¡Quiiiita! Buena nota para empezar el mes de enero, mi gente. Después de unos meses donde nos sacaron los últimos colones con esos precios de gasolina, finalmente Aresep dio luz verde a un bajón importante. Parece que nuestros bolsillos van a respirar un poquito, aunque siempre hay un chunche que nos quiere fastidiar, ¡pero ya les contaré!
Como bien saben, los precios de combustibles acá en Costa Rica dependen de factores externos – la movida del petróleo en Estados Unidos, la producción de otros países, hasta cómo va la economía global. Y parece que esa onda internacional nos está jugando a favor ahora. Según Recope, la mayor oferta mundial de crudo, junto con otras variables como la acumulación de inventarios y algunos ajustes en los pronósticos, han contribuido a esta relajada.
Lo concreto es esto: el litro de súper pasará de ¢643 a ¢637, o sea, seis colones menos; la regular se desploma de ¢635 a ¢612, un ahorro de 23 colones – ahí sí se siente el alivio. Incluso el diésel, que siempre ha sido el rey del dolor, también baja, aunque modestamente, de ¢557 a ¢550. Vamos, que estamos hablando de un respiro, y eso siempre es bienvenido. Y ojo, porque con estos precios, las gasolinas y el diésel regresan a niveles que no veíamos desde febrero de 2021. ¡Una época dorada que recordábamos con nostalgia!
Para ponerle más sabor a la piña, si miramos hacia atrás, a enero del 2025, la gasolina súper estará 4,35% más barata, la regular 1,78%, y el diésel prácticamente igual. Ahora sí, podemos decir que hemos ganado terreno. Pero… (y aquí viene el ‘pero’), el gas de 25 libras sube de ¢6.825 a ¢6.848, o sea, 25 colones más. Ahí sí, ese golpecito nos puede caer mal, sobre todo para la familia.
¿Por qué sube el gas entonces? Pues resulta que Saudi Aramco y Sonatrach, dos de los principales proveedores, aumentaron los precios del propano y butano, y además la demanda en el hemisferio norte, por la calefacción y el consumo en lugares como India, le puso más presión al mercado. Es esa movida global que a veces nos afecta directamente, sin importar si queremos o no. Un verdadero brete estar pendiente de estos temas, diay.
Expertos aseguran que estas fluctuaciones son normales y reflejan la dinámica del mercado energético mundial. Dicen que la tendencia a la baja podría continuar si la oferta sigue siendo alta y la demanda no se dispara demasiado. Esperemos que tengan razón y podamos seguir viendo estos precios más amigables para nuestro bolsillo. Aunque, honestamente, ya me cansé de rezarle a Aresep para que nos dé un buen regalo.
Ahora, para entenderlo aún mejor, comparemos los cambios porcentuales: el gas resulta ser 5,81% más económico que al inicio de este año, a pesar del pequeño aumento reciente. Claramente, la gasolina y el diésel fueron los grandes beneficiados de esta ocasión, demostrando que a veces, las cosas pueden mejorar, incluso en medio de tanta incertidumbre económica. Uno nunca pierde la esperanza, ¿verdad?
En fin, con este panorama, queda claro que los próximos meses podrían ser más tranquilos para los conductores y familias costarricenses. Sin embargo, no nos confemos, porque el mercado es volátil y cualquier imprevisto podría cambiar la jugada. Entonces, mi pregunta para ustedes, queridos lectores: ¿cren que este bajón en los precios de la gasolina es sostenible a largo plazo, o simplemente un respiro temporal ante futuras sorpresas? Dejen sus opiniones abajo, quiero saber qué piensan al respecto. ¡Vamos a armar un buen debate!
Como bien saben, los precios de combustibles acá en Costa Rica dependen de factores externos – la movida del petróleo en Estados Unidos, la producción de otros países, hasta cómo va la economía global. Y parece que esa onda internacional nos está jugando a favor ahora. Según Recope, la mayor oferta mundial de crudo, junto con otras variables como la acumulación de inventarios y algunos ajustes en los pronósticos, han contribuido a esta relajada.
Lo concreto es esto: el litro de súper pasará de ¢643 a ¢637, o sea, seis colones menos; la regular se desploma de ¢635 a ¢612, un ahorro de 23 colones – ahí sí se siente el alivio. Incluso el diésel, que siempre ha sido el rey del dolor, también baja, aunque modestamente, de ¢557 a ¢550. Vamos, que estamos hablando de un respiro, y eso siempre es bienvenido. Y ojo, porque con estos precios, las gasolinas y el diésel regresan a niveles que no veíamos desde febrero de 2021. ¡Una época dorada que recordábamos con nostalgia!
Para ponerle más sabor a la piña, si miramos hacia atrás, a enero del 2025, la gasolina súper estará 4,35% más barata, la regular 1,78%, y el diésel prácticamente igual. Ahora sí, podemos decir que hemos ganado terreno. Pero… (y aquí viene el ‘pero’), el gas de 25 libras sube de ¢6.825 a ¢6.848, o sea, 25 colones más. Ahí sí, ese golpecito nos puede caer mal, sobre todo para la familia.
¿Por qué sube el gas entonces? Pues resulta que Saudi Aramco y Sonatrach, dos de los principales proveedores, aumentaron los precios del propano y butano, y además la demanda en el hemisferio norte, por la calefacción y el consumo en lugares como India, le puso más presión al mercado. Es esa movida global que a veces nos afecta directamente, sin importar si queremos o no. Un verdadero brete estar pendiente de estos temas, diay.
Expertos aseguran que estas fluctuaciones son normales y reflejan la dinámica del mercado energético mundial. Dicen que la tendencia a la baja podría continuar si la oferta sigue siendo alta y la demanda no se dispara demasiado. Esperemos que tengan razón y podamos seguir viendo estos precios más amigables para nuestro bolsillo. Aunque, honestamente, ya me cansé de rezarle a Aresep para que nos dé un buen regalo.
Ahora, para entenderlo aún mejor, comparemos los cambios porcentuales: el gas resulta ser 5,81% más económico que al inicio de este año, a pesar del pequeño aumento reciente. Claramente, la gasolina y el diésel fueron los grandes beneficiados de esta ocasión, demostrando que a veces, las cosas pueden mejorar, incluso en medio de tanta incertidumbre económica. Uno nunca pierde la esperanza, ¿verdad?
En fin, con este panorama, queda claro que los próximos meses podrían ser más tranquilos para los conductores y familias costarricenses. Sin embargo, no nos confemos, porque el mercado es volátil y cualquier imprevisto podría cambiar la jugada. Entonces, mi pregunta para ustedes, queridos lectores: ¿cren que este bajón en los precios de la gasolina es sostenible a largo plazo, o simplemente un respiro temporal ante futuras sorpresas? Dejen sus opiniones abajo, quiero saber qué piensan al respecto. ¡Vamos a armar un buen debate!