Bueno, pues llegó la bomba, mi gente. Ya saben cómo va esto: el proyecto de las jornadas 4x3 se fue al colero, otra vez. Parece que la cosa está más pegajosa que sapo en olla caliente. Entre el Frente Amplio y el PLN, le dieron cuello a la iniciativa del PUSC, dejándola varada en la Asamblea. Qué torta, porque ya íbamos creyendo que tal vez sí había chance de ver este brete avanzar.
Para ponerlos al tanto, la onda era cambiar el proceso normalito de la Asamblea por uno express, creando una comisioncota especial y limitando las mociones. Querían limpiar así el Plenario, que anda más atascado que burro en lodazal. Con más de dos mil mociones del FA, ¡imagínate! Parecía que la cosa iba pa’lante, pero no señor, siempre hay un “pero”.
Si no estaban enterados, la idea detrás de estas jornadas 4x3 es simple: trabajar 12 horas por día, cuatro días seguidos, y tener tres días libres. Dicen los partidarios, esos que sueñan con hacerle la competencia a China, que esto nos pone más competitivos y que el sector productivo estaba pidiendo esto desde hace rato. Pero claro, siempre hay alguien que se agarra a los pelos cuando se trata de cambios laborales, alegando que va a afectar los derechos de los trabajadores y la salud de la gente. ¡Uy, qué sensible!
Lo curioso de todo este asunto es que parece que nadie quiere asumir la responsabilidad de que esto no salga adelante. El PUSC dice que ellos hicieron lo posible, el Frente Amplio argumenta que quieren proteger a los empleados, y el PLN… bueno, el PLN anda tratando de no mojarse mucho, como quien no quiere la cosa. Uno se queda pensando si realmente les interesa solucionar el problema o simplemente están jugando a mantener la silla.
Y ni hablar de las consecuencias económicas que esto puede traer. Muchos negocios dicen que necesitan este tipo de flexibilidad laboral para poder competir en el mercado internacional. Otros aseguran que es una forma disfrazada de explotación, de sacarle hasta el último jugo a los trabajadores. La verdad es que no hay acuerdo, y mientras tanto, la economía sigue patinando.
Este impasse en la Asamblea, además, demuestra la polarización política que tenemos en el país. Parece que cualquier propuesta, por buena que sea, termina dividiendo a la población. Se olvidaron los diputados de que tienen que trabajar juntos por el bien común, y en lugar de eso, se dedican a pelear por ideologías y ambiciones personales. ¡Qué pena ajena!
Ahora, con este revés, toca volver a empezar. Buscar nuevas formas de impulsar la iniciativa, tratar de convencer a los diputados indecisos, y esperar que la próxima vez sí haya un poco más de voluntad política. Porque la verdad, mi gente, es que el tiempo apremia y no podemos seguir perdiendo oportunidades de crecer como país. ¿Será que algún día vamos a dejar de estar atados de manos por la política?
En fin, un lío tremendo. Esta novela de las jornadas 4x3 parece que aún no llega a su final. Así que me pregunto: ¿Ustedes creen que alguna vez veremos implementadas estas jornadas en Costa Rica, o será que estamos condenados a seguir discutiéndolo hasta el infinito? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este brete!
Para ponerlos al tanto, la onda era cambiar el proceso normalito de la Asamblea por uno express, creando una comisioncota especial y limitando las mociones. Querían limpiar así el Plenario, que anda más atascado que burro en lodazal. Con más de dos mil mociones del FA, ¡imagínate! Parecía que la cosa iba pa’lante, pero no señor, siempre hay un “pero”.
Si no estaban enterados, la idea detrás de estas jornadas 4x3 es simple: trabajar 12 horas por día, cuatro días seguidos, y tener tres días libres. Dicen los partidarios, esos que sueñan con hacerle la competencia a China, que esto nos pone más competitivos y que el sector productivo estaba pidiendo esto desde hace rato. Pero claro, siempre hay alguien que se agarra a los pelos cuando se trata de cambios laborales, alegando que va a afectar los derechos de los trabajadores y la salud de la gente. ¡Uy, qué sensible!
Lo curioso de todo este asunto es que parece que nadie quiere asumir la responsabilidad de que esto no salga adelante. El PUSC dice que ellos hicieron lo posible, el Frente Amplio argumenta que quieren proteger a los empleados, y el PLN… bueno, el PLN anda tratando de no mojarse mucho, como quien no quiere la cosa. Uno se queda pensando si realmente les interesa solucionar el problema o simplemente están jugando a mantener la silla.
Y ni hablar de las consecuencias económicas que esto puede traer. Muchos negocios dicen que necesitan este tipo de flexibilidad laboral para poder competir en el mercado internacional. Otros aseguran que es una forma disfrazada de explotación, de sacarle hasta el último jugo a los trabajadores. La verdad es que no hay acuerdo, y mientras tanto, la economía sigue patinando.
Este impasse en la Asamblea, además, demuestra la polarización política que tenemos en el país. Parece que cualquier propuesta, por buena que sea, termina dividiendo a la población. Se olvidaron los diputados de que tienen que trabajar juntos por el bien común, y en lugar de eso, se dedican a pelear por ideologías y ambiciones personales. ¡Qué pena ajena!
Ahora, con este revés, toca volver a empezar. Buscar nuevas formas de impulsar la iniciativa, tratar de convencer a los diputados indecisos, y esperar que la próxima vez sí haya un poco más de voluntad política. Porque la verdad, mi gente, es que el tiempo apremia y no podemos seguir perdiendo oportunidades de crecer como país. ¿Será que algún día vamos a dejar de estar atados de manos por la política?
En fin, un lío tremendo. Esta novela de las jornadas 4x3 parece que aún no llega a su final. Así que me pregunto: ¿Ustedes creen que alguna vez veremos implementadas estas jornadas en Costa Rica, o será que estamos condenados a seguir discutiéndolo hasta el infinito? Dejen sus opiniones en el foro, ¡quiero saber qué piensan ustedes sobre este brete!
