¡Ay, ay, ay! Aquí seguimos con el circo mediático alrededor de don Mauricio Batalla, el exjerarca del MOPT que parece tener siete vidas. Resulta que otra vez, un juez le ha dicho “chao” a las medidas cautelares, dejando a la Fiscalía con la mano extendida y sin poder demostrarle nada. ¡Qué desmadre!
Para refrescarles la memoria, este caso viene arrastrándose desde diciembre pasado, cuando se acusó a Batalla, junto con otros personajes influyentes como el señorito Alejandro Picado de la CNE, el director de Aviación Civil, Marcos Castillo, y otro de la CNE llamado Henry Villalobos, de meterle pata blanca a un contrato millonario para arreglar la pista de aterrizaje de Liberia. Un brete de proporciones, si me apuran.
Según la Fiscalía, estos señores aprovecharon una declaratoria de emergencia para rifarle unos $40 millones a la empresa MECO, sin pasar por la Contraloría. ¡Imagínense el lío! Se dice que la declaratoria de emergencia ni siquiera era necesaria, lo cual hace toda la trama aún más sospechosa. Pero bueno, ahí radica el problema: parece que hasta ahora no han podido presentar pruebas sólidas para sostener sus acusaciones.
Esta no es la primera vez que Batalla sale ileso de esto. Ya le habían dado un respiro anteriormente, pero la Fiscalía insistió en apelar, confiada en que esta vez sí podrían convencer al juez. Pues resulta que no. La jueza Vanessa Herrera Meza, con toda la calma del mundo, determinó que no hay elementos probatorios suficientes ni motivos para mantenerlo bajo alguna medida preventiva adicional. ¡Un baldón para la Fiscalía!
La defensa de Batalla, claro, no tardó en salir a celebrar el fallo judicial. En un comunicado, calificaron la investigación como un “show político” y aseguraron que esto demuestra la debilidad del caso. Los abogados del exjerarca andan felices, sacándose el polvo del sombrero y diciendo que esto confirma que su cliente es inocente. ¡Qué alivio para él, vaya!
Muchos analistas políticos ven esto como una señal de que la Fiscalía está teniendo dificultades para probar su caso. Algunos incluso sugieren que la investigación carece de solidez y que se basa más en especulaciones que en hechos concretos. ¡Qué poca fortuna! Parece que la Fiscalía se jaló una torta tratando de meter presión a Batalla.
Y no nos olvidemos que esto afecta a los demás implicados en el caso: Picado, Castillo y Villalobos, quienes también reciben este respiro judicial. Todos ellos respiran tranquilos, aunque sabiendo que la investigación sigue abierta, aunque con pocas posibilidades de prosperar, según dicen algunos expertos legales. Este caso pone en entredicho la eficiencia y eficacia de la justicia costarricense, generando dudas sobre cómo se manejan estas investigaciones de alto perfil. Cada día se presenta una nueva vara, y cuesta entender cómo se llega a estas conclusiones
Ahora bien, viendo todos estos acontecimientos, me pregunto: ¿creen ustedes que la Fiscalía debería replantearse su estrategia en este caso o simplemente aceptar que no tienen suficiente evidencia para llevar a juicio a estos señores? ¿Deberían enfocarse en investigar otras posibles irregularidades relacionadas con este contrato o dejar ir el asunto y evitar más dolores de cabeza?
Para refrescarles la memoria, este caso viene arrastrándose desde diciembre pasado, cuando se acusó a Batalla, junto con otros personajes influyentes como el señorito Alejandro Picado de la CNE, el director de Aviación Civil, Marcos Castillo, y otro de la CNE llamado Henry Villalobos, de meterle pata blanca a un contrato millonario para arreglar la pista de aterrizaje de Liberia. Un brete de proporciones, si me apuran.
Según la Fiscalía, estos señores aprovecharon una declaratoria de emergencia para rifarle unos $40 millones a la empresa MECO, sin pasar por la Contraloría. ¡Imagínense el lío! Se dice que la declaratoria de emergencia ni siquiera era necesaria, lo cual hace toda la trama aún más sospechosa. Pero bueno, ahí radica el problema: parece que hasta ahora no han podido presentar pruebas sólidas para sostener sus acusaciones.
Esta no es la primera vez que Batalla sale ileso de esto. Ya le habían dado un respiro anteriormente, pero la Fiscalía insistió en apelar, confiada en que esta vez sí podrían convencer al juez. Pues resulta que no. La jueza Vanessa Herrera Meza, con toda la calma del mundo, determinó que no hay elementos probatorios suficientes ni motivos para mantenerlo bajo alguna medida preventiva adicional. ¡Un baldón para la Fiscalía!
La defensa de Batalla, claro, no tardó en salir a celebrar el fallo judicial. En un comunicado, calificaron la investigación como un “show político” y aseguraron que esto demuestra la debilidad del caso. Los abogados del exjerarca andan felices, sacándose el polvo del sombrero y diciendo que esto confirma que su cliente es inocente. ¡Qué alivio para él, vaya!
Muchos analistas políticos ven esto como una señal de que la Fiscalía está teniendo dificultades para probar su caso. Algunos incluso sugieren que la investigación carece de solidez y que se basa más en especulaciones que en hechos concretos. ¡Qué poca fortuna! Parece que la Fiscalía se jaló una torta tratando de meter presión a Batalla.
Y no nos olvidemos que esto afecta a los demás implicados en el caso: Picado, Castillo y Villalobos, quienes también reciben este respiro judicial. Todos ellos respiran tranquilos, aunque sabiendo que la investigación sigue abierta, aunque con pocas posibilidades de prosperar, según dicen algunos expertos legales. Este caso pone en entredicho la eficiencia y eficacia de la justicia costarricense, generando dudas sobre cómo se manejan estas investigaciones de alto perfil. Cada día se presenta una nueva vara, y cuesta entender cómo se llega a estas conclusiones
Ahora bien, viendo todos estos acontecimientos, me pregunto: ¿creen ustedes que la Fiscalía debería replantearse su estrategia en este caso o simplemente aceptar que no tienen suficiente evidencia para llevar a juicio a estos señores? ¿Deberían enfocarse en investigar otras posibles irregularidades relacionadas con este contrato o dejar ir el asunto y evitar más dolores de cabeza?
