¡Ay, Dios mío! Esto sí que es un garrón. Resulta que en el Hospital Calderón Guardia andan teniendo problemas gordos con las autoclaves, esos aparatitos que esterilizan los instrumentos quirúrgicos. No es novedad que nuestro sistema de salud necesita un buen empujón, pero esto ya va para pasos avanzados. Hasta han tenido que cancelar 17 cirugías, algunas de ellas en situaciones de emergencia, ¡y eso no es poca cosa!
Según un reporte de la Auditoría Interna de la CCSS, la onda es que cuatro de los cinco autoclaves que usan allá tienen más de 20 años, unos datan incluso de finales de los '80 y principios de los '90. ¡Imagínate!, unos cacharritos viejos viejitos que se rompen más que calcetines en día de lavado. Eso ha causado retrasos en las operaciones, tanto las programadas como las que surgen de repente, y eso pone en peligro a los pacientes.
La doctora Jordana Jarquín Lanzas, jefa del Centro de Esterilización, admitió que empezaron a tener fallas frecuentes en noviembre pasado. Según ella, hubo un par de meses donde los equipos prácticamente se fueron al traste mientras esperaban un nuevo contrato de mantenimiento. ¡Un despache tremendo! Ya saben cómo son estas cosas burocráticas, a veces te dejan colgado sin remedio.
Lo que preocupa aún más es que, si bien la vida útil recomendada para estos equipos es de 10 a 15 años, algunos están funcionando con casi 40 años de servicio. ¡Eso es una barbaridad! Y para rematar, el hospital le metió más de 144 mil dólares en mantenimientos el año pasado, ¡casi el mismo precio de un autoclave nuevo! Parece que estamos tirándole dinero a los cerdos.
De esas 17 cirugías canceladas, 15 eran electivas, es decir, programadas, y dos eran de emergencia, principalmente relacionadas con fracturas y artrosis. Uno de los pacientes con una fractura, según Ana Bogantes Arce, gestora de la Sala de Operaciones, llevaba esperando desde marzo del año anterior, ¡y la fractura ya se consolido! Ahora tendrán que reevaluarlo para ver qué hacer. Un verdadero quebranto para el pobre tipo.
Pero lo peor de todo es que parece que nadie quiere hacerse responsable. El hospital tenía un plan para reemplazar estos equipos desde 2018, pero dicen que por espacio y peso no se puede hacerlo en el lugar donde están ahora. ¡Dicen! Suena a excusa barata para justificar la falta de inversión. Y para colmo, solo van a comprar dos nuevos autoclaves, ¡dejando otros tres equipos antiguos funcionando! Eso no soluciona el problema de raíz, chunches.
Además, la situación no es solo con las autoclaves. Las máquinas selladoras de grado médico, que se usan para empacar los instrumentos antes de esterilizarlos, también están pasándose de listo. Tienen entre 11 y 16 años, cuando su vida útil es de 10. Y la compra de reemplazo está planeada para 2026. ¡Para entonces estarán más viejas que yo! Esto aumenta el riesgo de fallos técnicos, contaminación del material quirúrgico e incluso infecciones hospitalarias. ¡Qué sal!
En fin, esta es una vara seria que nos toca analizar como sociedad. ¿Cómo podemos permitir que nuestros hospitales estén utilizando equipos obsoletos que ponen en riesgo la salud de las personas? ¿Estamos dispuestos a seguir pagando mantenimientos absurdos para prolongar la vida de cacharritos que deberían estar en el museo? ¡Díganme, ustedes qué piensan! ¿Debería el gobierno priorizar la inversión en tecnología médica o seguir recortando presupuestos?
Según un reporte de la Auditoría Interna de la CCSS, la onda es que cuatro de los cinco autoclaves que usan allá tienen más de 20 años, unos datan incluso de finales de los '80 y principios de los '90. ¡Imagínate!, unos cacharritos viejos viejitos que se rompen más que calcetines en día de lavado. Eso ha causado retrasos en las operaciones, tanto las programadas como las que surgen de repente, y eso pone en peligro a los pacientes.
La doctora Jordana Jarquín Lanzas, jefa del Centro de Esterilización, admitió que empezaron a tener fallas frecuentes en noviembre pasado. Según ella, hubo un par de meses donde los equipos prácticamente se fueron al traste mientras esperaban un nuevo contrato de mantenimiento. ¡Un despache tremendo! Ya saben cómo son estas cosas burocráticas, a veces te dejan colgado sin remedio.
Lo que preocupa aún más es que, si bien la vida útil recomendada para estos equipos es de 10 a 15 años, algunos están funcionando con casi 40 años de servicio. ¡Eso es una barbaridad! Y para rematar, el hospital le metió más de 144 mil dólares en mantenimientos el año pasado, ¡casi el mismo precio de un autoclave nuevo! Parece que estamos tirándole dinero a los cerdos.
De esas 17 cirugías canceladas, 15 eran electivas, es decir, programadas, y dos eran de emergencia, principalmente relacionadas con fracturas y artrosis. Uno de los pacientes con una fractura, según Ana Bogantes Arce, gestora de la Sala de Operaciones, llevaba esperando desde marzo del año anterior, ¡y la fractura ya se consolido! Ahora tendrán que reevaluarlo para ver qué hacer. Un verdadero quebranto para el pobre tipo.
Pero lo peor de todo es que parece que nadie quiere hacerse responsable. El hospital tenía un plan para reemplazar estos equipos desde 2018, pero dicen que por espacio y peso no se puede hacerlo en el lugar donde están ahora. ¡Dicen! Suena a excusa barata para justificar la falta de inversión. Y para colmo, solo van a comprar dos nuevos autoclaves, ¡dejando otros tres equipos antiguos funcionando! Eso no soluciona el problema de raíz, chunches.
Además, la situación no es solo con las autoclaves. Las máquinas selladoras de grado médico, que se usan para empacar los instrumentos antes de esterilizarlos, también están pasándose de listo. Tienen entre 11 y 16 años, cuando su vida útil es de 10. Y la compra de reemplazo está planeada para 2026. ¡Para entonces estarán más viejas que yo! Esto aumenta el riesgo de fallos técnicos, contaminación del material quirúrgico e incluso infecciones hospitalarias. ¡Qué sal!
En fin, esta es una vara seria que nos toca analizar como sociedad. ¿Cómo podemos permitir que nuestros hospitales estén utilizando equipos obsoletos que ponen en riesgo la salud de las personas? ¿Estamos dispuestos a seguir pagando mantenimientos absurdos para prolongar la vida de cacharritos que deberían estar en el museo? ¡Díganme, ustedes qué piensan! ¿Debería el gobierno priorizar la inversión en tecnología médica o seguir recortando presupuestos?