Maes, hablemos de la vara política un toque. Faltan como mil años para las elecciones de 2026, pero parece que algunos ya se están poniendo las tenis para empezar a correr la maratón. La vara es que este fin de semana, el Partido Avanza, que es relativamente nuevo en el barrio, se puso las pilas y en su Asamblea Nacional soltó el nombre de su candidato a la presidencia: José Aguilar Berrocal. Así, sin mucho color, ya tenemos al primer mae oficialmente en la parrilla de salida.
Y aquí es donde el asunto se pone interesante. Diay, porque si uno se pone a rascar un poco, José Aguilar no es el típico político de carrera que lleva toda la vida en una curul o pasando de un ministerio a otro. El mae es un emprendedor social. Según el comunicado que soltaron, tiene más de 25 años de experiencia en ese campo. O sea, su brete ha sido en comunidades, montando proyectos de empleo, educación y pulseándola para bajar los índices de pobreza. Es un perfil que, la verdad, se sale del molde al que estamos acostumbrados. Viene más del lado de la "gestión de impacto" que de la grilla legislativa. Suena bien en papel, ¿no?
Claro, como era de esperarse, el discurso de Aguilar tras el nombramiento vino con el combo completo de promesas. Habló de un “compromiso inquebrantable” con la democracia (¡qué bueno!) y de que le va a entrar con todo a los tres dragones que nos tienen el sueño quitado: inseguridad, corrupción y pobreza. Diay, es el "greatest hits" de lo que todo candidato promete arreglar, pero él insiste en que su enfoque será "moderno, pragmático y centrado en el servicio". La apuesta, al parecer, es venderse como el gerente que viene a solucionar problemas concretos, lejos del despiche ideológico que a veces nos ahoga.
Pero un candidato no es todo el chunche, ¿verdad? La estructura es clave. La gente de Avanza dijo que en las próximas semanas van a anunciar quiénes completarán la fórmula presidencial (las dos vicepresidencias) y, por supuesto, las listas de candidatos a diputados para las siete provincias. Y ojo a este detalle: recalcaron que todo se hará cumpliendo con los principios de paridad y equidad, como manda la ley. Habrá que estar atentos para ver cómo arman ese rompecabezas, que nunca es fácil, y qué tan representativo o atractivo resulta el equipo completo que le presenten al país.
Entonces, maes, el panorama queda así: tenemos un nuevo jugador en la cancha presidencial, un "outsider" con experiencia en lo social pero novato en la jungla que es la política nacional. La pregunta del millón, y la que les tiro a ustedes, es si ese perfil, que en teoría suena refrescante y diferente, tiene lo que se necesita para manejar el brete más complicado del país. Porque una cosa es articular proyectos comunitarios y otra muy distinta es negociar con fracciones en la Asamblea, manejar una crisis fiscal o lidiar con la presión de mil grupos de interés al mismo tiempo.
Ustedes qué dicen? ¿Le ven futuro a un candidato así, que no viene del ‘riñón’ de la política? ¿O creen que la falta de colmillo político le puede pasar una factura carísima? ¡Abro debate!
Y aquí es donde el asunto se pone interesante. Diay, porque si uno se pone a rascar un poco, José Aguilar no es el típico político de carrera que lleva toda la vida en una curul o pasando de un ministerio a otro. El mae es un emprendedor social. Según el comunicado que soltaron, tiene más de 25 años de experiencia en ese campo. O sea, su brete ha sido en comunidades, montando proyectos de empleo, educación y pulseándola para bajar los índices de pobreza. Es un perfil que, la verdad, se sale del molde al que estamos acostumbrados. Viene más del lado de la "gestión de impacto" que de la grilla legislativa. Suena bien en papel, ¿no?
Claro, como era de esperarse, el discurso de Aguilar tras el nombramiento vino con el combo completo de promesas. Habló de un “compromiso inquebrantable” con la democracia (¡qué bueno!) y de que le va a entrar con todo a los tres dragones que nos tienen el sueño quitado: inseguridad, corrupción y pobreza. Diay, es el "greatest hits" de lo que todo candidato promete arreglar, pero él insiste en que su enfoque será "moderno, pragmático y centrado en el servicio". La apuesta, al parecer, es venderse como el gerente que viene a solucionar problemas concretos, lejos del despiche ideológico que a veces nos ahoga.
Pero un candidato no es todo el chunche, ¿verdad? La estructura es clave. La gente de Avanza dijo que en las próximas semanas van a anunciar quiénes completarán la fórmula presidencial (las dos vicepresidencias) y, por supuesto, las listas de candidatos a diputados para las siete provincias. Y ojo a este detalle: recalcaron que todo se hará cumpliendo con los principios de paridad y equidad, como manda la ley. Habrá que estar atentos para ver cómo arman ese rompecabezas, que nunca es fácil, y qué tan representativo o atractivo resulta el equipo completo que le presenten al país.
Entonces, maes, el panorama queda así: tenemos un nuevo jugador en la cancha presidencial, un "outsider" con experiencia en lo social pero novato en la jungla que es la política nacional. La pregunta del millón, y la que les tiro a ustedes, es si ese perfil, que en teoría suena refrescante y diferente, tiene lo que se necesita para manejar el brete más complicado del país. Porque una cosa es articular proyectos comunitarios y otra muy distinta es negociar con fracciones en la Asamblea, manejar una crisis fiscal o lidiar con la presión de mil grupos de interés al mismo tiempo.
Ustedes qué dicen? ¿Le ven futuro a un candidato así, que no viene del ‘riñón’ de la política? ¿O creen que la falta de colmillo político le puede pasar una factura carísima? ¡Abro debate!