¡Bandidos! La bronca con ATENA sigue candela. Resulta que el Sindicato de Empleados del Ministerio de Hacienda (Sindehac) le soltó una carta bomba al ministro Rudolf Lücke, exigiendo que agarre el toro y enderece la patada que le están dando con este nuevo sistema informático. Dicen que está más perdido que chancho en ferretería.
Como recordarán, ATENA es uno de esos proyectos que prometían revolucionar la gestión aduanera – uno de los pilares del “Hacienda Digital”. La idea era linda, tener un sistema moderno, eficiente, capaz de conectarse con TRIBU-CR y facilitar la vida a importadores y exportadores. Pero parece que la realidad es bien distinta, y el Sindehac ya está poniendo el grito en el cielo.
“Es necesario que el ministro tome cartas en el asunto”, le dice Denisse Ballesteros, secretaria general del sindicato, en una nota oficial. Se entiende que la paciencia ya está pa’ mandar al demonio. Según el sindicato, los problemas con ATENA son tantos que es preferible volver al viejo sistema TICA y darle una manita de gato. ¡Imagínense la magnitud de la situación!
Y no es para menos. Dos oficios internos, llenos de tecnicismos, pero que básicamente dicen que el sistema está lleno de huecos y fallas. Funcionarios de aduanas, desde septiembre pasado, están reportando problemas y el consorcio a cargo, PBSCR–WEBBFONTAINE, que recibieron $23 millones para esto, parece estar más preocupado en engordar su bolsillo que en solucionar los inconvenientes.
La lista de preguntas que exige el Sindehac es larga y dolorosa: copia del contrato, detalle de las cláusulas que garantizan el funcionamiento, quiénes son los responsables de fiscalizar, cuánto se ha pagado… ¡Parece que andan buscando dónde enterraron el hueso! Lo que más preocupa es que, pese a las fallas evidentes, sigan sacándole feria a los bolsillos de los contribuyentes. ¿Será que nadie vigila nada?
Pero la cereza del pastel, amigos, es la preocupación por la dirección de la Dirección General de Aduanas. El sindicato insiste en que necesitan a alguien con experiencia y conocimiento, no a un aprendiz. Entienden que nombrar a alguien sin la preparación necesaria podría agravar aún más la situación, llevándonos directo a un colapso total del sistema. ¡Qué torta!
Y hablando de números, recuerden que este proyecto, junto con TRIBU-CR, busca modernizar la administración tributaria y aduanera del país. Un paso importante, sí, pero que requiere de eficiencia y transparencia. Las promesas eran maravillosas: mayor control en las importaciones, aplicación automática de saldos a favor, agilización de trámites... Realidad versus promesa, señores, ahí radica el problema. Quizás debimos quedarnos con la confiabilidad de TICA y mejorarla poco a poco en lugar de aventurarnos con un sistema nuevo que está dando más dolores de cabeza que soluciones.
En fin, la situación es complicada y requiere de una respuesta rápida y contundente por parte del gobierno. ¿Ustedes creen que el ministro Lücke va a meterle mano a ATENA y salvar el proyecto, o deberíamos aceptar que fue un despilfarro de recursos y empezar a buscar alternativas? ¡Compártanme su opinión en el foro!
Como recordarán, ATENA es uno de esos proyectos que prometían revolucionar la gestión aduanera – uno de los pilares del “Hacienda Digital”. La idea era linda, tener un sistema moderno, eficiente, capaz de conectarse con TRIBU-CR y facilitar la vida a importadores y exportadores. Pero parece que la realidad es bien distinta, y el Sindehac ya está poniendo el grito en el cielo.
“Es necesario que el ministro tome cartas en el asunto”, le dice Denisse Ballesteros, secretaria general del sindicato, en una nota oficial. Se entiende que la paciencia ya está pa’ mandar al demonio. Según el sindicato, los problemas con ATENA son tantos que es preferible volver al viejo sistema TICA y darle una manita de gato. ¡Imagínense la magnitud de la situación!
Y no es para menos. Dos oficios internos, llenos de tecnicismos, pero que básicamente dicen que el sistema está lleno de huecos y fallas. Funcionarios de aduanas, desde septiembre pasado, están reportando problemas y el consorcio a cargo, PBSCR–WEBBFONTAINE, que recibieron $23 millones para esto, parece estar más preocupado en engordar su bolsillo que en solucionar los inconvenientes.
La lista de preguntas que exige el Sindehac es larga y dolorosa: copia del contrato, detalle de las cláusulas que garantizan el funcionamiento, quiénes son los responsables de fiscalizar, cuánto se ha pagado… ¡Parece que andan buscando dónde enterraron el hueso! Lo que más preocupa es que, pese a las fallas evidentes, sigan sacándole feria a los bolsillos de los contribuyentes. ¿Será que nadie vigila nada?
Pero la cereza del pastel, amigos, es la preocupación por la dirección de la Dirección General de Aduanas. El sindicato insiste en que necesitan a alguien con experiencia y conocimiento, no a un aprendiz. Entienden que nombrar a alguien sin la preparación necesaria podría agravar aún más la situación, llevándonos directo a un colapso total del sistema. ¡Qué torta!
Y hablando de números, recuerden que este proyecto, junto con TRIBU-CR, busca modernizar la administración tributaria y aduanera del país. Un paso importante, sí, pero que requiere de eficiencia y transparencia. Las promesas eran maravillosas: mayor control en las importaciones, aplicación automática de saldos a favor, agilización de trámites... Realidad versus promesa, señores, ahí radica el problema. Quizás debimos quedarnos con la confiabilidad de TICA y mejorarla poco a poco en lugar de aventurarnos con un sistema nuevo que está dando más dolores de cabeza que soluciones.
En fin, la situación es complicada y requiere de una respuesta rápida y contundente por parte del gobierno. ¿Ustedes creen que el ministro Lücke va a meterle mano a ATENA y salvar el proyecto, o deberíamos aceptar que fue un despilfarro de recursos y empezar a buscar alternativas? ¡Compártanme su opinión en el foro!