Mae, seamos honestos. Usar bus en este país a veces se siente como jugar a la lotería. Uno no sabe si llega a tiempo, si va a ir como sardina en lata o si, de un pronto a otro, le van a clavar un aumento que le desajusta el presupuesto del mes. La vara es que ahora los autobuseros, agrupados en Caprobus, salieron con una jugada que tiene a todo el mundo hablando: presentaron 15 propuestas para, según ellos, salvar el sistema del hueco en el que está metido, y juran y perjuran que no es para subir el pasaje. Pero como en todo, el diablo está en los detalles.
El panorama que pintan es bien oscuro. Miguel Zamora, el presi de la agrupación, lo dijo sin pelos en la lengua: el sector está en números rojos. O sea, están perdiendo plata. La amenaza no es un simple berrinche; ya una de las empresas, CoopeTransAtenas, avisó que si la ARESEP no les aprueba un ajuste, en cualquier momento parquean los chunchones y adiós muy buenas. Imagínense el despiche para la gente que depende de esa ruta para ir al brete o a estudiar. Es una bomba de tiempo, y si explota, el plan de muchísimos podría irse al traste de la noche a la mañana.
Y diay, ¿a quién le echan la culpa de este descalabro? Pues la lista es larga, pero los principales señalados son viejos conocidos. Primero, las plataformas digitales tipo Uber y DiDi, que siguen operando en un limbo legal que ya cansa. Los diputados llevan años con ese proyecto guardado en una gaveta, y mientras tanto, la competencia que ellos llaman "desleal" les sigue comiendo el mandado. A eso le suman los "piratas" de toda la vida y, ojo a esto, un supuesto descontrol del CTP dando permisos de transporte para estudiantes y trabajadores a lo loco. Básicamente, se quejan de que la cancha no está pareja, y que el Gobierno se ha jalado una torta monumental al no poner orden en la calle.
Entonces, ¿cuál es la solución mágica que proponen para no tener que meternos la mano en el bolsillo a los usuarios? La receta es sencilla: que el Estado asuma el costo. En el menú de las 15 propuestas destacan algunas que son dinamita pura. Están pidiendo que les quiten el IVA, que les exoneren total o parcialmente el impuesto a los combustibles y hasta la creación de un fondo nacional para subsidiar la operación. En otras palabras, le están pasando la factura al Gobierno. Quieren que se ponga mano dura con el transporte ilegal, que se actualice el modelo con el que se calculan las tarifas (que dicen que está más viejo que andar a pie) y que se le dé un trato de emergencia a las rutas rurales, que casi siempre son las más olvidadas.
Al final del día, el tico de a pie queda en el medio de un pleito de pesos pesados. Por un lado, la idea de mejorar el servicio sin que nos cueste más suena a cachete, ¿verdad? Pero por otro, esta movida de los autobuseros huele a ultimátum. Es un "o nos ayudan ustedes (Gobierno) o que se preparen los usuarios para el caos". La pregunta del millón es si el Gobierno cederá a la presión o si esto es solo el primer round de una pelea que terminará, como casi siempre, afectando a los que nos levantamos temprano para agarrar el bus. La vara está que arde.
Y ahora le pregunto al foro: ¿Ustedes qué piensan, maes? ¿Es justa la petición de los autobuseros o es una forma de chantajear al Gobierno para conseguir beneficios? ¿Debería el Estado subsidiar más a las empresas de buses o más bien meterles mano dura para que mejoren el servicio con lo que ya tienen? ¡Los leo!
El panorama que pintan es bien oscuro. Miguel Zamora, el presi de la agrupación, lo dijo sin pelos en la lengua: el sector está en números rojos. O sea, están perdiendo plata. La amenaza no es un simple berrinche; ya una de las empresas, CoopeTransAtenas, avisó que si la ARESEP no les aprueba un ajuste, en cualquier momento parquean los chunchones y adiós muy buenas. Imagínense el despiche para la gente que depende de esa ruta para ir al brete o a estudiar. Es una bomba de tiempo, y si explota, el plan de muchísimos podría irse al traste de la noche a la mañana.
Y diay, ¿a quién le echan la culpa de este descalabro? Pues la lista es larga, pero los principales señalados son viejos conocidos. Primero, las plataformas digitales tipo Uber y DiDi, que siguen operando en un limbo legal que ya cansa. Los diputados llevan años con ese proyecto guardado en una gaveta, y mientras tanto, la competencia que ellos llaman "desleal" les sigue comiendo el mandado. A eso le suman los "piratas" de toda la vida y, ojo a esto, un supuesto descontrol del CTP dando permisos de transporte para estudiantes y trabajadores a lo loco. Básicamente, se quejan de que la cancha no está pareja, y que el Gobierno se ha jalado una torta monumental al no poner orden en la calle.
Entonces, ¿cuál es la solución mágica que proponen para no tener que meternos la mano en el bolsillo a los usuarios? La receta es sencilla: que el Estado asuma el costo. En el menú de las 15 propuestas destacan algunas que son dinamita pura. Están pidiendo que les quiten el IVA, que les exoneren total o parcialmente el impuesto a los combustibles y hasta la creación de un fondo nacional para subsidiar la operación. En otras palabras, le están pasando la factura al Gobierno. Quieren que se ponga mano dura con el transporte ilegal, que se actualice el modelo con el que se calculan las tarifas (que dicen que está más viejo que andar a pie) y que se le dé un trato de emergencia a las rutas rurales, que casi siempre son las más olvidadas.
Al final del día, el tico de a pie queda en el medio de un pleito de pesos pesados. Por un lado, la idea de mejorar el servicio sin que nos cueste más suena a cachete, ¿verdad? Pero por otro, esta movida de los autobuseros huele a ultimátum. Es un "o nos ayudan ustedes (Gobierno) o que se preparen los usuarios para el caos". La pregunta del millón es si el Gobierno cederá a la presión o si esto es solo el primer round de una pelea que terminará, como casi siempre, afectando a los que nos levantamos temprano para agarrar el bus. La vara está que arde.
Y ahora le pregunto al foro: ¿Ustedes qué piensan, maes? ¿Es justa la petición de los autobuseros o es una forma de chantajear al Gobierno para conseguir beneficios? ¿Debería el Estado subsidiar más a las empresas de buses o más bien meterles mano dura para que mejoren el servicio con lo que ya tienen? ¡Los leo!