¡Ay, mae! Se armó un buen fajón en Heredia, pero a nuestro favor. Después de tanto batallar y regatearle a la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), la ARESEP nos dio un respiro en las facturas del alcantarillado. Desde el año que viene, vamos a ver menos números rojos en el recibo, lo cual, en estos tiempos, ¡es más que bienvenido!
La movida es así: la ESPH había pedido un aumento de tarifas, argumentando mil y un motivos, pero la ARESEP, con toda la razón, le dijo “frenazo”. Unos técnicos de la Intendencia de Agua revisaron hasta la última boleta y encontraron cositas raras, como diríamos nosotros. Resulta que la empresa estaba intentando pasarnos la cantina con algunos gastos que ni siquiera iban relacionados con el servicio de agua corriente y desechos.
Y ojo, porque este ajuste no es cualquier regalito. Estamos hablando de beneficios directos para 24.522 abonados, ¡más de un buen trancamías de gente! Lo bueno es que la reducción va a ser gradual, así no nos pegamos un susto con un cambio radical de un día para otro. En 2026 veremos una baja promedio del 8,68%, y para 2027, la reducción acumulada llegará al 13,92%. ¡Eso sí es ahorrar unos billetes!
Pero, ¿cuánto significa esto en la práctica? Bueno, si consumes alrededor de 20 metros cúbicos al mes, como muchas familias acá en Costa Rica, ahora mismo estás pagando unos ¢10.704. A partir del próximo año, esa factura bajará a ¢9.775, gracias a una tarifa promedio de ¢589 por metro cúbico y un cargo fijo de ¢1.730. Para el 2027, la tarifa por metro cuadrado disminuirá aún más, a ¢555, aunque el cargo fijo subirá un poco, a ¢1.807. Una pequeña contraprestación, pero vale la pena.
Ahora, ¿por qué la ARESEP le puso el dedo en el renglón a la ESPH? Pues resulta que descubrieron varias cosas turbias. Por ejemplo, eliminaron gastos que no tenían nada que ver con el alcantarillado, rechazan facturas proforma súper viejas (con más de dos años de antigüedad, ¡qué barbaridad!), y corrigieron algunos cálculos que parecían sacados de la manga. Imagínense, estaban usando datos inflacionarios desfasados y otras artimañas para inflar los costos. ¡Qué sal!
Esta decisión de la ARESEP es importante, no solo por el ahorro directo que tendremos en nuestras facturas, sino porque reafirma el papel de esta institución como guardián de nuestros derechos como consumidores. En un momento en que los precios de todo están por las nubes, tener un organismo que velé por nuestros bolsillos es fundamental. Que sepan ellos que aquí estamos atentos, y no les vamos a dejar pasar ni una torta.
De hecho, muchos ven esto como una victoria para todos los herederianos, una muestra de que cuando exigimos nuestros derechos, podemos lograr cambios reales. Es un mensaje claro para todas las empresas de servicios públicos: no pueden andar jugando con nuestros recursos, porque siempre habrá alguien vigilante, listo para desenmascararlos. Este brete nos demuestra que la transparencia y el control son esenciales para garantizar un servicio justo y eficiente.
Así que, felicidades a la ARESEP por su labor y a todos los herederianos que hicieron sentir nuestra voz. Ahora, cuéntenme, ¿creen que este tipo de revisiones debería hacerse con mayor frecuencia en otros servicios básicos, como el transporte público o la telefonía? ¿Y ustedes, qué opinan sobre cómo la ESPH manejó esta situación? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo, quiero saber qué piensan mis compas!
La movida es así: la ESPH había pedido un aumento de tarifas, argumentando mil y un motivos, pero la ARESEP, con toda la razón, le dijo “frenazo”. Unos técnicos de la Intendencia de Agua revisaron hasta la última boleta y encontraron cositas raras, como diríamos nosotros. Resulta que la empresa estaba intentando pasarnos la cantina con algunos gastos que ni siquiera iban relacionados con el servicio de agua corriente y desechos.
Y ojo, porque este ajuste no es cualquier regalito. Estamos hablando de beneficios directos para 24.522 abonados, ¡más de un buen trancamías de gente! Lo bueno es que la reducción va a ser gradual, así no nos pegamos un susto con un cambio radical de un día para otro. En 2026 veremos una baja promedio del 8,68%, y para 2027, la reducción acumulada llegará al 13,92%. ¡Eso sí es ahorrar unos billetes!
Pero, ¿cuánto significa esto en la práctica? Bueno, si consumes alrededor de 20 metros cúbicos al mes, como muchas familias acá en Costa Rica, ahora mismo estás pagando unos ¢10.704. A partir del próximo año, esa factura bajará a ¢9.775, gracias a una tarifa promedio de ¢589 por metro cúbico y un cargo fijo de ¢1.730. Para el 2027, la tarifa por metro cuadrado disminuirá aún más, a ¢555, aunque el cargo fijo subirá un poco, a ¢1.807. Una pequeña contraprestación, pero vale la pena.
Ahora, ¿por qué la ARESEP le puso el dedo en el renglón a la ESPH? Pues resulta que descubrieron varias cosas turbias. Por ejemplo, eliminaron gastos que no tenían nada que ver con el alcantarillado, rechazan facturas proforma súper viejas (con más de dos años de antigüedad, ¡qué barbaridad!), y corrigieron algunos cálculos que parecían sacados de la manga. Imagínense, estaban usando datos inflacionarios desfasados y otras artimañas para inflar los costos. ¡Qué sal!
Esta decisión de la ARESEP es importante, no solo por el ahorro directo que tendremos en nuestras facturas, sino porque reafirma el papel de esta institución como guardián de nuestros derechos como consumidores. En un momento en que los precios de todo están por las nubes, tener un organismo que velé por nuestros bolsillos es fundamental. Que sepan ellos que aquí estamos atentos, y no les vamos a dejar pasar ni una torta.
De hecho, muchos ven esto como una victoria para todos los herederianos, una muestra de que cuando exigimos nuestros derechos, podemos lograr cambios reales. Es un mensaje claro para todas las empresas de servicios públicos: no pueden andar jugando con nuestros recursos, porque siempre habrá alguien vigilante, listo para desenmascararlos. Este brete nos demuestra que la transparencia y el control son esenciales para garantizar un servicio justo y eficiente.
Así que, felicidades a la ARESEP por su labor y a todos los herederianos que hicieron sentir nuestra voz. Ahora, cuéntenme, ¿creen que este tipo de revisiones debería hacerse con mayor frecuencia en otros servicios básicos, como el transporte público o la telefonía? ¿Y ustedes, qué opinan sobre cómo la ESPH manejó esta situación? ¡Déjenme sus comentarios aquí abajo, quiero saber qué piensan mis compas!
