¡Aguante, pura vida! Aquí les va la cruda realidad: el dólar sigue subiendo como espuma, dejando a muchos cholos preocupados y pensando cómo van a hacer para llegar a fin de mes. Este martes, el Banco Central nos dio otro cosazo: el tipo de cambio cerró en ¢496,72. Sí, así como lo leyeron, cinco lunas más que el lunes, cuando andaba en unos suaves ¢491,09.
Parece que esto no es ninguna bromita, pues ya lleva tres días seguidos que el dolarcito decide irse pa’ arriba. Lo peor es que, si uno se pone a pensar, así difícilmente vamos a poder comprar esas zapato nuevas o planear unas vacaciones decentes. Algunos economistas dicen que esto es porque afuera hay incertidumbre, pero nosotros acá seguimos sudando la gota gorda.
Y ni hablar de los negocios, ¡qué brete! Muchos dueños de pulperías y ferreterías están teniendo que subir los precios para poder sobrevivir. El Caturgua ya salió a tocarle la puerta al Banco Central, pidiendo a gritos que hagan algo, porque si esto sigue así, el turismo podría sufrir un golpe duro, y eso nadie quiere verlo por acá, diay.
Se negociaron casi once millones de dólares en la sesión de este martes, una cifra considerable que demuestra la demanda constante de la moneda extranjera. Esto significa que mucha gente necesita dólares para mandar remesas al extranjero o para importar productos, y eso hace que el precio siga aumentando. ¿Será que estamos condenados a vivir con un dólar a estas alturas?
Algunos analistas señalan que la política monetaria del Banco Central podría estar contribuyendo a esta situación. Dicen que deberían revisar sus estrategias para tratar de estabilizar el tipo de cambio y evitar que siga afectando a la economía nacional. Pero bueno, ahí está el Banco Central tomando decisiones… siempre con la esperanza de que saquen algo bueno, aunque a veces parece que se jalaron una torta bien grande.
No podemos olvidar que esto también afecta a nuestros hermanos campesinos, quienes tienen que vender sus productos en colones y luego convertir esos colones a dólares para pagar insumos importados. Imagínense la bronca: si el dólar sigue subiendo, ellos tendrán que seguir subiendo los precios, y al final el que paga caro somos todos los consumidores. ¡Qué sal!
Y hablando de precios, recuerden que las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina. Ya algunos empiezan a hacer inventario y a calcular cuánto gastarán en regalos y comida. Con este tipo de cambio, prepárense para ver que hasta el pan dulce esté más caro. Vamos a tener que apretarnos el cinturón y buscar alternativas para celebrar estas fechas sin romper el cochinito.
En fin, la situación está complicada, pero no perdamos la esperanza. A pesar de todo, seguiremos siendo un país aguerrido y luchador. Pero me pregunto, ¿creemos realmente que el Banco Central tomará medidas drásticas para controlar el tipo de cambio, o estamos destinados a seguir viendo cómo el dólar nos come vivo poco a poco? ¿Cuáles son sus ideas para enfrentar esta situación económica?
Parece que esto no es ninguna bromita, pues ya lleva tres días seguidos que el dolarcito decide irse pa’ arriba. Lo peor es que, si uno se pone a pensar, así difícilmente vamos a poder comprar esas zapato nuevas o planear unas vacaciones decentes. Algunos economistas dicen que esto es porque afuera hay incertidumbre, pero nosotros acá seguimos sudando la gota gorda.
Y ni hablar de los negocios, ¡qué brete! Muchos dueños de pulperías y ferreterías están teniendo que subir los precios para poder sobrevivir. El Caturgua ya salió a tocarle la puerta al Banco Central, pidiendo a gritos que hagan algo, porque si esto sigue así, el turismo podría sufrir un golpe duro, y eso nadie quiere verlo por acá, diay.
Se negociaron casi once millones de dólares en la sesión de este martes, una cifra considerable que demuestra la demanda constante de la moneda extranjera. Esto significa que mucha gente necesita dólares para mandar remesas al extranjero o para importar productos, y eso hace que el precio siga aumentando. ¿Será que estamos condenados a vivir con un dólar a estas alturas?
Algunos analistas señalan que la política monetaria del Banco Central podría estar contribuyendo a esta situación. Dicen que deberían revisar sus estrategias para tratar de estabilizar el tipo de cambio y evitar que siga afectando a la economía nacional. Pero bueno, ahí está el Banco Central tomando decisiones… siempre con la esperanza de que saquen algo bueno, aunque a veces parece que se jalaron una torta bien grande.
No podemos olvidar que esto también afecta a nuestros hermanos campesinos, quienes tienen que vender sus productos en colones y luego convertir esos colones a dólares para pagar insumos importados. Imagínense la bronca: si el dólar sigue subiendo, ellos tendrán que seguir subiendo los precios, y al final el que paga caro somos todos los consumidores. ¡Qué sal!
Y hablando de precios, recuerden que las fiestas navideñas están a la vuelta de la esquina. Ya algunos empiezan a hacer inventario y a calcular cuánto gastarán en regalos y comida. Con este tipo de cambio, prepárense para ver que hasta el pan dulce esté más caro. Vamos a tener que apretarnos el cinturón y buscar alternativas para celebrar estas fechas sin romper el cochinito.
En fin, la situación está complicada, pero no perdamos la esperanza. A pesar de todo, seguiremos siendo un país aguerrido y luchador. Pero me pregunto, ¿creemos realmente que el Banco Central tomará medidas drásticas para controlar el tipo de cambio, o estamos destinados a seguir viendo cómo el dólar nos come vivo poco a poco? ¿Cuáles son sus ideas para enfrentar esta situación económica?