¡Aguante! El Caribe volvió a ser protagonista, pero no precisamente porque alguien se tiró de cabeza en bungee jumping. Esta vez, la cosa pinta más seria: bombarderos B-52 americanos dando vueltas por acá, bien cerquita del territorio venezolano. Unos pájaros esos, capaces de llevar más bombas que mi abuela en Navidad.
Según los expertos en aviación, estos dos bichos –los llaman BUNNY01 y BUNNY02– entraron unos minutos a la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, justo cuando Venezuela andaba haciendo ejercicio militar. Como si fuera película de espías, diay… Unos cazas venezolanos tuvieron que salir a ver qué onda, patrullando la zona para asegurarse de que nadie se estuviera pasando de lista.
Diosdado Cabello, ni corto ni perezoso, salió a soltar unas frases fuertes en televisión: “Hoy es miércoles y el país funciona (…) pero nos preparamos para defender la patria”. Parece que no estaban para bromear, mae. El asunto es que esto coincide con el regreso a casa de unos cuantos venezolanos deportados desde Texas, un vuelo que hasta tuvo que cambiar de rumbo, aparentemente asustado por la presencia de los bombarderos americanos. Imagínate el susto que se llevaron los muchachos, Chunche!
Ahora, parece que esto lleva rato cocinándose. Desde agosto, Estados Unidos tiene una flota militar rondando por estas aguas, argumentando que están combatiendo el narcotráfico. Pero claro, la versión americana siempre viene con su propia salsa. Dicen que han hundido barcos venezolanos y dejado más de veinte muertos. Nosotros, por acá, seguimos diciendo que eso es cuento chino, que esas eran embarcaciones de pescadores inocentes. Qué sal, diay, cuando la cosa se pone turbia así.
Los analistas políticos están diciendo que esto es un juego de poder, un mensaje para que Maduro se dé cuenta de quién manda. Una demostración de fuerza con esos B-52, que recuerden, pueden cargar armamento nuclear. No sé ustedes, pero a mí me da escalofríos pensar en semejantes cosas tan cerca de nuestras costas. Que siga el café calentito y rezando para que esto no se vaya a las manos.
Aquí, adentro, el gobierno venezolano aprovechó la oportunidad para reforzar su discurso de defensa nacional. Lo pintan como una provocación directa, un intento de invadirnos, y preparan al pueblo para lo peor. Claro, así mantienen a todos alerta, aunque muchos seamos conscientes de que la situación es más compleja de lo que quieren hacernos creer. Es que la cosa anda tensa, y los vecinos se miran feo de vez en cuando.
El Caribe sigue siendo el patio trasero de las superpotencias, un lugar donde se cruzan intereses y se juegan partidas políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos tomando nuestro café, viendo cómo los aviones surcan el cielo y esperando que todo se calme pronto. Vamos, que necesitamos unas vacaciones tranquilas, sin aviones dando vueltas y amenazas de guerra. ¿Será que estamos entrando en una nueva era de conflictos en nuestra región?
Con toda esta movida, queda una pregunta flotando en el aire: ¿hasta dónde llegará la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, y qué impacto tendrá esto en la vida cotidiana de los costarricenses? Déjenme saber sus opiniones en el foro, ¡quiero leer qué piensa la gente!
Según los expertos en aviación, estos dos bichos –los llaman BUNNY01 y BUNNY02– entraron unos minutos a la Región de Información de Vuelo (FIR) de Maiquetía, justo cuando Venezuela andaba haciendo ejercicio militar. Como si fuera película de espías, diay… Unos cazas venezolanos tuvieron que salir a ver qué onda, patrullando la zona para asegurarse de que nadie se estuviera pasando de lista.
Diosdado Cabello, ni corto ni perezoso, salió a soltar unas frases fuertes en televisión: “Hoy es miércoles y el país funciona (…) pero nos preparamos para defender la patria”. Parece que no estaban para bromear, mae. El asunto es que esto coincide con el regreso a casa de unos cuantos venezolanos deportados desde Texas, un vuelo que hasta tuvo que cambiar de rumbo, aparentemente asustado por la presencia de los bombarderos americanos. Imagínate el susto que se llevaron los muchachos, Chunche!
Ahora, parece que esto lleva rato cocinándose. Desde agosto, Estados Unidos tiene una flota militar rondando por estas aguas, argumentando que están combatiendo el narcotráfico. Pero claro, la versión americana siempre viene con su propia salsa. Dicen que han hundido barcos venezolanos y dejado más de veinte muertos. Nosotros, por acá, seguimos diciendo que eso es cuento chino, que esas eran embarcaciones de pescadores inocentes. Qué sal, diay, cuando la cosa se pone turbia así.
Los analistas políticos están diciendo que esto es un juego de poder, un mensaje para que Maduro se dé cuenta de quién manda. Una demostración de fuerza con esos B-52, que recuerden, pueden cargar armamento nuclear. No sé ustedes, pero a mí me da escalofríos pensar en semejantes cosas tan cerca de nuestras costas. Que siga el café calentito y rezando para que esto no se vaya a las manos.
Aquí, adentro, el gobierno venezolano aprovechó la oportunidad para reforzar su discurso de defensa nacional. Lo pintan como una provocación directa, un intento de invadirnos, y preparan al pueblo para lo peor. Claro, así mantienen a todos alerta, aunque muchos seamos conscientes de que la situación es más compleja de lo que quieren hacernos creer. Es que la cosa anda tensa, y los vecinos se miran feo de vez en cuando.
El Caribe sigue siendo el patio trasero de las superpotencias, un lugar donde se cruzan intereses y se juegan partidas políticas. Mientras tanto, nosotros seguimos tomando nuestro café, viendo cómo los aviones surcan el cielo y esperando que todo se calme pronto. Vamos, que necesitamos unas vacaciones tranquilas, sin aviones dando vueltas y amenazas de guerra. ¿Será que estamos entrando en una nueva era de conflictos en nuestra región?
Con toda esta movida, queda una pregunta flotando en el aire: ¿hasta dónde llegará la tensión entre Estados Unidos y Venezuela, y qué impacto tendrá esto en la vida cotidiana de los costarricenses? Déjenme saber sus opiniones en el foro, ¡quiero leer qué piensa la gente!