Selección. ¡Ay, Dios mío! Parece salida de un capítulo de “El Universo al Revés”. Uno diría que tienen olfato pa’ el sufrimiento, ¿no?
Como ya saben, la eliminación de Costa Rica del camino a Norteamérica dejó a muchos con la boca abierta y el corazón roto. Pero mientras nos recuperábamos del mareo, explotó la bomba: Deportes Repretel, a través del programa 120 Minutos, soltó la primicia de que los europeos están llamando a la Fedefútbol. Una locura, te digo yo.
Ahora, vamos a ponernos las pilas y analizar esto con calma. ¿Por qué demonios querrían entrenar con un equipo eliminado? No es premio de consolación, ni mucho menos. Según expertos –y vaya que hay de todo acá–, parece que nuestros vecinos del norte están buscando rivales que les recuerden la rudeza y la astucia de los equipos de Concacaf. Aquí hay que darle crédito a la Tricolor, porque a pesar de todo, seguimos siendo vistos como un hueso duro de roer.
Y es que no nos podemos olvidar del pasado, diay. En Brasil 2014, empatamos 0-0 con Inglaterra en Belo Horizonte, un resultado que los mandó directito pa' casa. Y en Catar 2022, ¡casi le hacemos el feo a Alemania! Estuvimos arriba en el marcador y perdimos casi al final. Eso demuestra que, aunque no siempre ganemos, sabemos ponerlos a sudar frío, ¿verdad?
Así que, resulta que nuestros palazos de Europa están aprovechando nuestras derrotas para pulir sus habilidades defensivas y aprender a contragolpear como los dioses. Nos ven como sparring de lujo, un equipo que puede aguantar los golpes y salir rápido al ataque. ¡Y nosotros aquí lamentándonos! Me da risa, ¿eh?
Pero bueno, ahora la bola está en la cancha de Osael Maroto, el presidente de la Fedefútbol. Este viernes a las 8:30 a.m. va a dar una conferencia de prensa para aclarar la situación. Se espera que hable sobre el futuro del cuerpo técnico, la reestructuración de la Federación, y lo más importante, si aceptamos o no esos amistosos de alta presión. Hay mucha tela que cortar, mi pana.
Además, entre tanto, hay quien dice que esto podría ser una oportunidad dorada para lavar la imagen de la Selección y recuperar la confianza del público. Imagínate: jugarle de tú a tú a campeones del mundo y mostrarles quién manda. Sería un verdadero baño de pueblo, ¡una alegría para todos!
Como ya saben, la eliminación de Costa Rica del camino a Norteamérica dejó a muchos con la boca abierta y el corazón roto. Pero mientras nos recuperábamos del mareo, explotó la bomba: Deportes Repretel, a través del programa 120 Minutos, soltó la primicia de que los europeos están llamando a la Fedefútbol. Una locura, te digo yo.
Ahora, vamos a ponernos las pilas y analizar esto con calma. ¿Por qué demonios querrían entrenar con un equipo eliminado? No es premio de consolación, ni mucho menos. Según expertos –y vaya que hay de todo acá–, parece que nuestros vecinos del norte están buscando rivales que les recuerden la rudeza y la astucia de los equipos de Concacaf. Aquí hay que darle crédito a la Tricolor, porque a pesar de todo, seguimos siendo vistos como un hueso duro de roer.
Y es que no nos podemos olvidar del pasado, diay. En Brasil 2014, empatamos 0-0 con Inglaterra en Belo Horizonte, un resultado que los mandó directito pa' casa. Y en Catar 2022, ¡casi le hacemos el feo a Alemania! Estuvimos arriba en el marcador y perdimos casi al final. Eso demuestra que, aunque no siempre ganemos, sabemos ponerlos a sudar frío, ¿verdad?
Así que, resulta que nuestros palazos de Europa están aprovechando nuestras derrotas para pulir sus habilidades defensivas y aprender a contragolpear como los dioses. Nos ven como sparring de lujo, un equipo que puede aguantar los golpes y salir rápido al ataque. ¡Y nosotros aquí lamentándonos! Me da risa, ¿eh?
Pero bueno, ahora la bola está en la cancha de Osael Maroto, el presidente de la Fedefútbol. Este viernes a las 8:30 a.m. va a dar una conferencia de prensa para aclarar la situación. Se espera que hable sobre el futuro del cuerpo técnico, la reestructuración de la Federación, y lo más importante, si aceptamos o no esos amistosos de alta presión. Hay mucha tela que cortar, mi pana.
Además, entre tanto, hay quien dice que esto podría ser una oportunidad dorada para lavar la imagen de la Selección y recuperar la confianza del público. Imagínate: jugarle de tú a tú a campeones del mundo y mostrarles quién manda. Sería un verdadero baño de pueblo, ¡una alegría para todos!