¡Pero qué vaina! El caso del director del OIJ, Randall Zúñiga, se le pone más churri que nunca. Ya todos sabemos que andaba en medio de un brete gordo con esas denuncias, pero ahora sale a relucir una movida que te deja boquiabierto: parece que algunos enchufaditos del gobierno estarían ofreciendo jugosas becas y ayudas del IMAS para que algunas señoras interpusieran denuncias falsas contra él. ¡Esto sí que es agarrarle con pinzas!
Federico Campos, el abogado defensor de Zúñiga, soltó la bomba ayer, asegurando que tiene pruebas de que funcionarios públicos estaban buscando mujeres para ofrecerles estos incentivos a cambio de presentar denuncias prefabricadas. Dice que iban directo al grano, con las denuncias listas para firmar, pa' que no se anduviera pensando mucho. ¡Imagínate la osadía!
Según Campos, ya hay dos mujeres que formalizaron la denuncia ante la fiscalía de Turrialba contando esta historia. Y una tercera va a hacer lo mismo este viernes. Él asegura que están investigando si hay más casos similares y que hay una red bastante organizada detrás de esto. ¡Un plan maestro para manchar la imagen del hombre!
Y claro, ahora todo mundo se pregunta: ¿qué onda con esta movida? Según Campos, hay motivaciones políticas puras detrás de esto. "No buscan la verdad, mae. Están tratando de hundir a Randall porque ha hecho un trabajo muy bien hecho al frente del OIJ. Este tipo no se anda con rodeos y eso a algunos no les cae bien.", dijo el abogado con cara de pocos amigos.
Como recordarán, Zúñiga lleva suspendido temporalmente de su puesto mientras avanza la investigación por esos presuntos delitos sexuales que le imputaron. Entre allanamientos, versiones cruzadas y ahora esto de las becas, ¡el caso está más caliente que gallina pochada! Las cosas están saliendo tan bizcochudas que hasta el gato maullando se queda.
Este nuevo giro pinta para ser un terremoto político en Costa Rica. Imaginen la repercusión si se confirma que funcionarios del gobierno estuvieron involucrados en orquestar estas denuncias. Esto podría sacudir los cimientos del poder ejecutivo, y además, pone en tela de juicio la integridad del sistema judicial. ¡Una verdadera chincha!
Por supuesto, el gobierno niega rotundamente estas acusaciones. Afirman que son pura difamación y que están dispuestas a demostrarlo. Pero bueno, ya hemos visto muchas veces cómo las cosas cambian rápidamente en nuestra política, ¿verdad? Esto promete dar para rato, así que agarren palomitas que la función apenas comienza. Se avecinan tiempos interesantes... o, quizás, ¡más turbios!
Con todo este drama, me pregunto, ¿cree usted que realmente hay una conspiración política detrás de las denuncias contra Randall Zúñiga, o simplemente estamos ante una serie de coincidencias desafortunadas? ¿Y qué medidas deberían tomar las autoridades para investigar a fondo estas acusaciones y garantizar que se haga justicia?
Federico Campos, el abogado defensor de Zúñiga, soltó la bomba ayer, asegurando que tiene pruebas de que funcionarios públicos estaban buscando mujeres para ofrecerles estos incentivos a cambio de presentar denuncias prefabricadas. Dice que iban directo al grano, con las denuncias listas para firmar, pa' que no se anduviera pensando mucho. ¡Imagínate la osadía!
Según Campos, ya hay dos mujeres que formalizaron la denuncia ante la fiscalía de Turrialba contando esta historia. Y una tercera va a hacer lo mismo este viernes. Él asegura que están investigando si hay más casos similares y que hay una red bastante organizada detrás de esto. ¡Un plan maestro para manchar la imagen del hombre!
Y claro, ahora todo mundo se pregunta: ¿qué onda con esta movida? Según Campos, hay motivaciones políticas puras detrás de esto. "No buscan la verdad, mae. Están tratando de hundir a Randall porque ha hecho un trabajo muy bien hecho al frente del OIJ. Este tipo no se anda con rodeos y eso a algunos no les cae bien.", dijo el abogado con cara de pocos amigos.
Como recordarán, Zúñiga lleva suspendido temporalmente de su puesto mientras avanza la investigación por esos presuntos delitos sexuales que le imputaron. Entre allanamientos, versiones cruzadas y ahora esto de las becas, ¡el caso está más caliente que gallina pochada! Las cosas están saliendo tan bizcochudas que hasta el gato maullando se queda.
Este nuevo giro pinta para ser un terremoto político en Costa Rica. Imaginen la repercusión si se confirma que funcionarios del gobierno estuvieron involucrados en orquestar estas denuncias. Esto podría sacudir los cimientos del poder ejecutivo, y además, pone en tela de juicio la integridad del sistema judicial. ¡Una verdadera chincha!
Por supuesto, el gobierno niega rotundamente estas acusaciones. Afirman que son pura difamación y que están dispuestas a demostrarlo. Pero bueno, ya hemos visto muchas veces cómo las cosas cambian rápidamente en nuestra política, ¿verdad? Esto promete dar para rato, así que agarren palomitas que la función apenas comienza. Se avecinan tiempos interesantes... o, quizás, ¡más turbios!
Con todo este drama, me pregunto, ¿cree usted que realmente hay una conspiración política detrás de las denuncias contra Randall Zúñiga, o simplemente estamos ante una serie de coincidencias desafortunadas? ¿Y qué medidas deberían tomar las autoridades para investigar a fondo estas acusaciones y garantizar que se haga justicia?
