¡Quihubole! Después de tanto rollo y pataleo, parece que vamos a ver avances en el puerto de Caldera. La Contraloría le dio el visto bueno al Incop para seguir adelante con la licitación del nuevo puerto, desechando así el último recurso presentado por Logística de Granados. Esto significa que podríamos estar viendo mejoras pronto, aunque todavía nos queda un brete por delante.
La movida es más seria de lo que parece, mae. Como bien saben, el puerto de Caldera es la puerta de entrada de gran parte de lo que consumimos acá en Costa Rica. Pero últimamente, entre demoras, aumentos de tarifas y otros percances, los importadores andaban hasta las cachas. La verdad, ¡qué despiche!
Según datos de la Cámara de Industrias, casi la mitad de las industrias manufactureras han sufrido los embates de estos problemas logísticos. Un estudio reveló que el 49,5% reporta afectaciones directas, lo cual representa un aumento considerable respecto al año anterior. ¡Eso se siente en el bolsillo de todos, diay!
Y ni hablar del impacto en la competitividad. La logística portuaria escaló tres peldaños en el ranking de obstáculos para el sector industrial, pasando del noveno al sexto puesto. Eso demuestra que este problema ya no es pequeño, sino que afecta directamente nuestra capacidad de competir a nivel internacional. Imagínate, ¡el país entero puede resentirse si esto sigue así!
Ahora, ¿qué pasó con el recurso de Logística de Granados? Pues resultan que no presentaron sus objeciones a tiempo, durante la primera ronda de observaciones. Según la Contraloría, eso invalidó su reclamo, argumentando que no era oportuno. A pesar de que reclamaban que no era correcto privatizar las obras existentes y cuestionaban la transparencia en la prestación de servicios de remolcadores, pues pa’ allá se fueron las cosas.
La modernización del puerto es vital, pura verdá. Tener un puerto eficiente no solo facilita el comercio, sino que también reduce costos para las empresas y, eventualmente, para nosotros los consumidores. Si seguimos arrastrando estos problemas, los precios de los productos pueden subir aún más y la economía podría irse al traste. ¡No queremos eso, claro que no!
Se habla de inversiones millonarias y de nuevas tecnologías que permitirán agilizar las operaciones y mejorar la infraestructura. Se espera que la licitación atraiga inversionistas interesados en transformar Caldera en un puerto modelo en la región. A ver si esta vez sí, porque ya hemos pasado por tantas promesas incumplidas que a veces da gusto ponerse a llorar… ¡pero hay que mantener la esperanza!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿creen ustedes que realmente la modernización del puerto de Caldera traerá cambios significativos y duraderos para la economía nacional, o será otra promesa vacía que terminará convirtiéndose en un escándalo más? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
La movida es más seria de lo que parece, mae. Como bien saben, el puerto de Caldera es la puerta de entrada de gran parte de lo que consumimos acá en Costa Rica. Pero últimamente, entre demoras, aumentos de tarifas y otros percances, los importadores andaban hasta las cachas. La verdad, ¡qué despiche!
Según datos de la Cámara de Industrias, casi la mitad de las industrias manufactureras han sufrido los embates de estos problemas logísticos. Un estudio reveló que el 49,5% reporta afectaciones directas, lo cual representa un aumento considerable respecto al año anterior. ¡Eso se siente en el bolsillo de todos, diay!
Y ni hablar del impacto en la competitividad. La logística portuaria escaló tres peldaños en el ranking de obstáculos para el sector industrial, pasando del noveno al sexto puesto. Eso demuestra que este problema ya no es pequeño, sino que afecta directamente nuestra capacidad de competir a nivel internacional. Imagínate, ¡el país entero puede resentirse si esto sigue así!
Ahora, ¿qué pasó con el recurso de Logística de Granados? Pues resultan que no presentaron sus objeciones a tiempo, durante la primera ronda de observaciones. Según la Contraloría, eso invalidó su reclamo, argumentando que no era oportuno. A pesar de que reclamaban que no era correcto privatizar las obras existentes y cuestionaban la transparencia en la prestación de servicios de remolcadores, pues pa’ allá se fueron las cosas.
La modernización del puerto es vital, pura verdá. Tener un puerto eficiente no solo facilita el comercio, sino que también reduce costos para las empresas y, eventualmente, para nosotros los consumidores. Si seguimos arrastrando estos problemas, los precios de los productos pueden subir aún más y la economía podría irse al traste. ¡No queremos eso, claro que no!
Se habla de inversiones millonarias y de nuevas tecnologías que permitirán agilizar las operaciones y mejorar la infraestructura. Se espera que la licitación atraiga inversionistas interesados en transformar Caldera en un puerto modelo en la región. A ver si esta vez sí, porque ya hemos pasado por tantas promesas incumplidas que a veces da gusto ponerse a llorar… ¡pero hay que mantener la esperanza!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿creen ustedes que realmente la modernización del puerto de Caldera traerá cambios significativos y duraderos para la economía nacional, o será otra promesa vacía que terminará convirtiéndose en un escándalo más? ¡Déjenme saber qué piensan en los comentarios!
