¡Ay, Dios mío! Quién lo iba a decir, pero parece que la cosa entre Estados Unidos y Venezuela se está poniendo más caliente que gallina pochada. Los expertos de la ONU soltaron la bomba ayer: consideran que el bloqueo naval que le están haciendo los gringos a Venezuela es un “ataque armado”. Sí, así como lo leyeron, señores. Esto ya no es juego de niños.
Para ponerlos en clima, desde agosto pasado los yanquis tienen toda una flota en el Caribe, dicen que para combatir el narcotráfico. Pero resulta que han estado atacando barcos petroleros que van hacia Venezuela, confiscaron algunos incluso. Al parecer, el gobierno de Trump está convencido de que Maduro está usando el dinero del petróleo para mandar cocaína y hacer otras cosas turbias. Han puesto precio a la cabeza de Maduro, ni más ni menos que 50 millones de dólares, argumentando que el tipo es el jefe de algún cartelazo. ¡Una vara bien pesada!
Pero bueno, ahora la ONU dice que esto ya es harina gruesa. Según estos expertos, mandados por el Consejo de Derechos Humanos, el bloqueo es una violación flagrante del derecho internacional. Afirman que es como usar la fuerza bruta para imponer sanciones, algo que no está permitido. Más allá de eso, señalan que es un “ataque armado ilegal”, citando alguna definición de agresión que salió en la Asamblea General allá por 1974. ¡Un brete legal, vamos!
Lo que más me preocupa es que no están dejando pruebas sólidas de que esos barcos vayan cargados de droga. De hecho, dicen que varias personas que murieron en esos ataques no eran precisamente amenazas inminentes. ¡Qué barbaridad! Parece que se andan pasando de revoluciones, sin respetar la vida de nadie. Ya hasta piden al Congreso de los Estados Unidos que intervenga para frenar estas acciones y quitarle el cerco a Venezuela. Se necesita un poco de cordura, diay.
Mientras tanto, en la ONU, Rusia y China le metieron turrón al gobierno de Trump en una reunión del Consejo de Seguridad. Lo llamaron “comportamiento de cowboy” y “intimidación”. ¡Y razón tenían! Venimos viendo cómo los estadounidenses hacen de las suyas al margen de las reglas internacionales, tratando de obligarnos a entregar nuestro país. Como decía el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, estamos hablando de un intento de dejarnos sin hogar.
Aquí en Costa Rica, la situación nos pinta bastante complicada. Dependemos mucho del petróleo, y si Venezuela deja de exportar, vamos a sentirlo duro en el bolsillo. Además, un conflicto mayor en la región nunca es bueno para nadie. Tenemos que estar muy atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos y buscar formas de proteger nuestros intereses. Esperamos que nuestros líderes tomen decisiones sensatas y eviten involucrarnos en líos innecesarios.
Al final, todo esto nos hace pensar en qué futuro les espera a América Latina. ¿Será que siempre tendremos que lidiar con potencias extranjeras que quieren meter sus narices en nuestros asuntos? ¿O podremos encontrar una forma de construir una región más justa, equitativa y respetuosa de nuestra soberanía? Eso sí que sería una gran victoria para nosotros, ¡una verdadera chivatonada!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la comunidad internacional debería tomar medidas más contundentes para detener la escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela, o deberíamos esperar a ver cómo terminan las cosas? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensa la gente!
Para ponerlos en clima, desde agosto pasado los yanquis tienen toda una flota en el Caribe, dicen que para combatir el narcotráfico. Pero resulta que han estado atacando barcos petroleros que van hacia Venezuela, confiscaron algunos incluso. Al parecer, el gobierno de Trump está convencido de que Maduro está usando el dinero del petróleo para mandar cocaína y hacer otras cosas turbias. Han puesto precio a la cabeza de Maduro, ni más ni menos que 50 millones de dólares, argumentando que el tipo es el jefe de algún cartelazo. ¡Una vara bien pesada!
Pero bueno, ahora la ONU dice que esto ya es harina gruesa. Según estos expertos, mandados por el Consejo de Derechos Humanos, el bloqueo es una violación flagrante del derecho internacional. Afirman que es como usar la fuerza bruta para imponer sanciones, algo que no está permitido. Más allá de eso, señalan que es un “ataque armado ilegal”, citando alguna definición de agresión que salió en la Asamblea General allá por 1974. ¡Un brete legal, vamos!
Lo que más me preocupa es que no están dejando pruebas sólidas de que esos barcos vayan cargados de droga. De hecho, dicen que varias personas que murieron en esos ataques no eran precisamente amenazas inminentes. ¡Qué barbaridad! Parece que se andan pasando de revoluciones, sin respetar la vida de nadie. Ya hasta piden al Congreso de los Estados Unidos que intervenga para frenar estas acciones y quitarle el cerco a Venezuela. Se necesita un poco de cordura, diay.
Mientras tanto, en la ONU, Rusia y China le metieron turrón al gobierno de Trump en una reunión del Consejo de Seguridad. Lo llamaron “comportamiento de cowboy” y “intimidación”. ¡Y razón tenían! Venimos viendo cómo los estadounidenses hacen de las suyas al margen de las reglas internacionales, tratando de obligarnos a entregar nuestro país. Como decía el embajador venezolano ante la ONU, Samuel Moncada, estamos hablando de un intento de dejarnos sin hogar.
Aquí en Costa Rica, la situación nos pinta bastante complicada. Dependemos mucho del petróleo, y si Venezuela deja de exportar, vamos a sentirlo duro en el bolsillo. Además, un conflicto mayor en la región nunca es bueno para nadie. Tenemos que estar muy atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos y buscar formas de proteger nuestros intereses. Esperamos que nuestros líderes tomen decisiones sensatas y eviten involucrarnos en líos innecesarios.
Al final, todo esto nos hace pensar en qué futuro les espera a América Latina. ¿Será que siempre tendremos que lidiar con potencias extranjeras que quieren meter sus narices en nuestros asuntos? ¿O podremos encontrar una forma de construir una región más justa, equitativa y respetuosa de nuestra soberanía? Eso sí que sería una gran victoria para nosotros, ¡una verdadera chivatonada!
Con todo este panorama, me pregunto: ¿Cree usted que la comunidad internacional debería tomar medidas más contundentes para detener la escalada de tensión entre Estados Unidos y Venezuela, o deberíamos esperar a ver cómo terminan las cosas? Dejen sus opiniones abajo, ¡me interesa saber qué piensa la gente!