¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con otro lío mediático que nos tiene a todos sacudidos. Resulta que el Tribunal de Apelación ha metido hielo al plan del Gobierno de apagar las radios y teles, al menos temporalmente. Parece que vamos a tener transmisiones por un buen rato, aunque la vaina está más caliente que un tamal en diciembre.
Todo esto viene de raíz, amigos. Como recordarán, hace un tiempo se hablaba de un concurso para asignar las frecuencias de radio y televisión, una movida que prometía modernizar el panorama. Pero varios dueños de emisoras no estaban muy contentos con cómo venían las cosas y decidieron meterle mano legal a la situación, buscando proteger sus inversiones y evitar que les quiten el aire.
Y ahí entra don Federico Malavassi, abogado y exdiputado, que anda representando a la Cámara Nacional de Radio Costa Rica (CANARA) y a otras estaciones. Él le explica a CRHoy que el tribunal le dio la razón a los abogados, otorgando una medida cautelar que pone en pausa cualquier decreto que el Poder Ejecutivo quiera sacar adelante sobre esas frecuencias. En pocas palabras, nada de apagones precipitados, al menos por ahora. ¡Qué alivio!
Esto quiere decir que todo sigue como estaba antes. Las transmisiones siguen funcionando normalmente, las estaciones tienen sus frecuencias y el gobierno no puede hacer mucho al respecto mientras los juicios siguen avanzando. La resolución 378-25-1, que revoca otra anterior, es clara: los títulos habilitantes de las frecuencias se mantienen vigentes hasta que haya un fallo definitivo en los casos judiciales o cambien drásticamente las circunstancias.
Pero ojo, que la vaina no está resuelta. Según Malavassi, no se van a quedar de brazos cruzados. Lo que harán ahora es ir a la Sutel (Superintendencia de Telecomunicaciones) a intentar frenar también el proceso de concurso que acaban de anunciar. Dicen que es complicado seguir adelante con eso si todavía hay un juicio abierto sobre el tema. ¡Qué brete! Imagínate estar construyendo una casa mientras alguien te demanda por la propiedad.
La Sutel, por su parte, ya puso las bases del juego. Publicaron las condiciones para pujar por las frecuencias de AM, FM y televisión, abriendo un plazo de 40 días hábiles para presentar ofertas. Se sortearán frecuencias desde las bandas de 525 kHz hasta 108 MHz para radio, y segmentos de 174 MHz a 608 MHz para televisión. Todo esto mediante un concurso de sobre cerrado con una fase de puja para asegurar que se aprovechen al máximo esos valiosos espacios en el espectro radioeléctrico. ¡Una verdadera subasta!
Este concurso promete ser interesante, con la posibilidad de obtener una concesión por 15 años, prorrogable hasta llegar a los 25. Eso sí, habrá que demostrar que se sabe manejar el negocio y ofrecer propuestas innovadoras. La competencia va a estar candela, como dicen los jóvenes, y quién sabe qué sorpresas nos esperan. Muchos se preguntan si esto de la Sutel buscando abrir todo el abanico de frecuencias será la solución final al problema o simplemente dará paso a otros nuevos...
En fin, la pelota está en el tejado del gobierno, de la Sutel y de los dueños de las emisoras. A nosotros, los oyentes, nos toca esperar y ver cómo se desarrolla esta telenovela llena de idas y vueltas. Con tanta jugada legal y anuncios contradictorios, es difícil saber qué pasará al final. Ahora, díganme ustedes, ¿creen que este concurso de frecuencias traerá más opciones y calidad a nuestra programación radial y televisiva, o será simplemente otro episodio más de la eterna lucha por el control del aire?
Todo esto viene de raíz, amigos. Como recordarán, hace un tiempo se hablaba de un concurso para asignar las frecuencias de radio y televisión, una movida que prometía modernizar el panorama. Pero varios dueños de emisoras no estaban muy contentos con cómo venían las cosas y decidieron meterle mano legal a la situación, buscando proteger sus inversiones y evitar que les quiten el aire.
Y ahí entra don Federico Malavassi, abogado y exdiputado, que anda representando a la Cámara Nacional de Radio Costa Rica (CANARA) y a otras estaciones. Él le explica a CRHoy que el tribunal le dio la razón a los abogados, otorgando una medida cautelar que pone en pausa cualquier decreto que el Poder Ejecutivo quiera sacar adelante sobre esas frecuencias. En pocas palabras, nada de apagones precipitados, al menos por ahora. ¡Qué alivio!
Esto quiere decir que todo sigue como estaba antes. Las transmisiones siguen funcionando normalmente, las estaciones tienen sus frecuencias y el gobierno no puede hacer mucho al respecto mientras los juicios siguen avanzando. La resolución 378-25-1, que revoca otra anterior, es clara: los títulos habilitantes de las frecuencias se mantienen vigentes hasta que haya un fallo definitivo en los casos judiciales o cambien drásticamente las circunstancias.
Pero ojo, que la vaina no está resuelta. Según Malavassi, no se van a quedar de brazos cruzados. Lo que harán ahora es ir a la Sutel (Superintendencia de Telecomunicaciones) a intentar frenar también el proceso de concurso que acaban de anunciar. Dicen que es complicado seguir adelante con eso si todavía hay un juicio abierto sobre el tema. ¡Qué brete! Imagínate estar construyendo una casa mientras alguien te demanda por la propiedad.
La Sutel, por su parte, ya puso las bases del juego. Publicaron las condiciones para pujar por las frecuencias de AM, FM y televisión, abriendo un plazo de 40 días hábiles para presentar ofertas. Se sortearán frecuencias desde las bandas de 525 kHz hasta 108 MHz para radio, y segmentos de 174 MHz a 608 MHz para televisión. Todo esto mediante un concurso de sobre cerrado con una fase de puja para asegurar que se aprovechen al máximo esos valiosos espacios en el espectro radioeléctrico. ¡Una verdadera subasta!
Este concurso promete ser interesante, con la posibilidad de obtener una concesión por 15 años, prorrogable hasta llegar a los 25. Eso sí, habrá que demostrar que se sabe manejar el negocio y ofrecer propuestas innovadoras. La competencia va a estar candela, como dicen los jóvenes, y quién sabe qué sorpresas nos esperan. Muchos se preguntan si esto de la Sutel buscando abrir todo el abanico de frecuencias será la solución final al problema o simplemente dará paso a otros nuevos...
En fin, la pelota está en el tejado del gobierno, de la Sutel y de los dueños de las emisoras. A nosotros, los oyentes, nos toca esperar y ver cómo se desarrolla esta telenovela llena de idas y vueltas. Con tanta jugada legal y anuncios contradictorios, es difícil saber qué pasará al final. Ahora, díganme ustedes, ¿creen que este concurso de frecuencias traerá más opciones y calidad a nuestra programación radial y televisiva, o será simplemente otro episodio más de la eterna lucha por el control del aire?
