¡Ay, Dios mío! Aquí seguimos con la delincuencia que no da tregua. Resulta que la banda de maleantes que ha andado robando gasolineras por el Pacífico y la Zona Sur va a pasar otros seis meses en la cárcel preventiva. Parece que la justicia anda poquito lenta, pero al menos van avanzando, ¿no?
Todo este lío comenzó allá por mayo del 2024, cuando varios dueños de estaciones de servicio empezaron a vivir pesadillas con estos tipos. Según nos cuentan, los sujetos aparecían cubiertos hasta las cejas con pasamontañas, amenazaban a los empleados con fieras (armas de fuego, pa' que quede claro), y se llevaban todo lo que pillaban a mano: plata, celulares, identificaciones… ¡Una torta!
Estos vándalos, cuyo apellido suena a tela cómica –Agüero, Villanueva y Rojas–, ya tienen en la mira al menos cinco robos distintos. El OIJ los agarró el año pasado en noviembre, justo después de registrar varias casas donde vivían. ¡Imagínate el festival que debió ser eso! Parecía escena de película, dicen los vecinos.
Lo más preocupante de todo este brete es cómo operaban estos señores. Llegaban en carro, saltaban como monos y le ponían presión a los trabajadores. Unos bien bravucones, lo admito. No había quien le dijera 'no' a semejante amenaza. Despojarlos de la poca tranquilidad que tenían, eso sí que es baja, créeme. Y ahora, la policía judicial investigando a fondo para ver si hay más gente involucrada en esto.
El juzgado de Pérez Zeledón decidió ampliar la prisión preventiva por seis meses, mientras siguen reuniendo pruebas y preparando el juicio. Esto significa que estos tres “señores” tendrán que seguir compartiendo celda durante un buen rato. Esperemos que sirva de ejemplo para otros que estén pensando en meterse en problemas.
Muchos se preguntan qué tan seguro estamos nosotros, los ciudadanos, cuando vamos a echarle gasolina al carro. Esta situación nos hace pensar en si deberíamos estar más atentos a nuestro alrededor, denunciar cualquier actividad sospechosa y exigir mayor seguridad en los lugares públicos. Porque pa’ nuestros lados, la seguridad es un tema que nadie puede tomarse a broma. Además, ¿quién quiere sentirse como protagonista de una película de acción en su propia vida?
Desde el gobierno han prometido reforzar la seguridad vial y aumentar la presencia policial en zonas estratégicas. Pero algunos expertos opinan que la solución pasa por atacar las raíces del problema: la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades. Una vara complicada, sin duda alguna, pero que necesitamos resolver si queremos construir un país más justo y seguro para todos. Lo que marea es que siempre parece que hay soluciones fáciles, pero la realidad es que detrás de todo esto hay muchas cosas complejas.
¿Ustedes creen que estas medidas serán suficientes para frenar la ola de robos en gasolineras, o necesitamos buscar otras alternativas? ¿Y qué opina usted: deberían endurecer las penas para este tipo de delitos, o enfocarse más en programas sociales para evitar que jóvenes caigan en la delincuencia?
Todo este lío comenzó allá por mayo del 2024, cuando varios dueños de estaciones de servicio empezaron a vivir pesadillas con estos tipos. Según nos cuentan, los sujetos aparecían cubiertos hasta las cejas con pasamontañas, amenazaban a los empleados con fieras (armas de fuego, pa' que quede claro), y se llevaban todo lo que pillaban a mano: plata, celulares, identificaciones… ¡Una torta!
Estos vándalos, cuyo apellido suena a tela cómica –Agüero, Villanueva y Rojas–, ya tienen en la mira al menos cinco robos distintos. El OIJ los agarró el año pasado en noviembre, justo después de registrar varias casas donde vivían. ¡Imagínate el festival que debió ser eso! Parecía escena de película, dicen los vecinos.
Lo más preocupante de todo este brete es cómo operaban estos señores. Llegaban en carro, saltaban como monos y le ponían presión a los trabajadores. Unos bien bravucones, lo admito. No había quien le dijera 'no' a semejante amenaza. Despojarlos de la poca tranquilidad que tenían, eso sí que es baja, créeme. Y ahora, la policía judicial investigando a fondo para ver si hay más gente involucrada en esto.
El juzgado de Pérez Zeledón decidió ampliar la prisión preventiva por seis meses, mientras siguen reuniendo pruebas y preparando el juicio. Esto significa que estos tres “señores” tendrán que seguir compartiendo celda durante un buen rato. Esperemos que sirva de ejemplo para otros que estén pensando en meterse en problemas.
Muchos se preguntan qué tan seguro estamos nosotros, los ciudadanos, cuando vamos a echarle gasolina al carro. Esta situación nos hace pensar en si deberíamos estar más atentos a nuestro alrededor, denunciar cualquier actividad sospechosa y exigir mayor seguridad en los lugares públicos. Porque pa’ nuestros lados, la seguridad es un tema que nadie puede tomarse a broma. Además, ¿quién quiere sentirse como protagonista de una película de acción en su propia vida?
Desde el gobierno han prometido reforzar la seguridad vial y aumentar la presencia policial en zonas estratégicas. Pero algunos expertos opinan que la solución pasa por atacar las raíces del problema: la pobreza, la desigualdad y la falta de oportunidades. Una vara complicada, sin duda alguna, pero que necesitamos resolver si queremos construir un país más justo y seguro para todos. Lo que marea es que siempre parece que hay soluciones fáciles, pero la realidad es que detrás de todo esto hay muchas cosas complejas.
¿Ustedes creen que estas medidas serán suficientes para frenar la ola de robos en gasolineras, o necesitamos buscar otras alternativas? ¿Y qué opina usted: deberían endurecer las penas para este tipo de delitos, o enfocarse más en programas sociales para evitar que jóvenes caigan en la delincuencia?
