¡Ay, Dios mío! Parece que las cosas no andan bien por Guanacaste. El OIJ metió las manos hasta los codos y agarraron a un tipo llamado Montero, de 33 años, a quien se le empieza a relacionar con ese bronco asunto de la balacera que dejó a un pobre hombre entre la lona hace unos meses allá por Cañas.
La movida pasó el 20 de marzo, un miércoles cualquiera que quedó marcado para la gente del barrio Chorotega 1. Según cuentan los que saben, hubo una descarga de plomo que le dio cerquita de siete balas al infortunado. Lo llevaron corriendo al CAIS de Cañas, buscando ayuda, pero la cosa estaba muy fea, así que tuvieron que remesarle hasta el hospital de Liberia, donde lamentablemente perdieron la vida.
Los judiciales no se quedaron con los brazos cruzados. Se pusieron a picarle al hormiguero e investigaron hasta que lograron identificar a Montero como uno de los posibles responsables. Dicen que fue un trabajo duro, lleno de pistas falsas y callejones sin salida, pero al final, ¡le encontraron el hueso!
Para darle un buen susto al sospechoso, el OIJ realizó un operativo sorpresa en un terrenito ubicado en barrio Imas, en Liberia. Allá adentro, hallaron evidencias que, según dicen, son bastante comprometedoras para el caso. No han dado muchos detalles, pero aseguran que podrían ser claves para armar el rompecabezas completo y demostrar la culpabilidad de Montero.
La captura se llevó a cabo esta mañana, miércoles 19 de noviembre, por los bravucones de la Subdelegación Regional de Cañas del OIJ. Al parecer, no hubo mucha resistencia ni drama, el mae se entregó pacientemente y ahora está a disposición del Ministerio Público, esperando que le definan qué va a pasar con él. Ya sabemos cómo van esas cosas, ¿verdad?
Este caso ha encendido todas las alarmas en la comunidad de Cañas. La bala perdida siempre da miedo, y menos aún cuando ocurre a plena luz del día. Muchos se preguntan cómo pudo pasar esto y si se tomarán medidas para evitar que se repitan estos hechos violentos. La preocupación es entendible, porque nadie quiere vivir con el temor constante de ser víctima de un acto tan brutal.
Ahora, la fiscalía tendrá que hacer su trabajo y presentar pruebas sólidas que demuestren la responsabilidad de Montero en este crimen. El mae tiene derecho a defenderse y buscar que se le juzgue justamente, pero también hay que recordar que una vida fue truncada injustamente y sus familiares merecen justicia. Veremos cómo se desarrolla el brete y qué decisión toman finalmente los jueces.
Sin embargo, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades están haciendo lo suficiente para combatir la creciente ola de violencia que azota nuestro país y proteger a los ciudadanos de Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas para recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?
La movida pasó el 20 de marzo, un miércoles cualquiera que quedó marcado para la gente del barrio Chorotega 1. Según cuentan los que saben, hubo una descarga de plomo que le dio cerquita de siete balas al infortunado. Lo llevaron corriendo al CAIS de Cañas, buscando ayuda, pero la cosa estaba muy fea, así que tuvieron que remesarle hasta el hospital de Liberia, donde lamentablemente perdieron la vida.
Los judiciales no se quedaron con los brazos cruzados. Se pusieron a picarle al hormiguero e investigaron hasta que lograron identificar a Montero como uno de los posibles responsables. Dicen que fue un trabajo duro, lleno de pistas falsas y callejones sin salida, pero al final, ¡le encontraron el hueso!
Para darle un buen susto al sospechoso, el OIJ realizó un operativo sorpresa en un terrenito ubicado en barrio Imas, en Liberia. Allá adentro, hallaron evidencias que, según dicen, son bastante comprometedoras para el caso. No han dado muchos detalles, pero aseguran que podrían ser claves para armar el rompecabezas completo y demostrar la culpabilidad de Montero.
La captura se llevó a cabo esta mañana, miércoles 19 de noviembre, por los bravucones de la Subdelegación Regional de Cañas del OIJ. Al parecer, no hubo mucha resistencia ni drama, el mae se entregó pacientemente y ahora está a disposición del Ministerio Público, esperando que le definan qué va a pasar con él. Ya sabemos cómo van esas cosas, ¿verdad?
Este caso ha encendido todas las alarmas en la comunidad de Cañas. La bala perdida siempre da miedo, y menos aún cuando ocurre a plena luz del día. Muchos se preguntan cómo pudo pasar esto y si se tomarán medidas para evitar que se repitan estos hechos violentos. La preocupación es entendible, porque nadie quiere vivir con el temor constante de ser víctima de un acto tan brutal.
Ahora, la fiscalía tendrá que hacer su trabajo y presentar pruebas sólidas que demuestren la responsabilidad de Montero en este crimen. El mae tiene derecho a defenderse y buscar que se le juzgue justamente, pero también hay que recordar que una vida fue truncada injustamente y sus familiares merecen justicia. Veremos cómo se desarrolla el brete y qué decisión toman finalmente los jueces.
Sin embargo, me pregunto: ¿cree usted que las autoridades están haciendo lo suficiente para combatir la creciente ola de violencia que azota nuestro país y proteger a los ciudadanos de Costa Rica, o necesitamos medidas más drásticas para recuperar la tranquilidad en nuestras comunidades?