¡Aguántate! Después de dos años bien pesadejos, Belén finalmente pudo encender las luces de Navidad con toda la pila. Tamborileros, mariachis y gente de todas las edades inundaron las calles, mostrando que hasta en medio del chinchorreo, la esperanza siempre encuentra un resquicio.
Como ya todos sabemos, la guerra en Gaza dejó a la ciudad sumida en una tristeza profunda. Las Navidades pasadas estuvieron marcadas por la incertidumbre y la preocupación constante, con pocos turistas y un ambiente general de desconsuelo. La situación era bien complicada, con restricciones de movimiento y el peso del conflicto palpable en cada esquina. Era difícil hasta pensar en comprar chunches para los niños.
Este año, gracias a la tregua mediada por Estados Unidos entre Israel y Hamás, la situación ha cambiado significativamente. Aunque todavía queda mucho por hacer y las heridas de la guerra aún duelen, la pausa en los combates permitió que la ciudad pudiera respirar un poco y preparar las celebraciones navideñas con optimismo. Se nota que la vara está cambiando, aunque sea poquito a poquitito.
La Plaza del Pesebre se convirtió en el epicentro de la celebración, con un enorme árbol de Navidad brillando intensamente bajo el cielo estrellado. Cristianos de todas las edades se reunieron para cantar villancicos y compartir momentos de alegría. Fue un espectáculo tremendo ver a los niños corriendo y riendo, olvidándose por un momento de las dificultades que han enfrentado. Milagros Anstas, una jovencita de 17 años vestida con su uniforme scout, nos dijo que "se sentía que la Navidad llegó de verdad". Eso sí que habla del espíritu tico, ¿verdad?
El Patriarca Latino de Jerusalén, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, presidió la tradicional misa del Gallo en la Iglesia de la Natividad, símbolo máximo de la ciudad. Antes, había visitado Gaza y celebrado una misa en la parroquia de la Sagrada Familia, mostrando solidaridad con la población afectada por la guerra. Que palo haber pasado esos paisanos, diay...
Para los habitantes de Belén, cuya economía depende en gran medida del turismo, el regreso de estas celebraciones es vital. Durante los últimos meses, la llegada de peregrinos cristianos había sido escasa, afectando gravemente a negocios locales y familias enteras. Ahora, con la mejora de la seguridad, se espera que el número de visitantes aumente, inyectando nuevo dinamismo a la ciudad. Muchos estaban preocupados porque el brete estaba complicado, pero ahora ven una luz al final del túnel.
George Hanna, oriunda de Beit Jala, comentó: “Es un lugar muy especial. Necesitamos transmitir ese mensaje a todo el mundo y esta es la única manera”. Y vaya que tiene razón. Belén es un lugar sagrado para millones de personas en todo el mundo, y representa la fe, la esperanza y la alegría de la Navidad. Verla renacer así, después de tanto sufrimiento, es realmente conmovedor. Uno se da cuenta de que la vida sigue, a pesar de todo.
Esta Navidad en Belén es un recordatorio de que incluso en los tiempos más oscuros, la luz de la esperanza puede brillar con fuerza. Es un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para superar las adversidades y celebrar la vida. Pero dime, ¿crees que esta tregua será suficiente para garantizar unas fiestas verdaderamente tranquilas y seguras para todos los palestinos, o simplemente es un respiro temporal antes de que la tormenta vuelva a azotar? Dejá tu opinión en el foro!
Como ya todos sabemos, la guerra en Gaza dejó a la ciudad sumida en una tristeza profunda. Las Navidades pasadas estuvieron marcadas por la incertidumbre y la preocupación constante, con pocos turistas y un ambiente general de desconsuelo. La situación era bien complicada, con restricciones de movimiento y el peso del conflicto palpable en cada esquina. Era difícil hasta pensar en comprar chunches para los niños.
Este año, gracias a la tregua mediada por Estados Unidos entre Israel y Hamás, la situación ha cambiado significativamente. Aunque todavía queda mucho por hacer y las heridas de la guerra aún duelen, la pausa en los combates permitió que la ciudad pudiera respirar un poco y preparar las celebraciones navideñas con optimismo. Se nota que la vara está cambiando, aunque sea poquito a poquitito.
La Plaza del Pesebre se convirtió en el epicentro de la celebración, con un enorme árbol de Navidad brillando intensamente bajo el cielo estrellado. Cristianos de todas las edades se reunieron para cantar villancicos y compartir momentos de alegría. Fue un espectáculo tremendo ver a los niños corriendo y riendo, olvidándose por un momento de las dificultades que han enfrentado. Milagros Anstas, una jovencita de 17 años vestida con su uniforme scout, nos dijo que "se sentía que la Navidad llegó de verdad". Eso sí que habla del espíritu tico, ¿verdad?
El Patriarca Latino de Jerusalén, el Cardenal Pierbattista Pizzaballa, presidió la tradicional misa del Gallo en la Iglesia de la Natividad, símbolo máximo de la ciudad. Antes, había visitado Gaza y celebrado una misa en la parroquia de la Sagrada Familia, mostrando solidaridad con la población afectada por la guerra. Que palo haber pasado esos paisanos, diay...
Para los habitantes de Belén, cuya economía depende en gran medida del turismo, el regreso de estas celebraciones es vital. Durante los últimos meses, la llegada de peregrinos cristianos había sido escasa, afectando gravemente a negocios locales y familias enteras. Ahora, con la mejora de la seguridad, se espera que el número de visitantes aumente, inyectando nuevo dinamismo a la ciudad. Muchos estaban preocupados porque el brete estaba complicado, pero ahora ven una luz al final del túnel.
George Hanna, oriunda de Beit Jala, comentó: “Es un lugar muy especial. Necesitamos transmitir ese mensaje a todo el mundo y esta es la única manera”. Y vaya que tiene razón. Belén es un lugar sagrado para millones de personas en todo el mundo, y representa la fe, la esperanza y la alegría de la Navidad. Verla renacer así, después de tanto sufrimiento, es realmente conmovedor. Uno se da cuenta de que la vida sigue, a pesar de todo.
Esta Navidad en Belén es un recordatorio de que incluso en los tiempos más oscuros, la luz de la esperanza puede brillar con fuerza. Es un ejemplo de cómo la comunidad puede unirse para superar las adversidades y celebrar la vida. Pero dime, ¿crees que esta tregua será suficiente para garantizar unas fiestas verdaderamente tranquilas y seguras para todos los palestinos, o simplemente es un respiro temporal antes de que la tormenta vuelva a azotar? Dejá tu opinión en el foro!
