¡Ay, Dios mío, qué movida la que se armó allá en Argentina!
Resulta que el gobierno de Milei anda apretándole con to’ los problemas económicos, y ahora, pa' intentar sacarle el agua al caldo, han quitado los impuestos a la exportación de granos hasta finales de octubre. Imagínate, don, pa’ enganchar billetes, porque ahí andan buscando un préstamo gordo del Tesoro de Estados Unidos pa’ taparle el agujero y que no se les vaya todo al traste.
Según dicen los expertos – esos que siempre saben de todo, ey–, la idea es meterle más dólares al mercado argentino, aunque si eso funciona o no, bueno… ahí queda la duda. El mae Milei ya anda camino a Washington, a hacerle corte a Trump, espero que le lleve café bien cargadito, porque necesita esos verdes como quien necesita oxigeno, diay. Entre tanto, el Congreso anda jugando a hacer el difícil, revirtiendo vetos presidenciales y pidiendo más plata pa’ la discapacidad, la salud y la educación; una verdadera carga para el bolsillo de los contribuyentes, má’ ahora.
Lo que más me preocupa es cómo esto va a afectar nuestras importaciones de alimentos básicos. Ya sabemos cómo andamos nosotros con la inflación, y si Argentina deja ir más barato sus productos, podría ser un alivio... o también podría inflarse todavía más el precio aquí, quién sabe. Esa vara está bastante complicada, vamos.
Y ni hablar de los mercados financieros que andan que truenan. El peso argentino ha dado palos terribles y los bonos están cayendo como moscas. El ministro de Economía, Caputo, dice que están dispuestos a vender todos los dólares que tengan pa’ mantener la calma, pero parece que nada funciona a largo plazo. Parece que le están dando unos chunches a ver si sale algo.
Si nos ponemos a recordar, ya le habían bajado los impuestos a las ventas de soja en julio, intentando estimular la cosecha y aumentar las exportaciones. Redujeron el impuesto al poroto del 33% al 26%, y al resto de derivados del 31% al 24,5%. Se esforzaron, pura intención, pero la cosa sigue caliente. ¡Una torta!
Aquí en Costa Rica, mientras tanto, seguimos viendo el panorama desde lejos, esperando que esta crisis argentina no termine afectándonos demasiado. Sabemos que somos parte de una economía globalizada, y que los problemas de un lado del mundo pueden sentirse al otro, como una descarga eléctrica inesperada. A veces, uno siente que estamos bailando al ritmo de alguien que se está hundiendo, chunche.
Esta situación pinta complicada para ambos países. ¿Ustedes creen que la medida de Milei será suficiente para estabilizar la economía argentina, o simplemente es un parche temporal? ¿Y cómo impactarán estos movimientos en los precios de los alimentos que consumimos diariamente en nuestros hogares?
Resulta que el gobierno de Milei anda apretándole con to’ los problemas económicos, y ahora, pa' intentar sacarle el agua al caldo, han quitado los impuestos a la exportación de granos hasta finales de octubre. Imagínate, don, pa’ enganchar billetes, porque ahí andan buscando un préstamo gordo del Tesoro de Estados Unidos pa’ taparle el agujero y que no se les vaya todo al traste.
Según dicen los expertos – esos que siempre saben de todo, ey–, la idea es meterle más dólares al mercado argentino, aunque si eso funciona o no, bueno… ahí queda la duda. El mae Milei ya anda camino a Washington, a hacerle corte a Trump, espero que le lleve café bien cargadito, porque necesita esos verdes como quien necesita oxigeno, diay. Entre tanto, el Congreso anda jugando a hacer el difícil, revirtiendo vetos presidenciales y pidiendo más plata pa’ la discapacidad, la salud y la educación; una verdadera carga para el bolsillo de los contribuyentes, má’ ahora.
Lo que más me preocupa es cómo esto va a afectar nuestras importaciones de alimentos básicos. Ya sabemos cómo andamos nosotros con la inflación, y si Argentina deja ir más barato sus productos, podría ser un alivio... o también podría inflarse todavía más el precio aquí, quién sabe. Esa vara está bastante complicada, vamos.
Y ni hablar de los mercados financieros que andan que truenan. El peso argentino ha dado palos terribles y los bonos están cayendo como moscas. El ministro de Economía, Caputo, dice que están dispuestos a vender todos los dólares que tengan pa’ mantener la calma, pero parece que nada funciona a largo plazo. Parece que le están dando unos chunches a ver si sale algo.
Si nos ponemos a recordar, ya le habían bajado los impuestos a las ventas de soja en julio, intentando estimular la cosecha y aumentar las exportaciones. Redujeron el impuesto al poroto del 33% al 26%, y al resto de derivados del 31% al 24,5%. Se esforzaron, pura intención, pero la cosa sigue caliente. ¡Una torta!
Aquí en Costa Rica, mientras tanto, seguimos viendo el panorama desde lejos, esperando que esta crisis argentina no termine afectándonos demasiado. Sabemos que somos parte de una economía globalizada, y que los problemas de un lado del mundo pueden sentirse al otro, como una descarga eléctrica inesperada. A veces, uno siente que estamos bailando al ritmo de alguien que se está hundiendo, chunche.
Esta situación pinta complicada para ambos países. ¿Ustedes creen que la medida de Milei será suficiente para estabilizar la economía argentina, o simplemente es un parche temporal? ¿Y cómo impactarán estos movimientos en los precios de los alimentos que consumimos diariamente en nuestros hogares?