¡Madre mía, qué vara! El diputado Alexander Barrantes, conocido más por sus ofertas de ambadas que por hacer un buen trabajo en la Asamblea Legislativa, se metió en un lío más grande que una olla de frijoles con gallina. Resulta que el pobre tipo, aparentemente ya bastante contento, terminó golpeándose con alguien tras un choque de carro en un parque de San José. ¡Un festival de despistes!
Según fuentes cercanas al asunto, y confirmado por el medio CRHoy con un video que circuló como reguero de pólvora, el percance ocurrió la noche del sábado. Aparentemente, Barrantes, digamos que ya con algunas copas de vino, no logró controlar su vehículo y chocó contra... bueno, contra algo. Lo importante es que el daño material existió, y ahí empezaron los problemas.
Las reacciones no se hicieron esperar, ¡claro que no! El compañero Ariel Robles, del Frente Amplio, no dudó ni un segundo en salirle al paso con un tweet cargado de ironía y críticas. “¿Para esto quieren 40 diputados?”, escribió, seguido de una descripción mordaz de la situación: “Volver a las cavernas, posiblemente andar alcoholizados, chocar carros, intentar darse a la fuga y luego irse a los golpes porque los frenaron. ¡Qué vergüenza!”. Bueno, Ariel, con razón te pusiste así, ¡qué bronca!
Y no solo fue él. La diputada Johana Obando, con quien Barrantes ha tenido sus roces, aprovechó la oportunidad para señalar que este incidente era un claro ejemplo de la “visión patriarcal de resolver las cosas con violencia”. Laura Chinchilla, la ex presidenta, tampoco quiso quedarse atrás y lanzó una frase que resonó bastante: “todos los elementos de la esencia del chavismo criollo”. ¡Uy, eso sí que duele, dipu!
Otros compañeros de partido, como Jonathan Acuña, le recordaron a Barrantes que “solo se le conoce por sus ofrecimientos de embajadas o por andar en estos pleitos vergonzosos”. Albino Vargas tampoco tuvo piedad con sus palabras en redes sociales. En fin, el ambiente estaba que ardía, y el pobre Barrantes quedó rodeado de una nube de críticas y memes que circulan a toda velocidad por WhatsApp.
Ante tanta presión, el diputado emitió un comunicado tratando de apagar el fuego. Reconocieron su participación en el percance, manifestaron su pesar por los inconvenientes causados y prometieron asumir los daños materiales. Dijeron que fue un hecho “aislado” y que “el diputado asume la plena responsabilidad”. Pero, vamos, ¡con todo este escándalo, difícil creer que sea tan sencillo como eso!
Ahora bien, dejando de lado las acusaciones y la política de trincheras, hay que preguntarse si este tipo de comportamientos son aceptables para quienes ostentan cargos públicos. Costa Rica siempre ha sido conocida por su ética y valores, y ver a un diputado involucrado en una pelea a golpes, más encima tras un accidente de carro, da mucho que pensar. No es precisamente el ejemplo que queremos para nuestros jóvenes, ¿verdad?
Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que este incidente afectará la imagen del Frente Amplio de cara a futuras elecciones, o simplemente será un episodio más en la larga lista de controversias políticas que tenemos por acá? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, pura vida!
Según fuentes cercanas al asunto, y confirmado por el medio CRHoy con un video que circuló como reguero de pólvora, el percance ocurrió la noche del sábado. Aparentemente, Barrantes, digamos que ya con algunas copas de vino, no logró controlar su vehículo y chocó contra... bueno, contra algo. Lo importante es que el daño material existió, y ahí empezaron los problemas.
Las reacciones no se hicieron esperar, ¡claro que no! El compañero Ariel Robles, del Frente Amplio, no dudó ni un segundo en salirle al paso con un tweet cargado de ironía y críticas. “¿Para esto quieren 40 diputados?”, escribió, seguido de una descripción mordaz de la situación: “Volver a las cavernas, posiblemente andar alcoholizados, chocar carros, intentar darse a la fuga y luego irse a los golpes porque los frenaron. ¡Qué vergüenza!”. Bueno, Ariel, con razón te pusiste así, ¡qué bronca!
Y no solo fue él. La diputada Johana Obando, con quien Barrantes ha tenido sus roces, aprovechó la oportunidad para señalar que este incidente era un claro ejemplo de la “visión patriarcal de resolver las cosas con violencia”. Laura Chinchilla, la ex presidenta, tampoco quiso quedarse atrás y lanzó una frase que resonó bastante: “todos los elementos de la esencia del chavismo criollo”. ¡Uy, eso sí que duele, dipu!
Otros compañeros de partido, como Jonathan Acuña, le recordaron a Barrantes que “solo se le conoce por sus ofrecimientos de embajadas o por andar en estos pleitos vergonzosos”. Albino Vargas tampoco tuvo piedad con sus palabras en redes sociales. En fin, el ambiente estaba que ardía, y el pobre Barrantes quedó rodeado de una nube de críticas y memes que circulan a toda velocidad por WhatsApp.
Ante tanta presión, el diputado emitió un comunicado tratando de apagar el fuego. Reconocieron su participación en el percance, manifestaron su pesar por los inconvenientes causados y prometieron asumir los daños materiales. Dijeron que fue un hecho “aislado” y que “el diputado asume la plena responsabilidad”. Pero, vamos, ¡con todo este escándalo, difícil creer que sea tan sencillo como eso!
Ahora bien, dejando de lado las acusaciones y la política de trincheras, hay que preguntarse si este tipo de comportamientos son aceptables para quienes ostentan cargos públicos. Costa Rica siempre ha sido conocida por su ética y valores, y ver a un diputado involucrado en una pelea a golpes, más encima tras un accidente de carro, da mucho que pensar. No es precisamente el ejemplo que queremos para nuestros jóvenes, ¿verdad?
Y hablando de eso, me pregunto… ¿cree usted que este incidente afectará la imagen del Frente Amplio de cara a futuras elecciones, o simplemente será un episodio más en la larga lista de controversias políticas que tenemos por acá? ¡Déjenme saber su opinión en los comentarios, pura vida!