Bueno, pues llegó el momento de armar el pandemonio en la casa con luces parpadeantes y adornitos brillantes. Pero, ¿ya? Algunos andan más acelerados que papalento y otros todavía piensan que diciembre está lejísimos. La verdad, la pregunta de cuándo meterle dedo a la decoración navideña siempre levanta más polvareda que un baile de mascaras.
Según la tradición, tenemos dos fechas clave para decidir si empezamos a sacar los villancicos y a poner el árbol. La primera, y la que lleva más peso religioso, es con el inicio del Adviento. Esto quiere decir que empezamos a prepararnos espiritualmente para el nacimiento del Niño Jesús. Ese día, para este 2025, cae el domingo 30 de noviembre. Así que ahí tenemos un buen indicativo para los más devotos – ¡agarrénse los calcetines!
Pero hay otra opción, igualmente válida y bastante popular, que es el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. En varios países latinoamericanos, incluyendo Colombia, lo celebran como el “Día de las Velitas”, una linda costumbre donde se encienden muchísimas luces para honrar a la Virgen. Muchos aprovechan este día para darle un empujón al ambiente navideño y comenzar a lucir las casitas con ese brillo especial. Yo creo que ambos días tienen su aquel, depende mucho de cómo le agarremos al rollo.
Y hablando de tradiciones, ¿sabían cómo empezó todo esto del árbol de Navidad? Pues resulta que allá por Alemania, en el siglo XVI, empezaron a decorar pinos con manzanas, velas y nueces. Era una manera de representar la vida eterna, ya que el pino es un árbol que nunca pierde sus hojas. Con el tiempo, la moda se fue propagando por toda Europa y luego llegó a Estados Unidos, llevándose consigo los cambios y adaptaciones que vemos hoy en día: las luces eléctricas, las bolitas de colores, los cascabeles… ¡una locura!
Otro aspecto importante de la Navidad es el intercambio de regalos. Aunque ahora parece que es lo más importante, originalmente tenía un significado espiritual: recordaba los regalos que los Reyes Magos le llevaron al bebé Jesús – oro, incienso y mirra. Pero también está ligado a esas fiestas paganas antiguas donde se cambiaban presentes como símbolo de prosperidad y buenos deseos. Así que ya ven, una mezcla interesante de religión y costumbres ancestrales.
Ahora bien, hablemos de lo práctico. Antes de lanzarte a comprar todos los adornos nuevos, revisa qué tienes guardado. Quizás te sorprenda encontrar cositas que habías olvidado y que le pueden dar un toque nostálgico a tu decoración. Y si vas a renovar, ¡aprovéchate de las ofertas! Ya saben, Temu, Shein, Amazon... Hay opciones para todos los bolsillos. Pero ojo, no te dejes llevar por el consumismo desenfrenado. Lo importante es compartir momentos especiales con la familia y los amigos, eso sí vale más que cualquier regalo caro.
En fin, la decisión de cuándo decorar es totalmente personal. No hay reglas fijas ni policías navideños que te vayan a multar si empiezas a poner luces en noviembre o esperas hasta diciembre. Haz lo que te haga feliz, decora tu casa a tu gusto y disfruta de la magia de estas fiestas. Lo que sí es seguro es que, tarde o temprano, el espíritu navideño nos va a contagiar a todos, ¡y eso es lo que realmente importa!
Entonces, mi gente, díganme: ¿Ustedes se dejan llevar por la tradición religiosa y esperan al Adviento, o prefieren el ambiente festivo del Día de las Velitas? ¿O simplemente ponen el árbol cuando sienten la ganas, sin importar el calendario? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy ansioso por leerlas!
Según la tradición, tenemos dos fechas clave para decidir si empezamos a sacar los villancicos y a poner el árbol. La primera, y la que lleva más peso religioso, es con el inicio del Adviento. Esto quiere decir que empezamos a prepararnos espiritualmente para el nacimiento del Niño Jesús. Ese día, para este 2025, cae el domingo 30 de noviembre. Así que ahí tenemos un buen indicativo para los más devotos – ¡agarrénse los calcetines!
Pero hay otra opción, igualmente válida y bastante popular, que es el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción de la Virgen María. En varios países latinoamericanos, incluyendo Colombia, lo celebran como el “Día de las Velitas”, una linda costumbre donde se encienden muchísimas luces para honrar a la Virgen. Muchos aprovechan este día para darle un empujón al ambiente navideño y comenzar a lucir las casitas con ese brillo especial. Yo creo que ambos días tienen su aquel, depende mucho de cómo le agarremos al rollo.
Y hablando de tradiciones, ¿sabían cómo empezó todo esto del árbol de Navidad? Pues resulta que allá por Alemania, en el siglo XVI, empezaron a decorar pinos con manzanas, velas y nueces. Era una manera de representar la vida eterna, ya que el pino es un árbol que nunca pierde sus hojas. Con el tiempo, la moda se fue propagando por toda Europa y luego llegó a Estados Unidos, llevándose consigo los cambios y adaptaciones que vemos hoy en día: las luces eléctricas, las bolitas de colores, los cascabeles… ¡una locura!
Otro aspecto importante de la Navidad es el intercambio de regalos. Aunque ahora parece que es lo más importante, originalmente tenía un significado espiritual: recordaba los regalos que los Reyes Magos le llevaron al bebé Jesús – oro, incienso y mirra. Pero también está ligado a esas fiestas paganas antiguas donde se cambiaban presentes como símbolo de prosperidad y buenos deseos. Así que ya ven, una mezcla interesante de religión y costumbres ancestrales.
Ahora bien, hablemos de lo práctico. Antes de lanzarte a comprar todos los adornos nuevos, revisa qué tienes guardado. Quizás te sorprenda encontrar cositas que habías olvidado y que le pueden dar un toque nostálgico a tu decoración. Y si vas a renovar, ¡aprovéchate de las ofertas! Ya saben, Temu, Shein, Amazon... Hay opciones para todos los bolsillos. Pero ojo, no te dejes llevar por el consumismo desenfrenado. Lo importante es compartir momentos especiales con la familia y los amigos, eso sí vale más que cualquier regalo caro.
En fin, la decisión de cuándo decorar es totalmente personal. No hay reglas fijas ni policías navideños que te vayan a multar si empiezas a poner luces en noviembre o esperas hasta diciembre. Haz lo que te haga feliz, decora tu casa a tu gusto y disfruta de la magia de estas fiestas. Lo que sí es seguro es que, tarde o temprano, el espíritu navideño nos va a contagiar a todos, ¡y eso es lo que realmente importa!
Entonces, mi gente, díganme: ¿Ustedes se dejan llevar por la tradición religiosa y esperan al Adviento, o prefieren el ambiente festivo del Día de las Velitas? ¿O simplemente ponen el árbol cuando sienten la ganas, sin importar el calendario? ¡Déjenme sus opiniones en los comentarios, estoy ansioso por leerlas!